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Dan se encontraba sentado en el sofá de su sala de estar, rodeado de la cálida luz de una lámpara. En la televisión, comenzaba a reproducirse E.T. el Extraterrestre

La película siempre había tenido un lugar especial en su corazón. De niño, Dan era un fanático de las películas relacionadas con el espacio, y E.T. era su favorita. A medida que las escenas pasaban, su mente viajaba en el tiempo, recordando un día específico que marcó su vida.

Flashback...

Era el 26 de diciembre, el día después de Navidad, y también el cumpleaños de Dan. A pesar de las circunstancias difíciles, su abuela siempre se aseguraba de que ese día fuera especial para él. Vivían en un pequeño cuarto, pero eso no les impedía tener momentos felices juntos.

Sentados junto a un pequeño calentador algo obsoleto, el pequeño, vestido en su pijama de planetas y naves,  y la mujer mayor, vestida con su ropa habitual, compartían un pan con crema grande, un lujo que su abuela había conseguido para celebrar su cumpleaños. La película E.T. el Extraterrestre se proyectaba en su antigua televisión, llenando la habitación con su luz mágica.

El pequeño Dan, con sus ojos brillantes y llenos de emoción, miraba a la pantalla con admiración. De repente, se giró hacia su abuela, susurrándole con sinceridad.

— Abuela... a veces me siento como E.T. en la escuela, me siento fuera... Unos niños se burlan de mí porque mi uniforme está desgastado y no tengo papás...

La anciana mujer, con su sabiduría y ternura, puso su mano sobre la cabeza de Dan, acariciándolo suavemente.

— No tienes por qué sentirte así, mi niño... Y si tú eres E.T., entonces yo soy la nave que te protegerá.

Con una sonrisa cálida, la abuela tomó su abrigo vino, y envolvió a Dan con él, simulando ser la compuerta de una nave espacial, levantándose y alzandolo, incluso haciendo ruidos de una nave espacial despegando. Dan soltó una risa alegre, sintiéndose amado y protegido.

— Te amo, abuela — dijo el pequeño, abrazando a la mujer — No me importa si nunca vuelvo a ver a mi mamá o mi papá. Tú eres la mejor mamá y papá que pude haber pedido.

La abuela lo abrazó fuerte, siendo profundamente conmovida por las palabras del pequeño.

— Yo también mi amor, si la vida me lo permite, siempre seré tu nave que te regresará a casa, un lugar seguro.

Fin del flashback

Las lágrimas comenzaban a acumularse en los ojos de Dan mientras el recuerdo se desvanecía. A pesar de los meses que habían pasado, el dolor de la pérdida de su abuela seguía siendo profundo, pero ya no era tan doloroso como antes. Es más, recordaba más cosas lindas que las malas, que no estaban exentas, pero lo que más amaba, es que ya algunos recuerdos eran llenos de cariño, nostalgia y amor, ya no eran como una daga tan afilada que atravesaba su pecho fácilmente.

El ojimiel se levantó lentamente del sofá y se dirigió a su armario en su habitación. Abrió la puerta con cuidado y, entre sus pertenencias, encontró el abrigo vino de su abuela. Lo sacó con reverencia, recordando el abrazo cálido que siempre le daba.

Dan se envolvió en el abrigo, dejándose caer de nuevo en el sofá. Sentía como si los brazos de su abuela lo estuvieran rodeando, proporcionándole el consuelo que tanto necesitaba.

Lloró en silencio, dejando que las emociones fluyeran libremente. A través de sus lágrimas, miró la pantalla, donde E.T. y Elliott compartían un momento de amistad y amor incondicional.

— E.T. llama a casa, abuela

Acostado allí, envuelto en el abrigo de su abuela, Dan se permitió recordar y sanar un poco más, sintiendo el amor y la protección de la mujer que había sido su todo.

La película seguía reproduciéndose en la televisión, sus colores y sonidos envolviendo la pequeña sala de estar en una atmósfera nostálgica. Afuera, la lluvia caía implacablemente sobre Richmond-upon-Thames, golpeando las ventanas con fuerza, pero el sonido no perturbaba la paz de Dan.

Las gotas de lluvia resbalaban por las ventanas, creando un patrón hipnótico que Dan apenas notaba. Su atención estaba completamente centrada en la pantalla, donde E.T. y Elliott compartían sus aventuras. La conexión emocional que tenía con la película le permitía abstraerse de cualquier distracción externa.

A medida que las escenas icónicas pasaban, Dan sentía una calma profunda. Cada detalle de la película le traía un recuerdo, una sonrisa de su abuela, una risa compartida. La nostalgia lo envolvía como una manta cálida, protegiéndolo del mundo exterior.

El sonido de la lluvia, aunque fuerte, se mezclaba con la música de la película, creando una sinfonía que, en lugar de inquietarlo, le proporcionaba una enorme calma. 

Dan suspiró, sus lágrimas ya estaban secas en su rostro, y se acomodó mejor en el sofá, ajustando el abrigo de su abuela a su alrededor. Era como si el tiempo se hubiera detenido, permitiéndole sumergirse por completo en el momento, libre de preocupaciones y tristezas.

Afuera, Richmond-upon-Thames seguía azotado por la tormenta, pero para Dan, la paz reinaba en su hogar. La magia de "E.T." y el amor eterno de su abuela eran todo lo que necesitaba para sentirse en paz, al menos por esa noche.

[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO I (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora