Wattpad Paradox

49: Despliegue

—Retirada!! Reti-!!
—A donde vas?! —exclamó Cat antes de desplegar una lluvia de balas sobre el hombre que cayó en un charco de sangre—. No puedes hacer algo Nefty?!

—No puedo! Es diferente a cuando nos atacó el ejército. Se me pasa la mano un poco y los niños pueden morir! —exclamó la chica en tanto las balas y granadas impactaban su cuerpo, resonando y autodestruyendose—. Donde demonios está Pierrot?!

—Aquí vienen más! Preparadas! —Kaede.

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Un estruendo resonó de pronto, al mismo tiempo que la estructura temblaba descontroladamente. Y mientras todos luchaban para sobrevivir, dos chicas escapaban a toda prisa del enorme soldado que las perseguía por los destruidos pasillos del orfanato.
Cruzaban por pasillos y entraban por puertas, salían de cuartos y subían por escaleras.
La única ventaja sobre aquel mercenario era su conocimiento sobre aquel lugar tan conocido por ambas.

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—Señor, Iro está persiguiendo a Plusu y a la chica Taby.

—Iro? Maldita sea, manden refuerzos.

—P-pero señor, Iro tiene todo bajo control..

—Sé que cumplirá su misión.. —dijo el jefe mostrando una expresión levemente preocupada—. Lo que me preocupa es que se le despierten esos viejos hábitos... Plusu no servirá de nada si está rota.

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—Taby!!

—Sigue corriendo!! —gritó la adolescente mientras escapaba a toda prisa sin soltar la mano de la niña.

Las paredes eran destruidas por las brutales embestidas del hombre, quien perseguía a las dos jóvenes que trataban de llegar a un lugar seguro.

El sonido de explosiones y disparos resonaban con fuerza en todo el establecimiento, el caos se apoderó del orfanato. Y a la lejanía se observaban las siluetas de varios grupos terroristas que llegaban para ayudar a los suyos.

—Cuidado!! —grito uno de los mercenarios al ver como una munición anti tanques se dirigió hacia ellos, sin embargo no hubo tiempo de reaccionar.
Buena parte del grupo fue exterminado de golpe.

—Que mierda fue eso?!

—Estamos a un kilómetro del orfanato, como nos vieron?

—Sigan adelante, sólo fue suerte!

—Ahí viene otro!!!

La detonación fulmino a los pocos sobrevivientes. Una muerte instantánea.
Mientras tanto, desde el techo del orfanato, una delgada figura femenina jadeaba adolorida.
Con sus brazos temblando debido a la fuerza del retroceso y cubierta por humo y cenizas del edificio y el rifle antitanques. Para ella todo era claro, podía verlo, el caos que cayó sobre los pobres huérfanos; El destello de sus ojos fucsia empezaba a ser comprendido.