Capítulo 3: Esto sigue siendo un sueño

68.2K 1.8K 116
                                    

Mis nuevos despertar eran tan diferentes ahora, mirar mi celular entre dormida para ver la hora y solo lograr ver mi foto junto a mi ídolo era tan reconfortante, era algo que me hacía iniciar mis días mas alegre y pensar que definitivamente no tenía motivos para no sentirme agradecida de la vida. Muchos podrán preguntarse que sigue luego de haber cumplido el mas anhelado sueño, algunos piensan que luego de eso puedes "tranquilizar tu fanatismo" pero yo ahora siento que mi amor por él se intensificó mucho más y me siento más unida a él espiritualmente.
Pasaban los días y seguía sin poder creer nada, pero yo no sospechaba que todo estaba recién comenzando. Llevaba años intentando conocer a Justin y lo había logrado, pero si tuviera la posibilidad de verlo mil veces, mil veces lo haría, quién no?. Recibí una llamada de mi amiga Rocío y eso me hizo volverme loca.

-Supongo que ya lo sabes? -me habló eufórica en cuanto contesté la llamada.
-Sí -ambas gritamos-. Justin viene a pasar un fin de semana a Atlanta, creíste que pasaría alguna vez?
-Jamás, menos tan pronto luego de que lo conocimos, supongo que esta de más decir que debemos ir al aeropuerto, hotel y seguirlo por todos lados -rió.
-Claro que lo haremos -respondí muy segura.

Hablamos durante horas alucinando con seguirlo y poder abrazarlo una vez más, soñar era muy fácil. Contamos los días para que llegara por fin a Atlanta y el día en que debíamos ir al aeropuerto a esperarlo tuve que rogarle a mi padre que me llevara.

-Tu hermano puede hacerlo, yo tengo cosas que hacer -me respondió él.
-Solo necesito que alguien me lleve y me deje ahí, no voy a pedir que me esperen si pienso estar tantas horas -insistí.
-Dile a Sebastián que te lleve, él puede hacerlo cariño -volvió a decirme.
-Sebastián no va a querer -mi hermano de 22 años no me apoyaba demasiado en fanatismo por Justin.
-Ok, yo le diré y si no acepta te llevo yo, no te preocupes, dile a Rocío que esté lista para que pasen por ella en un rato -me besó la frente y sonreí.

Estuve ordenando un bolso con algo de galletas, jugo, leche, etc, pensábamos pasar toda la noche en el aeropuerto y no podíamos arriesgarnos a morir de hambre y que Justin nos viera derrotadas. Por fin mi mamá llegó a mi habitación para decirme que mi hermano me llevaría al aeropuerto, eso era un gran logro. Corrí al auto y le indiqué el camino para ir a buscar a Rocío, mis nervios volvían a estar a flor de piel, volvía a sentirme en el mejor momento de mi vida siempre que algo se relacionaba con Justin, me volvía loca de solo pensar en verlo a la distancia, con mi hermano mayor a mi lado no podía gritar como quería pero cuando Rocío subió al auto gritamos sintiéndonos apoyadas por cada una y Sebastián solo rió de nosotras.

-Cuídate Cassy, que ese Justin Bieber no te haga perder la cabeza, si necesitan que venga por ustedes me pueden llamar -dijo Sebastián amablemente mientras nos bajábamos del auto, solo asentí con la cabeza dándole un beso en la mejilla.
-Mira esto, esta llenísimo Cassy, jamás lograremos verlo -me dijo Rocío desanimada.
-Que positiva -reí irónica-. Vamos, no importa la distancia a la que lo veamos, podremos verlo en el hotel de nuevo, este fin de semana no pienso dejar de seguirlo -dije segura mientras caminaba hasta dentro del aeropuerto.
-Ok ok, yo te sigo.

Horas y horas de espera en donde conocimos a varias beliebers más, hablábamos un poco mientras todas estábamos pendientes al celular atentas para ver cualquier cosa que él pudiera publicar, pero no había nada, ya era de madrugada y no había ni si quiera señales de que pudiera llegar, los guardias del aeropuerto se burlaban de nosotras y nos decían que deberíamos irnos a dormir antes de seguir esperando, muchas lo hicieron y solo quedamos unas pocas ahí, pero yo no pensaba moverme de ahí, dije que no me iría sin verlo llegar y así lo hice. Por fin llegó cerca de las 4 de la madrugada, los rumores del aeropuerto decían que estaban revisando sus documentos y tardó bastante en aparecer, pero por fin lo hizo, llegó por la salida normal de personas, aunque rodeado de guarda espaldas, nosotras de pié gritando por él y él ni si quiera nos miró, lo seguimos y lo seguimos hasta donde habían camionetas esperándolo y ahí por fin nos dio una mirada de segundos y saludó con su mano, solo eso nos provocó una total locura, las lágrimas caían de los ojos y luego de que se subió a una de las camionetas algunas niñas se iban, yo seguí ahí junto a Rocío, ningún automóvil avanzaba.

-Sigámoslos -le dije a Rocío cuando por fin pude hablar luego de la impresión.

-Estás loca, no tenemos auto, aquí ni si quiera hay taxis -rió.

-Pero podemos correr hasta que salgamos totalmente del aeropuerto y ahí si hay taxis -sonreí entusiasmada.

-Estás loca -bufó, pero las camionetas estaban comenzando a avanzar y comencé a correr, ella solo me siguió como lo buena amiga que es.

Dentro del aeropuerto no conducían muy rápido, pudimos seguirnos aunque bastante cansadas, pero cuando estaban a punto de salir totalmente del lugar las camioneta se detuvieron, eran dos y uno de los vidrios se bajó, nosotras estábamos respirando con complejidad y miramos sorprendidas a la ventanilla que estaba libre.

-Piensan correr hasta que llegue al hotel? -era su voz, lo miré y era él, Justin habló con una sonrisa divertida en sus labios y nos miraba a nosotras, se estaba dirigiendo a nosotras-. Están solas? -volvió a hablar cuando ninguna respondió.

-Si -dije con un hilo de voz.

-Viven lejos de aquí?

-No mucho -respondió Rocío cuando se dio cuenta que yo no podía hablar.

-Chicos, vayan a la camioneta de atrás, llevaré a estas chicas a su casa -le habló Justin a sus guardaespaldas y ellos obedecieron de inmediato-. Pueden subir aquí, solo les pido que no griten -sonrió.

"No puede ser", pensé mientras lo observaba con su sonrisa tierna, ésto sigue siendo un sueño, un total y completo sueño.

--------------------------------------------------------

He ain't all bad © (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora