El camino de un héroe

116- Lazos inquebrantables - [Fin historia principal]

—¡No quiero separarme de ti Elliot, contrátame como mercenario a tu lado al menos!

Gritó Daniel aferrándose a la pierna de Elliot y lloriqueando antes de que el barco de vuelta hacia Altair zarpara.

—Te dije que es un viaje que quiero hacer solo, al menos tienes un trabajo asegurado sirviendo a mi segundo hermano y seguirán disfrutando de los platillos del palacio.

Respondió Elliot con una sonrisa incómoda tratando de consolarlo, el llanto de Daniel se convirtió en un espectáculo para los transeúntes del lugar, al final, Elina le dio un golpe en la cabeza por hacerle pasar vergüenza, lo que lo noqueó de inmediato y ella lo subió a su hombro como si fuera un costal de papas.

—Te deseo un buen viaje, Elliot, aunque no me caes del todo bien aún, al menos gracias a ti disfruto de una buena comida todos los días.

—Gracias por tus deseos Elina, gracias por seguir cuidando de Daniel.

—No soy un dragón mal agradecido, tengo mi dignidad y aunque no quiera admitirlo, le debo la vida a este insignificante humano, bueno, nos vemos.

Elina levantó su mano como símbolo de despedida con Elliot mientras subía al barco privado de la familia real, Elliot se despidió con una sonrisa de ella mientras observaba como el barco comenzaba a alejarse de él lentamente.

Tras su despedida de Jess, Erick y Lewis, Elliot acompañó a Elina y Daniel al puerto en un viaje de unos cuantos días hasta la costa, después de eso, supo que al sur de Reveire habían algunas pequeñas islas que eran reconocidas por su belleza.

Fueron algunos días más de viaje para él, en donde por cada lado que pasaba, podía ver la belleza del reino y entendió porqué Erick le era tan leal a su rey.

Sin duda los impuestos que recaudaba estaban siendo bien usados para dar vida a la belleza del reino.

El sonido de las olas y las gaviotas volvió a hacerse presente, había una isla grande al sur de Reveire con otras dos islas inhabitables según las personas del lugar.

Como no habían barcos a esas pequeñas islas, Elliot formó una pequeña plataforma de hielo y se subió sobre ella, volando en dirección para ver las pequeñas islas no habitables.

Una vez llegó a la primera, vio que su tamaño no daba para más de veinte casas, además, su superficie era demasiado irregular, pero estaba llena de flores azules con el centro amarillo.

—Parece un buen lugar.

Comentó con una sonrisa, luego por una vez más, vio el paisaje en general y sintió la brisa marina, viendo como las gaviotas volaban cerca de él. Quería disfrutar del paisaje que no volvería a ver hasta dentro de mucho tiempo.

Luego siguió su exploración por la isla, hasta que, por una zona llena de flores, dio un mal paso y cayó hacia dentro de una cueva en donde llegaba poca luz solar.

Ahí, vio un estanque conectado a una cueva submarina y la arena de su alrededor era demasiado blanca.

—Supongo que estaba hecho para mí.

Suspiró Elliot con una leve sonrisa, luego en la arena, creó una superficie similar a una cama hecha de hielo y se acostó sobre ella, después sacó de su bolsillo la flor que había recibido en la noche de la boda de Jess y Erick.

—Mi deseo más grande... es volverte a ver, Eli... estoy seguro de que se hará realidad.

Mientras dijo eso, besó la flor sonriendo y se la llevó al pecho, sujetando la flor con fuerza y el hielo empezó a cubrir el cuerpo de Elliot lentamente. Pensó en todos los buenos momentos que pasó junto a ella, sonreía felizmente las veces en que tomó su mano, cuando tenían algunas interacciones divertidas y de como sería su nuevo encuentro, estaba seguro de que la volvería a ver nuevamente.