[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO I (Jinx)

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Jaekyung caminaba por el centro comercial, llevando una cesta con algunos artículos de aseo personal y algo de ropa. Se había mudado no hace mucho, aún le faltaban varias cosas para sentirse completamente instalado. Mientras avanzaba por los pasillos, su mente vagaba por los eventos recientes, especialmente por su encuentro inesperado con Dan.

Al llegar a un cruce de pasillos, algo llamó su atención. A lo lejos, cerca de una fuente, vio a alguien que parecía familiar. Sus ojos se entrecerraron, tratando de enfocar mejor

— ¿Kim Dan? No, no puede ser — pensó el ojigris, que sacudió la cabeza convencido de que su mente le estaba jugando una mala pasada... Otra vez.

A pesar de sus dudas, no pudo evitar seguir mirando. La figura cerca de la fuente se parecía a Dan. Pero antes de que pudiera estar seguro, vio a otro chico acercarse a la figura y entregarle un helado. El azabache observó cómo Dan aceptaba el helado y ambos se alejaban, charlando y sonriendo.

— Debe ser otra persona — se dijo a sí mismo — No tiene puto sentido que sea él

Jaekyung dio media vuelta, decidido a no dejarse llevar por ilusiones.

Continuó su camino, entrando en una tienda de ropa. Mientras revisaba los estantes, no podía evitar que su mente volviera a esa imagen cerca de la fuente. ¿Y si realmente era Dan? esa posibilidad lo inquietaba.

Compró lo que necesitaba y se dirigió a la caja, intentando concentrarse en lo que tenía que hacer, y estaba tranquilo ya que hasta ahora, no era reconocido, algo que le agradaba ya que en Corea a cada rato lo hacían.

Sin embargo, una parte de él no podía evitar sentirse un poco desorientado por la posibilidad de haber visto a Dan, incluso si solo fue por un momento.

Mientras caminaba hacia la salida del centro comercial, no pudo evitar echar un último vistazo hacia el área donde había creído ver a Dan. La figura y su amigo ya no estaban a la vista.

Con un suspiro, Jaekyung se encaminó hacia afuera, aunque en un mal  momento ya que las gotas de lluvia empezaron a caer.

Unas hora después el peleador en descanso había regresado a casa, Jaekyung se sintió aliviado de estar finalmente a salvo del mal tiempo.

La lluvia había sido implacable, empapándolo por completo en su camino del centro comercial a la estación de trenes, aún corriendo se empapó toda la ropa, y debió hacerlo con cuidado ya que se lastimaba un poco el brazo

 Cuando finalmente llegó a Liverpool y tomó un taxi hacia su casa, todo lo que podía pensar era en una ducha caliente.

Dejó las bolsas con sus compras en la mesa de la cocina y se dirigió directamente al baño. Giró la manija del agua caliente y dejó que la ducha se llenara de vapor.

Mientras se desnudaba, no podía dejar de pensar en lo que había visto en el centro comercial. Aunque había intentado convencerse de que solo fue una ilusión, la imagen de Dan seguía persistente en su mente.

Entró en la ducha y dejó que el agua caliente corriera por su cuerpo, lavando el frío y la humedad de la lluvia. Con los ojos cerrados, se permitió imaginar un reencuentro con Dan. Mil y un escenarios pasaron por su mente, cada uno más improbable que el anterior.

¿Qué le diría si lo viera? ¿Cómo reaccionaría él?

Eran preguntas muy frecuentes.

Pero la realidad siempre parecía estar fuera de su alcance. Sabía que un reencuentro no sería fácil, y mucho menos perfecto. Había demasiada historia entre ellos, demasiados sentimientos no resueltos.

Salió de la ducha, sintiéndose un poco más claro de mente pero aún inquieto. Se secó y se puso ropa cómoda, antes de dirigirse a la cocina para preparar algo de cenar.

— ¿Cómo llegamos a esto? — se preguntó el peleador mientras movía la sartén con cuidado.

 Sabía que tenía mucho que reflexionar y muchas decisiones que tomar. Pero por ahora, decidió centrarse en el presente, en su recuperación y en hacer lo mejor que podía en esta nueva etapa de su vida.

Jaekyung se sentó a cenar, con la mente aún llena de pensamientos sobre Dan. Aunque hubo un pequeño detalle que lo saco de su mente.

La comida que había preparado tenía un sabor insípido.

Frunció el ceño mientras masticaba, sintiendo una profunda decepción con cada bocado.

— Esto sabe del asco — dijo el ojigris, empujando el plato.

Recordó entonces las comidas que Dan solía preparar para él. Siempre estaban llenas de sabor, hechas con cuidado y atención a los detalles.

Se sorprendió al escuchar sus propios pensamientos.

— Extraño su comida — admitió el azabache en voz baja, sin querer aceptar cuánto ahora la presencia de Dan en su vida diaria, la cual consideraba una gran molestia, había cambiado gradualmente. Dan no solo había sido su fisioterapeuta, sino también alguien que había llenado su vida de pequeños momentos de calidez y confort, y eso incluía sus comidas.

Jaekyung dejó los cubiertos sobre la mesa y se recostó en la silla, mirando la comida con una mezcla de frustración y melancolía. La realidad de cuánto había perdido con la partida de Dan se hacía cada vez más evidente. Se preguntaba si alguna vez tendría la oportunidad de hacer las paces, de explicar su lado de la historia y, quizás, solo quizás, de tener a Dan de nuevo en su vida, aunque fuera solo como una relación doctor-paciente, la relación a la que él mismo quería forzarlo a volver el día de su cumpleaños.

Con un suspiro, se levantó y guardó los restos de la cena en el refrigerador.

— Se me fue el hambre — se dijo a sí mismo.

No era tan malo en la cocina, pero en lo que era completamente pésimo era en cómo manejaba sus relaciones y sus emociones. Sabía que tenía mucho trabajo por delante, tanto en su recuperación física como en su crecimiento personal.

Jaekyung se dirigió a la sala y se acomodó en el sofá, decidido a planificar mejor sus días y a enfocarse en su recuperación. Tendría algunas consultas con fisioterapeutas de la zona para saber cual era el más apto si es que no hallaba a Dan.

Sin embargo, no podía evitar que sus pensamientos volvieran una y otra vez a Dan. Por primera vez en mucho tiempo, se permitió sentir la esperanza de que algún día, de alguna manera, pudiera enmendar las cosas y quizás recuperar algo de lo que había perdido.

— Si nos encontramos, Kim Dan...  prometo hacer las cosas bien contigo.