Capítulo 4: No sabes cuánto significas para mí

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Rocío se sentó al lado de Justin y yo al lado de ella, solo lo miraba hipnotizada mientras él le hablaba a su guardaespalda que había quedado en el asiento delantero del auto y a su chofer.

-Pueden indicarle a Luke donde está su casa? –nos miró mientras nos indicaba que Luck era el señor que estaba conduciendo.

-Si –respondió Rocío y le dio la dirección de mi casa al chofer-. Oh por dios no puedo creer que estamos contigo –le habló Rocío a Justin sorprendida y él sonrío.

-Sí están conmigo, no soy tan sorprendente –rió un poco-. Estuvieron mucho tiempo esperándome?

-Sí, bastante, estuvimos a punto de irnos pero Cassy insistía en quedarnos –sonrió Rocío mirándolo.

-Cassy? –preguntó él.

-Mi amiga, la muda de mi lado –bromeó Rocío y él sonrió-. Te ha visto dos veces y sigue quedando muda al tenerte en frente, a mí solo me pasó la primera vez –rió.

-Dos veces? –me miró a los ojos.

-Te conocimos en el m&g de hace varios días atrás –hablé por fin y él me miró detenidamente.

-Oh, creo que te recuerdo –sonrió-. Debes estar tranquila, como puedes ver soy un chico común corriente.

-No creo que me recuerdes –hablé con timidez y una pequeña sonrisa-. Somos tantas las que te seguimos día a día que no pienso que puedas recordar a nadie.

-Si puedo recordar, quizá no sabía tu nombre pero si podía recordar tu rostro o el de algunas otras chicas, pero ahora ya sé tu nombre Cassy –sonrió levemente.

-Justin, nos seguirías en twitter? –habló Rocío sonriente.

-Claro que sí –sonrió él-. Anoten sus cuentas aquí –le entregó su celular a Rocío y ella comenzó a anotar las de ambas mientras a mí nuevamente me comenzaron a caer lágrimas inevitablemente.

-Qué sucede cariño? –me habló él tiernamente-. No deberías estar llorando, deberías estar feliz, viniste a verme al aeropuerto y estás conmigo en un auto camino a tu casa –sonrió.

-Todo me parece demasiado increíble –hablé con dificultas secando mis lágrimas-. No sabes cuánto significas para mí Justin, no sabes cuánto significas para muchas beliebers, no solo somos niñas gritonas –las lágrimas seguían cayendo y cada vez hablaba con más seguridad-. Tú has salvado muchas de nuestras vidas, muchas nos sentimos felices día a día solo por ti –sollocé un poco y él me miraba ahora serio, Rocío se mantenía en silencio y ya le había entregado su celular.

-Ustedes también son muy importantes para mí –estiró su mano para tocar la mía, sentí una pequeña electricidad recorrer mi cuerpo-, sé que jamás podré corresponderles a todas como quisieran, no puedo responderle a todas en las redes sociales, ni tampoco seguirlas, pero las amo –dijo mirándome a los ojos.

-Ahora si nos seguirá a nosotras Cassy –Rocío puso una de sus manos en mi hombro-, recuerdas cada día twitteandole millones de veces y jamás nos notó? Ahora nos seguirá –sonrió-. Verdad Justin?

-Claro –dijo él con una pequeña sonrisa.

-Cuántos días te quedarás? –preguntó Rocío.

-No lo tengo decidido, vengo a descansar y mañana por la mañana llegará un amigo a hacerme compañía.

-Quién es? –preguntó mi amiga de inmediato.

-Ryan –sonrió él.

-Espero que logres descansar y deshacerte de los paparazzis aquí –sonrió ella.

-No lo creo, nos han estado siguiendo desde que salimos del aeropuerto –rió él y ambas miramos hacia atrás, era cierto.

-Debe ser difícil lidiar con ellos –hablé nuevamente-, espero que no te demos problemas.

-No te preocupes –sonrió él-. Qué edad tienen? Me sorprende que sus padres las hayan dejado ir al aeropuerto solas.

-19, ambas y su hermano nos fue a dejar, Cassy insistió en que quería quedarse toda la noche y él dijo que si queríamos volver lo llamáramos, pero ella quería correr tras de ti –rió mi amiga parlanchina.

-Hemos llegado –habló el hombre que conducía con una voz muy fuerte y ronca, miré por la ventanilla y estábamos exactamente en mi casa.

-Oh dios, no puedo creer que estuvimos hablando aquí contigo y no tomé ninguna fotografía –se lamentó Rocío.

Justin sacó su celular y con la cámara frontal nos enfocó a los tres y tomó una fotografía luego de decirnos que sonriéramos a la cámara.

-Ésta foto estará en mi instagram –sonrió él.

-Gracias por todo Justin, eres increíble –se despidió Rocío.

-Gracias –hablé avergonzada aún-. Jamás pensé que serías así –lo abracé un poco por sobre mi amiga que estaba en medio, su abrazo, nuevamente sentí su abrazo y pensé que me iba a desmayar en ese minuto.

Bajamos de la camioneta y se fue de inmediato cuando entramos a mi casa, ambas nos miramos sorprendidas y nos abrazamos mientras llorábamos. “Esto deben saberlo las chicas del m&g”, me dijo Rocío y de inmediato agarró su celular y comenzó a hablar en el grupo de whatsapp, llegamos a mi habitación silenciosas para no despertar a nadie, ya estaba amaneciendo y no quería despertar a todos a mi casa antes de tiempo, Rocío hablaba emocionada por whatsapp mientras yo seguía casi hipnotizada pensando en el momento mágico que habíamos vivido. “Soy un chico común y corriente”, me había dicho él, pero para mí jamás sería ni común ni corriente. Me quedé totalmente dormida unos minutos después y solo pude dormir unas horas, cerca de las 11 del día mi mamá ya estaba despertándonos llamándonos a desayunar. Al abrir los ojos miré a Rocío, ambas teníamos sombras bajo los ojos y nos miramos sorprendidas.

-Lo de anoche fue un sueño? –le dije abriendo mis ojos como platos al recordarlo.

-No, fue real, él nos trajo a tu casa –me dijo con una gran sonrisa y ambas gritamos y comenzamos a correr escaleras abajo hasta llegar al comedor.

-Silencio niñas –nos miró mi mamá-, me tienen que explicar cómo llegaron a casa, Sebastián dice que a él no lo llamaste –me miró enojada.

-Justin nos trajo –explotó Rocío.

-Qué? –rió mi madre-. Ustedes están locas.

-No, es real –gritó Rocío abrazándola y luego la abracé yo, nos sentamos en la mesa y comenzamos a contarle todo.

-Ustedes deben ser las chicas con más suerte sobre este mundo, su ídolo las trajo a casa –sonrió mi madre mirándome alegre.

-Instagram! –gritó Rocío y comenzó a buscar en su celular, sus ojos se llenaron de lágrimas y me miró emocionada con una gran sonrisa.

Vi la pantalla del celular, era el instagram de Justin, la foto estaba ahí, era cierto todo y la descripción decía “Siempre es bueno compartir un rato con mis beliebers”, sentí que mi corazón se detuvo y no paraba de llorar, mi mamá me miraba emocionada y comenzó a llamar a mi papá y a mi hermano para contarles, nadie podía creerlo, todo era tan sorprendente, pero era cierto, todo era totalmente cierto y pronto nuestros celulares comenzaron a sonar una y otra vez, nuestras amigas beliebers o cualquier persona que se enteraba nos llamaba sin poder creer todo.

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He ain't all bad © (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora