[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO I (Jinx)

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Dan seguía sentado en la arena, su mente aún seguía completamente aturdida por las palabras de Jaekyung, esperando a lo que fuese a decir.

Justo en ese momento, antes de que pudiese continuar, Sam, Valerie y Oscar se acercaron con una cámara Polaroid y un teléfono.

— ¡Ahí están chicos! — dijo Sam, quien se acercó a ellos, recibiendo una mirada asesina de Jaekyung — Oh Dios, ¿interrumpí algo?

— En realidad, sí... — dijo Jaekyung.

— Jaekyung, no pelees por favor — sururró Dan entre dientes.

— Pero... Lo dejo para después, ¿Qué ocurre?

— Bueno, Daniel, Jacob... ¿Les gustaría que nos tomemos unas fotos? — dijo Sam mostrando su teléfono y Oscar en sus manos traía su cámara instantánea Polaroid — Hoy es nuestro ultimo día aquí, y queremos guardar recuerdos.

— No, tanta cámara en Corea ya me tiene harto por ahora, estoy descansando de fotos — dijo Jaekyung, quien prosiguió comiendo de su brocheta, Dan también hizo lo mismo.

— ¿Y tú, Daniel? — preguntó Valerie.

— No chicos, gracias, no siento que salga bien.

— Porfa Daniel, es que queremos fotos contigo, eres nuestro amigo — dijo Oscar con esa sonrisa brillate que opacaba al mismo sol, no notando que Sam se puso rojo como tomate.

Dan se sintió incómodo ante la idea, ya que no estaba acostumbrado a ser el centro de atención. Pero antes de que pudiera decir algo, Jaekyung le puso una mano en el hombro y le habló suavemente.

— Ve, yo espero — dijo Jaekyung, sus palabras llenas de una calidez bastante extraña que tranquilizó a Dan de cierto modo, Jaekyung es de las personas más impacientes del mundo pero estaba diciendo eso, le asustaba un poco.

— Bien chicos, voy — dijo Dan un poco nervioso.

— ¡Bien! — dijo Valerie, quien abrazó a Dan y caminaron un poco más lejos de la orilla.

Primero, Sam tomó una foto de Oscar con la cámara polaroid, donde el ojiazul posó de una forma en la que sus biceps se marcaban, aunque después hizo una mueca divertida mientras Sam reía.

Luego, Oscar tomó la cámara y capturó una foto de Valerie, sonriendo, cerrando los ojos sintiendo radiantemente al sol dorado acariciando su cara mientras la sombra de una palmera creaba hermosas sombras. Si algo hacía bien Oscar era capturar la belleza de una mujer a través de un lente.

Cuando llegó el turno de Dan, Sam tomó la cámara Polaroid.

Dan simplemente posó haciendo la señal de paz y Sam tomó la foto, aunque sin querer cruzó los pies y se terminó cayendo.

— ¡Sam! — dijo Dan, pero el ojimarrón estaba riendo ante los demás, contagiando su risa.

— Deja te ayud ¡Whoa! — dijo Oscar, que tomó a Sam de la mano para alzarlo, pero en vez de eso, lo jaló, cayendo a su lado, soltando una enorme carcajada aunque se se salió un ronquido que la abrumó de vergüenza.

Sin querer, esto provocó la risa de Dan, dejando a relucir su sonrisa.

Jaekyung observó a lo lejos la escena.

La risa de Dan era contagiosa, y verlo así, tan genuinamente feliz, provocó un sonrojo en Jaekyung, sintiendo el calor en sus mejillas. 

— ¿Qué rayos Jaekyung? ¡Cómportate!... — dijo Jaekyung, agitando la cabeza.

Dan, después de la risa, tomó el teléfono de Sam y enfocó a este, Oscar, y Valerie.

Al ver sus sonrisas sinceras, sintió una ola de calidez, con cuidado capturó la imagen y se lo pasó a Sam, quien luego tomó una foto de Dan solo. Dan sonrió tímidamente, sintiéndose un poco más cómodo con esta foto.

Finalmente, todos se juntaron para una última foto de grupo. Sam le pidió a Alex, que iba pasando por ahí, que les tomase la foto, dándole su teléfono, y corrió de vuelta al grupo. Jaekyung, observando desde un lado, notó lo feliz que se veía Dan en ese momento y sonrió para sí mismo.

Los cuatro se alinearon con el atardecer de fondo, el cielo teñido de naranjas y rosas creando un hermoso paisaje. Dan, Sam, Valerie y Oscar se abrazaron y sonrieron mientras Jaekyung preparaba el teléfono de Sam para capturar la foto.

— ¡Uno, dos, tres! — dijo Jaekyung, capturando el momento perfecto.

Dan, feliz y relajado, no se dio cuenta del sonrojo que aparecía en el rostro de Jaekyung al verlo tan contento. Alex bajó el teléfono para comprobar si la foto salió bien... mientras tanto, Jaekyung sintió como su corazón latía un poco más rápido al ver a Dan tan radiante y feliz junto a sus amigos.

— Ehmm... ¿podrías tomar unas con esa también? Me gusta tener recuerdos físicos.

Jaekyung, esta vez se adelantó y tomó la cámara de Oscar.

— Yo se las tomo...

Los cuatro se prepararon de nuevo, sonriendo con entusiasmo mientras Jaekyung, que sabía manejar ese tipo de cámara enfocaba.

— Uno, dos, tres — dijo Jaekyung, disparando la foto. Mientras la imagen se revelaba lentamente, Jaekyung la miró y luego frunció el ceño un poco.

— Creo que salió un poco movida, déjenme tomar otra por si acaso — dijo el ojigris, usando eso como excusa para tomar otra.

Los cuatro posaron de nuevo, y Jaekyung tomó la segunda Polaroid. Esta vez, quedó perfecta. Entregó la primera foto a Oscar, quien la aceptó con una sonrisa.

— Gracias, hombre — dijo Oscar, viendo cómo la segunda foto se revelaba.

Jaekyung miró la segunda foto, notando lo bien que se veía Dan. El corazón le dio un vuelco al verlo así, y sin pensarlo mucho, se guardó la foto en el bolsillo. Los chicos empezarona caminar hacia donde sus cosas y después de tomarlas, se dirigen al hotel...

Ahora, sin estorbos, Jaekyung por fin recuperó el valor, se acercó al mayor, quien se giró para verlo a los ojos, y aún estando nervioso, empezó a hablar.

— Oye, Kim Dan... yo... yo nunca antes había sentido esto por nadie.

Las cejas de Dan se alzaron, expectante a lo que pudiese decir.

— Me gustas Kim Dan... de verdad me gustas.

De todo lo que Dan pensaba que le iba a decir, un "me gustas", de parte de Joo Jaekyung, la última persona en toda la faz de la Tierra que pensó que lo diría, diciendo lo único en lo que no pensó que le diría.

— Sé... que la cagué, y que... que te rompí el corazón, que te he causado daño, dolor y desconfianza... Pero quiero pedirte algo... Durante estos meses, antes de que vuelva a Corea... quiero que me des una oportunidad...

— ¿Oportunidad? ¿De qué? — dijo Dan, todavía mas extrañado.

— De poder... De poder reenamorarte.

Dan, sorprendido, no pudo responder de inmediato. Sus ojos se encontraron con los de Jaekyung, viendo una sinceridad y vulnerabilidad que nunca antes había visto en él.