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El gimnasio del Team Black había cambiado drásticamente.

Antaño lleno de energía y vitalidad, ahora se veía despojado de aquello, como si hubiera perdido parte de su alma con la partida de quienes solían llenarlo de vida.

El estruendo de los golpes y los gritos de ánimo se habían desvanecido, reemplazados por un silencio pesado y ominoso. Los sacos de boxeo colgaban inertes, testigos mudos de días mejores. El aroma a sudor y esfuerzo ya no impregnaba el aire, siendo sustituido por una sensación de desolación y abandono.

Los pocos que aún permanecían en el gimnasio lo hacían con una melancolía palpable en sus rostros.

Yoongu, Papa o Papita de cariño, con su juventud y entusiasmo, parecía haber perdido parte de su chispa, su mirada ahora cargada de tristeza y decepción.

Daehyun, un atleta de judo y el MC no oficial de los sparrings del gimnasio, intentaba mantener el ánimo en alto, pero incluso su sonrisa era más frágil y fugaz que antes.

Los entrenadores, Park Namwook y Jung Yeosep, observaban con preocupación el ánimo bajo del lugar que una vez habían visto lleno de motivación.

Sus gestos cansados y su mirada taciturna reflejaban la sensación de impotencia que los invadía, incapaces de devolverle al gimnasio la vitalidad que había perdido.

En medio de ese panorama sombrío, la ausencia de Dan se hacía sentir con más fuerza que nunca.

Su renuncia había dejado un vacío que nadie podía llenar, recordando a todos que, aunque el tiempo pasara, su influencia y su espíritu permanecerían en cada rincón del gimnasio, como un eco de lo que solía ser.

- Gracias por la llamada pero, no pienso trabajar aquí, ni en mil años - dijo la mujer que salió de la sala de masajes del gimnasio - No pienso tolerarle esa actitud al señor Joo, gracias, me retiro.

La mujer salió del gimnasio y el entrenador Park, regresó a su oficina. Park se había sumido en la tarea de encontrar un reemplazo adecuado para Dan, que una vez había sido el corazón del gimnasio del Team Black.

Sin embargo, cada intento parecía estar destinado al fracaso. Las solicitudes de empleo de fisioterapeutas llegaban más los recomendados por Dan antes de irse, una tras otra, pero ninguna lograba satisfacer los criterios para que pudiese trabajar sin problema gracias a cierta persona, si es que se le puede llamar así.

Algunos candidatos no cumplían con el perfil buscado, careciendo de experiencia o las habilidades necesarias para ocupar el puesto. Otros, más prometedores, se retiraban abruptamente, espantados por una presencia intimidante que parecía rondar por los pasillos del gimnasio como si fuese de ultratumba.

Esa presencia, no obstante, tenía un nombre: Joo Jaekyung.

El ahora excampeón había adoptado una actitud hostil hacia todo. Cada vez que un fisioterapeuta potencial cruzaba el umbral del gimnasio, se enfrentaba a la dura realidad de tener que lidiar con la furia desatada de ese cavernícola.

Sus palabras y actitud despectivas no dejaban lugar a dudas en el entrenador: Nadie aguantaría y sería bueno en su trabajo como Kim Dan.

Cualquiera que intentara hacerlo se encontraría con un muro infranqueable, enfrentándose a la ira desenfrenada de un hombre cegado por la amargura y el resentimiento. Con esta chica y 8 más eran todos los fisioterapeutas que se habían presentado esa semana para poder solicitar el puesto. Y en todo el mes ya habían sido más de 30.

-¡No puedo creer que ninguno de ellos sea lo suficientemente competente! - decía Jaekyung, irritable y frustrado, sentado en una de las sillas de la oficina - ¿Es tan difícil encontrar a alguien que sepa hacer bien su trabajo?.

- Y vas con lo mismo Jaekyung, tu comportamiento no está ayudando en nada, maldita sea - dijo Namwook ya frustrado, mirando al azabache con seriedad - Tú no estás dispuesto a darle una oportunidad a los demás, Dan era...

- ¡No vuelvas a mencionar el nombre de ese maldito traidor!

- Perdóname pero lo tengo que hacer - dijo Namwook, azotando la mano en el escritorio, haciendo temblar el agua dentro del vaso que estaba sobre este - Solo con Dan pudiste controlar el dolor de tu hombro antes de la pelea con Junmin, incluso hasta tenías mejor rendimiento. Él era capaz de hacer lo que nadie más podía, tolerar tu mal genio.

- Kim Dan habló con el hijo de perra del entrenador de Baek y sabotearme - dijo Jaekyung - Me enviaron las fotos de cuando estaban conversando.

- Jaekyung, hago seguimiento de la investigación del incidente, y no creo que Dan hubiese hecho algo así - dijo el entrenador, esperando que esta noticia pudiera cambiar la perspectiva de Jaekyung.

- ¡Ja!, Y ahora te pones de su lado ¿No? - dijo Jaekyung, que frunció el ceño, escuchando incrédulo las palabras del entrenador - ¡Él me traicionó, nos traicionó! ¡Y tengo que andar con un puto cabestrillo por un buen rato por su puta culpa! ¡Lo vi con mis propios ojos!

- ¡Ya cállate, carajo! ¡Pareces niño de guardería! - le gritó el entrenador, dándole una muy buena cachetada - ¡Sabes como hacer que pierda la paciencia en segundos! ¡Y en todo caso! ¿¡realmente viste lo que estabas viendo en esas fotos!?

- ¿Qué más necesito ver? ¡Esas imágenes son prueba suficiente de que Dan estaba conspirando contra mí!

- ¿Pero escuchaste de qué estaban hablando? ¿Dejaste que Dan se explicara acaso?

La pregunta de Namwook dio a Jaekyung una pausa momentánea, una grieta en su convicción implacable. Por un momento, la duda parpadeó en sus ojos antes de que la ira volviera a inundarlos.

- No necesito escuchar sus excusas, ya me ha traicionado una vez, no puedo permitir que lo haga de nuevo.

Namwook suspiró, reconociendo la futilidad de continuar la discusión en ese momento.

- Pero aún así, no sabemos toda la verdad. Tal vez sería prudente buscar a Dan y escuchar su versión de los hechos antes de sacar conclusiones precipitadas.

Jaekyung apretó los puños, su mandíbula tensa con indecisión. Por un momento, pareció que consideraba las palabras de Namwook, pero luego sacudió la cabeza.

- No, ni pienses que te voy a dejar recontratarlo - dijo Jaekyung.

Namwook asintió, resignado a respetar la decisión de Jaekyung por el momento.

Pero más profundo de su mente, sabía que las palabras del entrenador lo dejaban con la incertidumbre le lo que pasó, porque la verdad detrás de las fotos y la renuncia de Dan seguía sin ser revelada.

[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO I (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora