106- La sonrisa del peligro

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El mago de magia negra, gracias a Elliot y Elina, terminó cayendo violentamente en el suelo en una zona más central, su cuerpo fue protegido gracias a los múltiples círculos mágicos que poseía en su cuerpo, pero varias capaz de estos círculos empezaban a romperse gracias a Elina.

Liberó maná de su cuerpo y expulsó el hielo que Elliot había puesto a su alrededor.

—¡¿Qué sacan con tratar de matarme?! ¡Todos ya están muertos!

Gritó con una sonrisa sarcástica a Elina y a Elliot, quienes bajaban para comenzar nuevamente su ataque. Elina, fue quién tomó el impulso más rápido y Elliot solo trató de no quedarse muy atrás, pero de pronto, sintió el fuerte llanto de Jess mientras iba bajando.

Debido a que el lugar había quedado devastado con miles de muertos y con un silencio inquietante, mientras que los demonios salían de diferentes portales, el llanto de Jess era el que más destacaba entre los pocos sonidos que había.

Elliot se desvió, ya que sabía que Elina seguiría dándole combate a este hombre, ya que, como dragón, su maná era casi infinito.

—¡¿Qué ocurrió?!

Gritó Elliot mientras se acercaba, luego se dio cuenta que tanto Jess como Erick estaban llorando, mientras que, a su lado, Daniel estaba tirado y sin moverse.

Elliot quedó paralizado por unos segundos y sintió un fuerte escalofrío que vino de su corazón al ver a su compañero y amigo tirado en el suelo. Se acercó lentamente apenas tocó el suelo y su armadura de hielo se deshizo.

—¿Qué... sucedió? ¿Por qué Daniel está en ese estado? Está bien... ¿Verdad?

Preguntó tratando de negar la peor de las opciones, pero Erick negó con la cabeza, mientras sus lágrimas no dejaban de caer, luego Jess se separó de Erick por unos segundos, con lágrimas en sus ojos igual.

—Lo siento... Elliot... No pude hacer nada...

Fue cuando Elliot se dio cuenta que Daniel estaba muerto, luego se acercó a su cuerpo y trató de curarlo, aunque sus extremidades estaban completamente frías, su pecho aún tenía algo de calor, pensó que por muy pequeña que fuera la posibilidad, quizás podría hacer que su corazón latiera nuevamente.

Pero por mucho que vertiera poder divino sobre él, nada pasaba, Daniel no volvía a respirar ni a abrir los ojos. Elliot no pudo evitar arrugar la frente y sus lágrimas empezaron a caer también.

—No puede ser... Daniel...

Puso suavemente su mano sobre los ojos de Daniel, para cerrarlos definitivamente, fue entonces cuando se escuchó otra explosión más, maná de fuego y maná oscuro estaban chocando entre sí, mientras que los demonios que salieron del portal evitaban acercarse al enfrentamiento y se dirigieron a donde estaban las personas muertas, para devorar sus cadáveres.

La cantidad de demonios no era pequeña, luego unos cuantos demonios se dieron cuenta de Erick, Jess y Elliot y se dirigieron hacia ellos. Elliot sabía que Erick estaba sin maná y que Jess estaba sin fuerzas, por lo que se quedó en ese lugar para protegerlos.

Incluso si eso significaba perder un fragmento, prefería la vida de sus amigos.

—Elliot, de verdad siento no poder ser más de ayuda.

Comentó Erick sintiéndose bastante mal por la situación.

—Está bien, no planeo dejarlos tampoco, si Elina toma el fragmento, es porque solo así estaba destinado.

Elliot lanzaba cientos de lanzas de hielo a cada demonio que se atrevía a acercarse, destrozándolo en segundos. Mientras estaba en eso, Elliot vio una sombra negra que iba a un rumbo diferente a los demás demonios, se trataba de Lewis en su forma de lobo.

El camino de un héroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora