[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO I (Jinx)

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Jaekyung estaba acostado en la cama, todavía bajo el efecto de la anestesia. Su rostro y torso estaban pálidos, una venda cubría su hombro izquierdo. Yoongu, el integrante más joven del Team Black, quién estaba de visita, estaba sentado a su lado, observándolo con preocupación. Jaekyung murmuraba y se agitaba ligeramente por el dolor

—Dan... ¿dónde está Dan? Quiero hablar con él...

— Dan renunció hace meses hyung — dijo Yoongu, pareciendo genuinamente preocupado.

— Me da igual, quiero hablar con él — dijo Jaekyung, murmurando un poco por el efecto de la anestesia.

Yoongu escuchaba atentamente, sintiendo una mezcla de sorpresa y preocupación. Saca su teléfono y, sin pensarlo dos veces, marca el número de Dan. No contestó, marcó minutos después, tampoco. Iba a intentar una tercera vez pero notó que Dan ahora era el que había marcado... Deslizó el icono de contestar y se colocó el teléfono en su oido.

— Hyung.

—Hola Yoongu, ¿qué pasa?

—Dan, mira... estoy en el hospital con Jaekyung, vine a verlo mientras el entrenador Park está hablando con los doctores, pero... no ha parado de estar preguntando demasiado por ti. Dice que necesita hablar contigo.

—No estoy seguro de que quiera verme ni oírme... después de todo lo que pasó.

—Por favor, hyung. Jaekyung insiste mucho. Solo habla con él, aunque sea por un momento. Presiento que eso le haría bien.

Después de un momento de silencio, Dan suspiró.

—Está bien, lo haré.

Yoongu colocó su teléfono al lado de la cabeza de Jaekyung, asegurándose de que pueda escuchar bien.

— Ahí está hyung.

Dan, completamente nervioso, habló...

— ¿Jaekyung?

Jaekyung abrió los ojos lentamente, su expresión se suavizó al escuchar la voz de Dan.

— K-K-Kim Dan... Eres tú.

— Sí... señor Joo, soy yo — dijo Dan, quien tenía un tono nostálgico en su voz.

—Dan... necesitaba oír tu voz.

— No le creo señor... Sigue bajo los efectos de la anestesia.

— Por favor Kim... vuelve.

— Me dijo que... Que me quería fuera de su vista, no quiero causarle más problemas.

— Pero no de mi vida Kim... La casa no se siente igual sin tí... Me siento solo... Te extraño Kim — dijo Jaekyung, con la voz temblorosa y soltando unas lágrimas — Solo... Vuelve

Dan, escuchando esto recargado en la pared de la tienda, por su parte, se quedó completamente inmóvil, tratando de procesar lo que acababa de escuchar. La incredulidad y el escepticismo se entrelazan con una chispa de esperanza que no quiere admitir. Jaekyung estaba bajo el efecto de la anestesia, y Dan sabía que en esos momentos, la gente a menudo dice cosas que no necesariamente significan algo. Pero la forma en que Jaekyung pronunció esas palabras, con una vulnerabilidad que rara vez mostraba, lo hace cuestionarse.

— Solo... Cuídese señor Joo... Hasta luego — dijo Dan, para después colgar.

Jaekyung cierra los ojos, dejando que las lágrimas caigan por su rostro.

—Dan...

En la tienda de conveniencia...

— ¿Realmente lo siente? ¿O es solo el efecto de los medicamentos hablando? No puedo permitirme creer en algo que puede no ser real. No otra vez — pensó Dan para sí mismo

A pesar de la duda, las palabras de Jaekyung debilitaban las murallas que Dan había construido alrededor de su corazón. Sentía una punzada de dolor al pensar en cómo terminó todo, en la traición y el desconfianza que lo llevaron a alejarse.

Dan sacudió la cabeza, tratando de despejar su mente. No podía permitirse bajar la guardia, no después de todo lo que ha pasado. Aún así, había una pequeña parte de él que aún albergaba sentimientos por el azabache, se preguntaba si quizá, solo quizá, hay algo de verdad en esas palabras.

— Necesito protegerme. No puedo volver a pasar por lo mismo. Pero... ¿y si realmente me extraña? — reafirmó en su mente.

Con un suspiro, Dan guardó su teléfono y entró nuevamente a la tienda, intentando concentrarse en su trabajo. Pero las palabras de Jaekyung siguen resonando en su mente, una mezcla de esperanza y duda que lo acompañará durante mucho tiempo.Dan regresó a la tienda, tratando de reponerse. Joohyeon lo observaba con curiosidad, pero no diría nada, dándole su espacio.

—¿Todo bien, Dan?

—Sí... todo bien, supongo... Gracias por cubrirme — dijo Dan, asintiendo lentamente.

—No hay problema. Vamos a terminar esto antes de que abran.

Dan asintío, y ambos continuaon trabajando en silencio, pero el peso de aquella pequeña conversación aún recaía sobre él.

En el hospital...

Yoongu observaba a Jaekyung, quien parece un poco más tranquilo después de escuchar la voz de Dan, pero aún las lágrimas se deslizaban por sus ojos.

—Descansa, Jaekyung. Todo estará bien — dijo Yoongu, acomodando la sábana que lo cubría para que siguiese descansando.

Jaekyung asiente débilmente, sintiendo una mezcla de esperanza y tristeza mientras se deja llevar por el sueño una vez más, con la voz de Dan aún resonando en su mente... Esto era lo único en lo que parecía hallar comfort... Nuevamente algo efímero...

— Estoy roto — dijo Jaekyung en un microscópico hilo de voz, que apenas esa audible, cosa que se dijo a sí mismo.

Yoongu se quedó paralizado cuando ve las lágrimas de Jaekyung. No podía creer lo que estaba viendo. Jaekyung, su ídolo, siempre tan fuerte y estoico llorando. Es un momento de vulnerabilidad que Yoongu nunca había presenciado, y no sabe cómo reaccionar.

— ¿Jaekyung... llorando? Nunca lo he visto así — pensó Yoongu — ¿Qué tan mal deben estar las cosas para que se muestre tan vulnerable?

Jaekyung trataba de cubrirse el rostro con una mano, intentando ocultar sus lágrimas, pero Yoongu ya había visto suficiente. Estaba en shock, preocupadoy estaba sintiendo algo que muchxs de nosotrxs sentimos, una profunda compasión por él.

La imagen de Jaekyung siempre ha sido la de alguien invencible, casi inhumano en su fortaleza, una máquina de matar y ahora verlo así lo hace parecer mucho más humano.

[N/A: BANDA, SÍ TIENE CORAZÓN EL SPIRIT]

Yoongu se acerca lentamente, sin saber bien qué decir o hacer. La admiración que siente por Jaekyung se mezcla con un nuevo respeto y empatía. Entiende que incluso los más fuertes tienen sus momentos de debilidad y dolor.

— Vaya... Creo que ya he visto todo — dijo Yoongu en voz baja.