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Dan estaba de pie junto a la piscina, observando con atención a los chicos del equipo de waterpolo mientras entrenaban. El sonido del agua salpicando y las risas ocasionales llenaban el espacio, pero su mente estaba a kilómetros de distancia. Aunque se esforzaba por mantenerse enfocado en su trabajo, su mente seguía volviendo, una y otra vez, a la noche anterior.

El recuerdo de Jaekyung abrazandolo mientras estaban acostados en el sillón después de aquellos besos, con la cabeza apoyada en su pecho, era un peso constante en su mente.

La intimidad que compartieron, el calor del cuerpo de Jaekyung sobre el suyo, y la sensación de seguridad que había sentido, todo se mezclaba en un torbellino de emociones que Dan no sabía cómo manejar.

Sus ojos seguían el movimiento del balón en la piscina, pero en su mente, la imagen de Jaekyung partiendo temprano en la mañana era más vívida. Jaekyung se había levantado a la misma hora que Dan, preparándose para ir a Liverpool y recoger sus cosas para las sesiones de fisioterapia en el centro. Habían compartido un breve y silencioso desayuno antes de que Jaekyung se despidiera, dejando a Dan con un ligero toque en su hombro, como una promesa tácita de que regresarían a verse pronto.

— ¡Pasen más el balón muchachos! ¡No es un partido de uno! — gritaba el entrenador Thompson.

Dan estaba haciendo el mejor intento por actuar como si todo fuera normal, pero no podía ignorar la mezcla de sentimientos que se arremolinaban en su interior. Había algo diferente en Jaekyung, algo que Dan no podía identificar del todo.

Los besos que compartieron, llenos de una ternura que no había esperado para nada de Jaekyung ya que él era todo menos delicado, había más preguntas que respuestas. Dan tenía más que obvio que Jaekyung realmente estaba cambiando, si de verdad había una oportunidad para ellos de dejar la hiel para pasar a la miel, reconstruir lo que alguna vez tuvieron, pero esta vez, de una manera más honesta. Haciendo las cosas bien

Un grito repentino lo sacó de sus pensamientos. Uno de los chicos de waterpolo que iba caminando había sido empujado accidentalmente por un compañero, y cayó de manera incómoda en el agua.

Dan se movió rápidamente, dejando atrás sus pensamientos mientras corría hacia el borde de la piscina. 

— ¿Estás bien? — dijo Dan con un tono de preocupación. El chico salió del agua por su cuenta, sacudiendo la cabeza y riendo.

— Solo es la sorpresa Daniel, pero gracias por tu preocupación... — dijo el chico, aún riendo pero acercándose a Dan, dándole un apretón de manos — ¿Cómo nos ves para la competencia?, aún falta pero el centro será sede de un torneo de waterpolo en septiembre...

— Eh... No sé mucho de waterpolo, pero los veo bastante bien, solo sigan las órdenes del entrenador y estarán en su mejor forma para la competencia... Y bajo el liderazgo de Oscar se ve que son imparables en el agua 

— Sí... El capitán pasado era díficil de tratar, afotrunadamente se fue, y Oscar tomó su lugar, y de ahí... Para las nubes, si bien no nos confiamos, el hecho de que Oscar esté ahí apoyándonos para ir mejorando gradualmente es como si recibieses un gran abrazo

El chico asintió, pareciendo más relajado al escuchar las palabras de Dan. Luego, sus ojos brillaron con admiración cuando mencionó a Oscar.

— Oscar es mi modelo a seguir, ¿sabes? — dijo el chico, pasando su mano por sus abdominales marcados — Entró al equipo solo unos meses antes que yo, pero verlo evolucionar hasta convertirse en nuestro capitán ha sido increíble... Su historia es algo que todos admiramos, especialmente porque no ha sido fácil para él.

— ¿A qué te refieres Josh? — dijo Dan, alzando una ceja genuinamente interesado.

— Bueno... Cuando éramos niños, él entró en el equipo solo unos meses antes que yo, pero desde el principio se notaba que tenía algo especial, siempre ha sido un líder natural. Verlo evolucionar desde que éramos niños hasta convertirse en el capitán del equipo es algo digno de admirar — dijo Josh, realizando un ejercicio para aliviar dolor, ejercicio que Dan le había dicho que hiciese antes una vez que se lastimó — Al principio, sus papás no tenían muchos recursos, pero aun así lo inscribieron en el centro porque sabían que era su sueño... No fue fácil para él... Y hace unos años, cuando tomó el rol de capitán, salió del clóset con sus papás... y... lo dejaron desahuciado.

Dan sintió un nudo en la garganta.

— Fue un golpe duro para él, pero Oscar no se dejó vencer, buscó una manera de seguir adelante... Y ha trabajado duro para mantenerse en el equipo y liderarnos — dijo Josh — Y no solo es un gran capitán, sino que también es un amigo increíble, siempre está ahí para nosotros, sin importar qué.

— Es una historia digna de alguien inspirador— dijo Dan con sinceridad, sintiendo una profunda empatía por Oscar — Es evidente que Oscar es más que un buen capitán, es alguien que ha superado mucho y ha salido más fuerte por ello y apoya a todos... no es algo que no se ve todos los días.

— Definitivamente — dijo Josh — Quiero ser como él algún día.

— Estoy seguro de que lo lograrás, ahora sigue entrenando duro y escuchando al entrenador — dijo Dan, ayudando a Josh a acomodarse su gorra  — Listo... Ahora ve, no tardan en empezar el partido de práctica.

— Gracias Daniel, deséame suerte.

Mientras el chico se iba, Dan se quedó reflexionando sobre lo que acababa de escuchar. Comprendía al chico de una manera que pocos podían. Aunque no había tenido una experiencia idéntica, él también conocía la dureza de la vida y lo que significaba luchar para salir adelante.

Esa resiliencia, esa capacidad de seguir adelante a pesar de las adversidades, era algo que compartía con Oscar. Entendía lo que era sentirse despojado, pero también sabía lo que era tener a alguien que creía en ti cuando más lo necesitabas.

Mirando a Oscar, Dan sintió una conexión silenciosa. Sabía que tanto él como Oscar habían encontrado la fuerza para levantarse de nuevo, para seguir adelante, no solo por ellos mismos, sino por aquellos que habían creído en ellos. Y eso, más que cualquier otra cosa, era lo que los definía.

Sí, Oscar — pensó Dan mientras observaba al joven capitán — Yo sé exactamente lo que es tener a alguien que no te deja caer, perderlo, y tener que seguir adelante sin ellos.

Con esa comprensión renovada, Dan se prometió a sí mismo que estaría ahí para esos chicos, tal como su abuela lo había estado para él. Aunque no podía cambiar su pasado, podía influir en el futuro de otros, y esa era una responsabilidad que estaba dispuesto a asumir.

Y hablando de estar ahí, vio la hora en su teléfono, Jaekyung no tardaba en llegar al centro para su sesión.

[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO I (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora