Jaekyung ya se encontraba de vuelta en su penthouse, el lujoso espacio que una vez compartió con Dan.
No tenía hambre, por lo que sin dudarlo, tomó camino hacia las escaleras, subiendo hasta llegar al cuadro de pasillo que conducía a diferentes habitaciónes, entró a su habitación para tomar algo de ropa, y se dirigió la habitación que había sido previamente de Dan, sus pasos resonaban suavemente en el suelo, generando un eco que era un recordatorio doloroso de que estaba solo, que eso era lo que quería.
Se detuvo un momento en la puerta, recordando lo molesto que le resultaba tener a Dan trabajando en la noche, perturbando su descanso. Sin embargo, ahora sentía una punzada de nostalgia y arrepentimiento.
Suspirando, entró en la vacía habitación y se dirigió al baño, lugar donde se desnudó lentamente, consciente de cada movimiento para no agravar el dolor en su hombro.
Abrió la ducha y dejó que el agua tibia cayera sobre su piel, relajando sus músculos tensos. Mientras el agua corría, recordó cómo se sentían las manos de Dan al masajearle esa zona, con una mezcla de firmeza y ternura que siempre lograba aliviar el dolor.
Jaekyung cerró los ojos y apoyó la frente contra la mámpara de cristal, dejando que el agua caliente mitigara la tensión.
Varios recuerdos se agolpaban en su mente: las noches en que, a pesar de sus protestas, se sentía reconfortado por la presencia de Dan en la casa. Recordó también los momentos íntimos, cuando después de una intensa ronda de sexo, Dan se quedaba dormido a su lado, y él, aunque no lo admitía, encontraba una paz que le permitía conciliar el sueño.
Salió de la ducha con cuidado, secándose con una toalla suave. Se puso ropa de dormir, una camiseta y pantalones cómodos, ambos de color gris, y salió del baño.
Jaekyung se paró frente al espejo, su reflejo mostraba una imagen que apenas reconocía.
Sin camiseta, su cuerpo mostraba los efectos de las últimas semanas de inactividad y dolor. Aunque los contornos musculosos aún se delineaban en su piel, notó con cierta desazón que había perdido masa muscular. Su brazo izquierdo, ahora cubierto por un yeso que ocultaba la prótesis que simulaba el cartílago desgastado, era un recordatorio constante de su lesión.
Su tatuaje apenas se asomaba, como si estuviera oculto bajo capas de piel. Aquel símbolo que una vez representó protección ahora parecía desvanecerse, como si hubiera perdido su poder mágico para mantenerlo a salvo de los peligros del mundo. Se sentía vulnerable, expuesto ante su propio reflejo, enfrentándose a una versión de sí mismo que preferiría olvidar.
El joven que veía en el espejo era una sombra de lo que solía ser, una versión más débil y frágil. Esto le traía recuerdos de sus días en rings clandestinos, días en los que se sentía impotente frente a las burlas de Junmin y sus secuaces, en los que su autoestima se desvanecía con cada insulto y cada mirada de desprecio.
Aquellos recuerdos aún le pesaban, como cadenas que lo mantenían atrapado en un ciclo interminable de dolor y autoaflicción.
Jaekyung apartó la mirada del espejo, sintiendo un nudo en la garganta. No quería reconocer al hombre que veía allí, no quería aceptar que esa imagen era ahora su realidad, y debía enfrentarse a ella, aceptar sus debilidades y sus miedos si quería encontrar la fuerza para seguir adelante. Pero parecía imposible para alguien como él.
— Nunca vas a poder vencerme... Eres débil — sonó la voz de Junmin en su cabeza.
— Voy a romperle todos los dientes que me faltaron en cuanto vuelva a pelear — dijo Jaekyung, gruñendo.
Y ahora, en lugar de dirigirse a su propia cama, fue hacia la cama de Dan.
El hombre de 1.92m se recostó en ella, sintiendo la familiaridad del colchón bajo su cuerpo. Al apoyar la cabeza en la almohada, notó un leve rastro del olor de Dan, un aroma que le trajo un inesperado consuelo.
Jaekyung se abrazó a la almohada, y cerró los ojos. Recordó las pocas veces que había dormido junto a Dan, sintiendo su calidez y la tranquilidad que le proporcionaba. Esas noches, después de hacerlo, Dan se quedaba dormido rápidamente, y Jaekyung, aunque molesto, siempre terminaba encontrando en su cercanía la paz que tanto necesitaba en su vida... Justo ahora necesitaba sentir esta paz... Olvidarse de que ahora los medios se burlaban constantemente de su lesión, su incidente con Junmin en el hospital, que no podía pelear hasta dentro de 11 meses, que probablemente no volvería a pelear nunca... Necesitaba olvidar eso... Necesitaba volver a ser él mismo, recuperar a ese hombre sin preocupaciónes más que la de tener sexo y ganar un combate con el título de campeón.
Sus pensamientos se desvanecieron lentamente, arrullados por los recuerdos.
Y... Por primera vez en mucho tiempo, después de tanros años, logró conciliar un sueño profundo, abrazado a la almohada, sintiendo en su corazón el vacío que solo aparentemente Kim Dan era capaz de llenar.
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[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO I (Jinx)
Fanfiction[La mayor parte de los personajes no me pertenecen, solo los estoy usando para crear una historia. Créditos a sus respectivos creadores] [ESTA SÍ ES UNA HISTORIA JAEDAN] Joo Jaekyung se encuentra luchando contra sus propios demonios internos y las c...