Wattpad Paradox

Parte 9

Más allá de la frontera, en tanto todos los demás escritores estaban en su ciudad.

Una muchacha se despertaba de su letargo.

Observando todo a su alrededor, quedando confusa al ver a colosal estructura que conformaba el lugar donde estaba tirada.

—Q... que está pasando...? Donde estoy...?— se preguntó la muchacha para sí misma a la vez que se levantaba lentamente del suelo.

Con su habitual ropa cambiada por un conjunto invernal de color fucsia, así como unas botas y un sombrero que la protegía del frío que sentía.

—Qué bueno que despertaste— escucho la adolescente a su lado, cosa que la sobresalto.

—Hola Janette—

—Elizabeth...? Que está pasando?— pregunto la muchacha a la vez que su amiga le ofrecía su mano para levantarse.

—Ven conmigo por favor...— susurro la joven a la vez que ambas mujeres comenzaban a caminar a lo largo del desolado lugar.

—Elizabeth, porque estas vestida de monja? Y porque es que siento que me falta el aire?— Janette.

—Janette, esta es una iglesia...— susurro su compañera.

—Y aunque no me lo creas... necesitamos tu ayuda—

—Mi ayuda...?— Janette.

—Como bien ya sabes, las brujas y la iglesia son enemigos jurados... pero en este momento, las diferencias no importan— comenzó a explicar la muchacha.

—Desde hace unos meses, nos llegó el aviso de una gran amenaza para nosotros... un ejército está a punto de atacarnos, junto con su ciudad—

—Un ejército? Porque?— Janette.

—Ellos están buscando algo que nosotros tenemos... que nosotros protegemos... y si ellos logran obtenerlo, solo traerán destrucción y desesperación al mundo... necesitamos tu ayuda y la de Salem— Elizabeth.

—P-pero entonces porque no trajeron a Salem conmigo?— pregunto la adolescente a la vez que ambas chicas atravesaban unas puertas de madera.

Dando acceso a unas escaleras que bajaban hacia algo parecido a un sótano.

—La iglesia tiene muchos secretos Janette... hemos hecho cosas horribles... y desgraciadamente, Salem no sería capaz de perdonarnos si solo aparecemos y le pedimos ayuda...—

—Puedo perder mi timidez por un ratito...?— Janette.

—Eh... si?— Elizabeth.

—Bueno, primero que nada sus archienemigos han secuestrado a su amiga y la llevaron a un lugar apartado donde pueden hacer lo que quieran, toda nuestra ciudad está en peligro y ustedes tan tranquilos aquí, cuando tienen seguidores a lo largo y ancho del mundo, me dejan entrar a mí, una bruja, su enemigo, a su santuario secreto y han matado a miles de los míos solo por eso de "En nombre del señor"... me tienen aquí cuando tendría que estar ayudando a mis amigos, y ahora quieren que yo hable con Salem para que nos los mate y los ayude... no sé, podrías haberte detenido y pedírselo como persona, como amiga, como mujer, quizás el obispo en persona podría haber ofrecido disculpas y tratar de hablar con ella, y ya en eso, tal vez una compensación por todos los siglos de cacería y más eso, la iglesia católica es una de las peores religiones que existen... hay miles de formas que esto pudo arreglarse y no lo hicieron, el cura será muy fanboy de dios pero conozco gallos que parecen Sherlock Holmes a su lado... termine— Janette.