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El entrenador Park está sentado en la sala de espera del hospital, visiblemente nervioso, había llegado relativamente no hace mucho tiempo al hospital ya que es el contacto de emergencia principal de Jaekyung.

Miles de reporteros intentaron ingresar a la fuerza al hospital solo para tratar de obtener información sobre el estado de Jaekyung, él apenas sabía que lo iban a operar. Sin embargo, no quería revelar nada.

Se frotaba las manos y mira repetidamente hacia la puerta del quirófano, esperando noticias sobre Jaekyung, hacia ya unas horas que habia entrado a quirofano.

Finalmente, la puerta se abrió y un cirujano, todavía con su bata y mascarilla, se acerca a él.

— ¿Park Namwook?

— Soy yo. ¿Cómo está Jaekyung?

El cirujano se quitó la mascarilla, mostrando una expresión seria.

— Afortunadamente salió bien la cirugía, logramos salvar su hombro... pero quedó muy lastimado. Tuvimos que reparar múltiples fracturas y lidiar con un desgarro severo en los ligamentos... Por poco y muere, pero logramos estabilizarlo.

El entrenador Park asiente lentamente, procesando la información.

— ¿Alguna indicación adicional?

— Debido a la gravedad de la situación de su hombro, le recomendamos que no entrene por un largo tiempo y le mandaremos medicamentos para el dolor... Y también... esta vez, el periodo de recuperación será de un año completo, quizá más, dependiendo de como evolucione.

— ¿Un año? — dijo el entrenador, visiblemente preocupado no por las peleas, si no por Jaekyung, él si no entrena se siente incompleto.

— Será crucial que siga todas las indicaciones de fisioterapia y no se apresure en volver al entrenamiento. Si intenta volver antes de tiempo, podría arriesgarse a dañar permanentemente su hombro, lo que significaría que no podría volver a pelear."

El entrenador Park suspiró profundamente, claramente preocupado por el impacto que esto tendrá en la carrera de Jaekyung.

—Entiendo. Apreciamos todo lo que han hecho. ¿Cuándo podré verlo?

— Está en recuperación ahora. Podrá verlo en aproximadamente una hora, cuando lo lleven a su habitación — dijo el cirujano — Le daremos más detalles sobre los cuidados y el plan de rehabilitación en ese momento.

El entrenador Park asintió y estrechó la mano del cirujano.

— Gracias, doctor. Haré todo lo posible para asegurarme de que siga sus instrucciones al pie de la letra.

— Eso es lo mejor que puede hacer por él en este momento. Mantenga la calma y asegúrese de que reciba el apoyo necesario durante su recuperación.

El cirujano se aleja, dejando al entrenador Park solo con sus pensamientos. Park se sienta de nuevo, mirando al suelo con una mezcla de alivio y preocupación. Sabe que será un año difícil, tanto para Jaekyung como para el equipo.

— Un año...

Tenemos que ser fuertes. No solo él, todos nosotros. Lo sacaremos adelante — pensó el entrenador — Dan... Aquí es cuando más te necesitamos.

El entrenador Park estaba nuevamente sentado en una de las sillas del pasillo del hospital, con los codos apoyados en las rodillas y las manos entrelazadas, esperando ansiosamente a que Jaekyung fuera trasladado a su cuarto.

Las luces frías del hospital y el olor a desinfectante intensificaban su nerviosismo. Su mente viajaba entre recuerdos y la realidad, teniendo un nudo en su garganta.

Conocía a Jaekyung desde que era un adolescente, desde las primeras peleas clandestinas donde el joven luchador se había ganado su respeto y admiración.

Recordaba vívidamente una noche en particular, años atrás, cuando Jaekyung había salido de una pelea tan malherido que apenas podía mantenerse en pie. En esa ocasión, Park lo había llevado a rastras hasta su auto, temiendo que no sobreviviera la noche. Esa experiencia había sido una de las más aterradoras de su carrera.

Ver a Jaekyung ahora, nuevamente herido y vulnerable, era como revivir esa pesadilla. El fuerte y orgulloso luchador que siempre había conocido ahora... ahora era un hombre debilitado por el dolor y las lesiones. La impotencia lo consumía, el sentimiento de no poder proteger a su pupilo de las duras realidades de su mundo.

Park tragó saliva, intentando calmarse. Recordaba cómo Jaekyung había confiado en él, no solo como entrenador, sino como una figura paterna. Habían compartido más que solo estrategias de combate.

El ojigris siempre había sido independiente y fuerte, pero Park sabía que detrás de esa fachada había un hombre que también necesitaba apoyo y comprensión, y se negaba a recibir eso.

Cada minuto que pasaba sin noticias lo llenaba de una angustia creciente. Se levantó y comenzó a caminar de un lado a otro del pasillo, tratando de despejar su mente.

Finalmente, vio a un enfermero salir de la sala de cuidados intensivos y dirigirse hacia él. Park se acercó rápidamente, sus ojos buscando respuestas.

— ¿Cómo está? ¿Puedo verlo?

El enfermero asintió, dándole una pequeña sonrisa tranquilizadora.

— Ya se encuentra estable, ya lo estamos trasladando a su cuarto. Puede verlo en unos minutos.

El entrenador Park sintió una oleada de alivio, aunque el nudo en su garganta no desapareció del todo.

Unos minutos más tarde, los médicos lo guiaron a su habitación.

Cuando finalmente entró en el cuarto y vio a Jaekyung inconsciente en la cama, cubierto de vendajes, su corazón se apretó. Se acercó y tomó la mano de su pupilo, inclinándose hacia él.

— Estoy aquí Jaekyung... Como dije una vez, no te dejaré solo en este ambiente tan hostil.

La promesa no era solo para Jaekyung, sino también para él mismo. Una promesa de mantenerse fuerte y ser el apoyo que Jaekyung necesitaba para volver a levantarse, una vez más.

[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO I (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora