Han pasado unas semanas desde que dieron de alta a Jaekyung del hospital y la vida ha sido una serie de desafíos constantes.
A termino de ese mes, recibió el segundo pago de Dan, pero el dinero no es lo que más le preocupaba. Lo que realmente le molestaba de toda la situación era la incapacidad de entrenar y la necesidad de depender de otros.
Cada día, fisioterapeutas diferentes llegaban a su penthouse y al gimnasio. Algunos intentaban empatizar, otros eran estrictamente profesionales, pero ninguno logra ganar su confianza y establecer un buen vínculo.
Jaekyung, que parecía un gato huraño, los rechazaba a todos eventualmente. Su hombro aún le dolía mucho al moverlo y la pérdida de masa muscular solo era más leña al fuego de su frustración.
Solía ser fuerte, imponente; ahora se siente débil y disminuido.
Una tarde, después de una sesión de fisioterapia especialmente dolorosa en el gimnasio, y el pobre fisioterapeuta probó la ira de su puño, Jaekyung se recostó en su cama. La fatiga y la soledad se mezclaban en su mente, llevándolo a un recuerdo borroso que lo atormenta desde que lo sedaron completo.
La noche previa a su cumpleaños 27... Recuerda haber abrazado a Dan después de tener varias rondas de sexo, podía distinguir su esbelto cuerpo cálido y reconfortante. Contra todo pronóstico, recordaba que logró dormir profundamente esa noche, una rareza en su vida plagada de insomnio.
Otro recuerdo era el de la conversación telefónica con Dan, el día después de la cirugía de emergencia.
Algunas palabras de Dan resonaban en su mente. Jaekyung había estado bajo el efecto de la anestesia, pero aun así, el sonido de la voz de Dan había sido como un bálsamo para su dolor. La desesperación en su propia voz cuando le pidió a Dan que volviera, y la respuesta evasiva de Dan.
Se sentó en el borde de la cama, mirando su brazo débil y adolorido. El resentimiento y la tristeza se agitaban en su interior. Había construido su vida alrededor de su independencia y fuerza, y ahora se siente atrapado en su propia vulnerabilidad. Todo se hizo añicos en cuestión de que una bota le pisara el hombro esa noche.
La única constante que parece traerle un poco de consuelo es el pensamiento de Dan, aunque lo negase constantemente. Pero esa negación solo lo lleva a más recuerdos dolorosos y a una soledad que parece insuperable.
Jaekyung suspiró levantándose lentamente para prepararse un té. Cada movimiento es un recordatorio de su fragilidad actual. Mientras el aroma del té llenaba la cocina, no podía evitar preguntarse si alguna vez volverá a sentirse completo... Que el dolor se acabara.
Su presencia es una sombra de su antiguo yo, añadido a su actitud ya de por sí insoportable y digna debnino malcriado una disposición irritable. En lugar de entrenar, pasaba su tiempo corrigiendo y observando a los demás, especialmente a los que sabía que tenía un gran potencial.
Jaekyung estaba ajustando la postura de un chico durante una sesión de sparring contra Daehyun cuando el entrenador Park se le acercó.
— Jaekyung, hemos hablado de esto antes — dijo el entrenador Park, notoriamente preocupado — No puedes seguir viniendo al gimnasio.
Jaekyung levantó la mirada, su ceño fruncido. Aunque sabía que el entrenador tenía razón, no estaba dispuesto a ceder.
— Necesito estar aquí. No puedo simplemente quedarme en casa sin hacer nada... Sabes muy bien que no soy bueno para descansar y disfrutar de mi tiempo libre.
El entrenador solo suspiró, deslizando su mano sobre su nuca.
— Es difícil, pero estar aquí no te está ayudando... Necesitas alejarte de las peleas y la tentación de entrenar como solías hacerlo.
Jaekyung apartó la mirada, su mandíbula solo se mostraba apretada. Sabía que el entrenador tenía razón, pero la idea de estar lejos del gimnasio, su hogar durante tantos años, era dolorosa.
— He acomodado tu agenda para que pases un tiempo en el extranjero, en Londres. Tienes que concentrarte en tu recuperación completa.
La expresión de Jaekyung se endureció aún más. Londres. El extranjero. La idea no le agradaba en absoluto.
— ¿Londres? Esa no es mi casa, este gimnasio, es mi casa
El entrenador Park dejó escapar un suspiro, sabiendo que este sería una discusión difícil de ganar. Bueno... Casi todas las discusiones que tiene con Jaekyung eran como hablarle a una pared.
— Es por tu bien. Necesitas un cambio de escenario para sanar en todo ámbito. Aquí solo te estás haciendo más daño.
Jaekyung no respondió, simplemente se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la salida del gimnasio. Los ojos de los demás lo siguieron, pero nadie se atrevió a decir nada.
— Sigan entrenando muchachos... Changmin, en el ring entrenarás con Daehyun.
Casi una hora después, al llegar a su casa, Jaekyung se desplomó con cuidado en el sofá, su mente llena de conflictos. Sabía que el entrenador tenía razón, pero la idea de alejarse de todo lo que conocía y amaba era abrumadora. Miró alrededor de su penthouse vacío, sintiendo una punzada de soledad que lo golpeó profundamente.
— ¿Por qué esta mierda es tan jodidamente complicada?
La decisión de ir a Londres no era solo sobre la recuperación física, sino también sobre enfrentar sus propios demonios internos. Sabía que, en el fondo, el entrenador Park tenía razón. Quizás alejarse sería lo mejor, aunque el pensamiento lo llenara de miedo y dudas.
Tomó el control del televisor, lo encendió y lo primero que apareció fue un nuevo canal de deportes.
— Noticias de última hora, para todos los fanáticos de la liga de lucha de artes marciales mixtas MFC...
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[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO I (Jinx)
Fanfiction[La mayor parte de los personajes no me pertenecen, solo los estoy usando para crear una historia. Créditos a sus respectivos creadores] [ESTA SÍ ES UNA HISTORIA JAEDAN] Joo Jaekyung se encuentra luchando contra sus propios demonios internos y las c...