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El centro deportivo bullía de actividad y emoción mientras el periodo de selección para la competencia en la playa daba inicio. Los nadadores se preparaban para enfrentar las diversas pruebas que determinarían quiénes serían los afortunados en representar al equipo en la esperada competición. Entre las pruebas más desafiantes, la piscina simuladora de corriente se destacaba, diseñada para poner a prueba el rendimiento y la resistencia de los atletas.

En la piscina simuladora de corriente del centro deportivo, los nadadores de carreras se preparaban para una prueba crucial antes de una competencia en la playa.

Marvin, con su usual confianza y arrogancia, estaba seguro de que dominaría la prueba y mostraría su habilidad.

Dan y Alex estaban observando desde la orilla, discutiendo en voz baja los detalles técnicos de la prueba y las posibles estrategias de rehabilitación para los atletas después del entrenamiento.

— Marvin parece estar muy seguro de sí mismo hoy — dijo Dan, con una sonrisa irónica mientras observaba al nadador estrella prepararse para entrar en la piscina.

— La pregunta aquí es cuándo no — respondió Alex con una leve risa — La última vez destacó, vamos a ver cómo le va en esta simulación.

Los segundos pasaron y Marvin se metió al agua, el entrenador sonó su silbato y Marvin se soltó para poder empezar a nadar, tratando de mantener el ritmo en la simulación de corriente. Sin embargo, apenas unos minutos después, emergió del agua con una expresión de dolor evidente en su rostro.

Dan y Alex se acercaron rápidamente, conscientes de la seriedad de la situación. Marvin se sostenía el brazo derecho con la mano izquierda, claramente afectado por el dolor.

— ¿Estás bien, Marvin? — preguntó Dan con preocupación, mientras Alex comenzaba a evaluar la lesión.

— Estoy bien — murmuró Marvin entre dientes, aunque su tono de voz no reflejaba ninguna seguridad — Pero no quiero que este tonto me toque...

— Daniel es nuestro fisioterapeuta Waters, te tiene que revisar...

— Pero tú eres doctor, también lo puedes hacer tú — le dijo Marvin a Alex, mientras soltaba unos quejidos de dolor.

— Pero Daniel se especializa en eso, es más ¿Para qué te hago caso? Daniel, revisalo.

— Sí doctor — dijo Dan, acercándose.

Marvin miró a Dan con cierta renuencia, pero sabía que no tenía otra opción. A regañadientes, asintió, permitiendo que Dan y Alex lo ayudaran.

Con movimientos cuidadosos y precisos, Alex guió a Dan sobre cómo sostener el brazo de Marvin mientras él realizaba el ajuste. A pesar de la incomodidad y el dolor de Marvin, Dan mantuvo la compostura, siguiendo las instrucciones de Alex con atención.

Una vez que el hombro de Marvin estuvo en su lugar, Alex continuó explicando la situación y los pasos a seguir para su recuperación.

— Marvin, lamentablemente, esa dislocación requerirá tiempo para sanar adecuadamente — explicó Alex — No podrás competir en la próxima prueba en la playa.

Marvin frunció el ceño, visiblemente frustrado por la noticia. Sin embargo, sabía que la salud y la recuperación eran prioritarias.

— ¿Cuánto tiempo crees que tardaré en recuperarme? — preguntó Marvin, mirando a Dan y a Alex con seriedad.

— Unas semanas, todo hasta que no sientas dolor.

Alex, posteriormente le explicó los ejercicios y la terapia necesaria para fortalecer su hombro y recuperar el rango completo de movimiento. Dan, a través de Alex, sugirió algunos ejercicios adicionales para mantener la fuerza y la flexibilidad del resto del cuerpo durante el proceso de recuperación. Marvin asintió, aunque la decepción era evidente en su rostro. Agradeció a Dan con un breve gesto de cabeza, reconociendo la profesionalidad con la que había sido tratado. Mientras Marvin se retiraba, Dan y Alex compartieron una mirada de entendimiento, sabiendo que habían hecho lo correcto por el bien del equipo y de Marvin.

La selección para la competencia continuó, y aunque Marvin no podría participar, el equipo seguía adelante, preparándose para enfrentar los desafíos que les aguardaban en la playa. Oscar, que había estado observando desde el borde de la piscina esperando por su turno se mostraba sorprendido y preocupado al ver a Marvin en dolor.

Sin embargo, Marvin, siempre defensivo (sobretodo en esa situación) y lleno de orgullo, interpretó la expresión de Oscar de manera equivocada.

— ¿Te estás burlando de mí, Robin? — dijo Marvin, con un tono desafiante mientras se frotaba el brazo recientemente acomodado.

Oscar levantó las manos en un gesto de calma, intentando evitar cualquier confrontación.

— No soy tú — respondió Oscar, intentando mantener la situación bajo control— Pero ¿te acuerdas de tus propias palabras? Dijiste que nunca necesitarías revisión de Dan. Y mira ahora.

Marvin, todavía irritado y sensible por la situación, no pudo contener su frustración.

— ¡No necesito que me lo recuerdes! — exclamó Marvin, avanzando un paso hacia Oscar — ¿Crees que esto es gracioso?

Valerie y Sam, viendo cómo la situación escalaba rápidamente, sacaron sus pies del agua de la fosa de clavados, y se acercaron a ambos exes antes de que las cosas se salieran de control. Valerie se colocó entre ambos, poniendo una mano en el pecho de Marvin para mantenerlo a distancia.

— ¡Ya basta, chicos! — dijo Valerie, con voz firme pero serena.

Sam, siempre el mediador tranquilo, se acercó a Oscar y puso una mano en su hombro.

— Oscar, Marvin, tratemos de no empeorar las cosas, ¿de acuerdo? — sugirió Sam, buscando calmar a ambos lados. Oscar asintió, reconociendo que sus palabras habían exacerbado la situación.

—Lo siento, Marvin. No quise hacerte sentir peor. Solo estoy preocupado por tí, sabiendo que te afecta no competir — dijo Oscar, bajando la voz.

— Vete al diablo Robin, quítense — respondió Marvin, chocando su hombro con el de Oscar, golpe que no lo movió.

[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO I (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora