La tarde continuaba con el equipo teniendo un descanso en South Beach, y Brandon seguía haciendo preguntas sin descanso.
Aunque Jaekyung se esforzaba por responder pacientemente, comenzaba a notarse su incomodidad, y era alguien de mecha corta cuando le agotabas la paciencia, y sus respuestas se volvían más cortas y su sonrisa más tensa.
— ¿Y qué haces cuando tienes una lesión? ¿Has peleado alguna vez con una herida grave? — preguntó Brandon, sin notar el creciente malestar de Jaekyung.
Jaekyung respiró hondo, tratando de mantener la calma.
— Bueno, las lesiones son parte del deporte, uno siempre sale lastimado del ring... Y cuando mi hombro empezó a empeorar, tuve tres peleas y aún lesionado salía a dar pelea...
Desde el agua, Dan, familiarizándose con la fuerza del agua para saber cómo moverse rápido, observaba la escena. Al principio, pensó en dejar que Jaekyung manejara la situación, que sufriera un poco, pero al ver la incomodidad en el rostro de este, decidió intervenir. Salió del agua y se acercó a los dos.
— Hola Brandon, oye ¿te gustaría ayudarme con algo? — dijo Dan con una sonrisa, intentando desviar la atención del niño.
Brandon miró a Dan con curiosidad.
—¿Sí, Daniel?
— Vamos a revisar el equipo médico y asegurarnos de que todo esté en orden para la competencia de mañana — dijo Dan — Es muy importante y podría usar tu ayuda.
Brandon, emocionado por tener una tarea importante, asintió con entusiasmo.
— ¡Claro, vamos!
Jaekyung le dirigió una mirada de agradecimiento a Dan antes de que este se llevase a Brandon. Jaekyung dejó escapar un suspiro de alivio, agradecido por el rescate.
Mientras se alejaban, Brandon seguía hablando, pero ahora Dan era el que debía responder sus interminables preguntas.
— Daniel, ¿cómo sabes qué equipo médico necesitas? ¿Has tenido que tratar a muchos atletas heridos?
Dan rió suavemente, respondiendo con paciencia.
— Bueno... Cada atleta es diferente y necesita cosas diferentes... Uno puede estar lastimado del brazo, otro del cuello, de las piernas, es parte de mi trabajo asegurarme de que todos estén bien cuidados... Y sí... He trabajado con varios... Jaekyung es uno.
Brandon seguía hablando mientras se adentraban en la zona del equipo, y Dan miraba por encima del hombro, viendo a Jaekyung finalmente relajarse un poco. Sabía de las situaciones sociales de Jaekyung especialmente cuando había niños entusiastas involucrados.
Finalmente, se detuvieron cerca del área de almacenamiento del equipo médico.
— Bueno, aquí estamos, vamos a revisar que tengamos todo lo necesario: vendas, hielo, desinfectante, todo debe estar en su lugar para el día de mañana.
— Ok... Aquí vamos — dijo Brandon, ahora centrado en su nueva tarea.
Dan se sintió aliviado de haber podido ayudar a Jaekyung, al menos por un momento. Mientras trabajaban, no podía evitar pensar en la tensión que aún existía entre él y Jaekyung, y cómo manejarla mejor en el futuro.
Mientras tanto...
Sam y Oscar se lanzaron al agua, riendo y chapoteando bajo el cielo que aún mostraba los últimos colores del atardecer. La brisa del mar acariciaba sus rostros mientras jugaban en las olas, disfrutando del tranquilo momento.
— ¡Las traes! — dijo Oscar, tocando el hombro de Sam.
— ¡Oh, no! Eso sí no, ¡Ven para acá! — dijo Sam, persiguiendo a Oscar entre risas.
Entre risas y salpicaduras, Sam persiguió a Oscar, quien se zambulló bajo el agua para evitar ser atrapado. Pero Sam, con un rápido movimiento, lo alcanzó, rodeándolo con sus brazos. Ambos emergieron a la superficie, jadeando y riendo, con el agua resbalando por sus rostros.
Sus miradas se encontraron, y en ese instante, el mundo pareció detenerse. Los ojos lapislázuli de Oscar brillaban con una intensidad especial, una mezcla de felicidad y algo más profundo que había estado escondido hasta ahora. Sam sintió que su corazón latía con fuerza, y una sensación cálida se extendió por su pecho.
Sam, con una sonrisa suave y sincera, no pudo contenerse más.
— Oscar — dijo en voz baja, sus palabras apenas audibles sobre el sonido de las olas — Quiero decirte algo.
Oscar, aún en los brazos de Sam, sintió que el mundo desaparecía a su alrededor.
— ¿Qué ocurre Sam? — preguntó Robin, su voz apenas era un susurro.
Sam tomó una respiración profunda, reuniendo todo su valor.
— Me gustas, Oscar. Me gustas mucho. No solo por tu físico, aunque eres increíblemente guapo — dijo Sam, muy nervioso, una sonrisa traviesa iba formándose en su rostro — Pero también por quien eres por dentro, tus valores, tu intelecto, tu sentido del humor... Todo de ti me gusta.
Oscar, aún en los brazos de Sam, sintió una oleada de nervios que lo hizo vacilar. Sus sentimientos eran claros, pero las heridas del pasado aún estaban frescas. Su relación con Marvin había dejado cicatrices profundas, y aunque sentía algo especial por Sam, no podía ignorar la inseguridad que lo acechaba.
— Sam, yo... — comenzó Oscar, su voz temblaba de los nervios ligeramente — Me gustas mucho, de verdad. Pero hay algo que necesito decirte.
Sam, sintiendo la tensión en el aire, lo miró con preocupación.
—¿Qué pasa, Oscar?
Oscar apartó la mirada por un momento, tratando de encontrar las palabras correctas.
—Es solo que... No sé si lo sepas pero, tuve una relación con Marvin, aún estoy todavía superándolo — dijo Oscar, una lágrima se deslizó por uno de sus ojos — Sé que casi lo he logrado, pero el miedo a ser lastimado de nuevo sigue ahí... Y... tú convives con Marvin, son del mismo equipo, pero no quiero que eso se interponga entre nosotros.
Sam asintió lentamente, entendiendo la dificultad de la situación, limpiándole la lágrima a Oscar con su pulgar, sin soltar su otro brazo.
— Oscar, entiendo... no quiero presionarte ni hacerte sentir incómodo... y si necesitas tiempo, lo respeto.
Oscar lo miró a los ojos, agradecido por su comprensión.
— Gracias, Sam — dijo Oscar, para luego abrazarlo — Necesito un poco de tiempo para ordenar mis pensamientos y mis sentimientos, no quiero apresurarme y arruinar lo que podría ser algo hermoso entre nosotros.
Sam sonrió con suavidad, correspondiendo el abrazo del ojiazul.
— Tómate el tiempo que necesites, y cualquier cosa aquí estoy.
Oscar sintió una ola de alivio y gratitud. A pesar de sus nervios, saber que Sam estaba dispuesto a esperar le daba un poco de paz.
— Gracias, Sam, esto significa mucho para mí.
Ambos se quedaron en el agua, dejando que el momento se asentara. Aunque no era la respuesta que Sam esperaba, era un paso hacia adelante, un paso que ambos estaban dispuestos a dar con paciencia y comprensión.
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[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO I (Jinx)
Fanfiction[La mayor parte de los personajes no me pertenecen, solo los estoy usando para crear una historia. Créditos a sus respectivos creadores] [ESTA SÍ ES UNA HISTORIA JAEDAN] Joo Jaekyung se encuentra luchando contra sus propios demonios internos y las c...