74: Familia

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Maldita sea...

Cálmate Hazuki... —Comento la gata negra mientras veía Kaede y su contra-parte buscaban algo a lo que aferrarse.

Todos en aquella embarcación temían acercarse a la isla con el fuego ahora extinguiéndose.
Aquella pesada sensación ya conocida por ellos los mantenía en sus lugares, sintiendo como su cuerpo se volvía pesado en lugar de calmarse conforme transcurrieron los minutos.

Debido a todo aquel inesperado impacto psicológico todos se olvidaron por completo de que su ciudad estaba bajo amenaza.

Fue hasta que Taby tosió, sacando de aquel trance al grupo que se dio cuenta del lugar y momento en que se encontraban.

Cat—. Me... mejor vamos...

Kaede—. Yo conduzco...

Mientras el pequeño bote se acercaba a la isla todos observaban los vestigios del fuego que lentamente se apagaba barrido por el viento que soplaba.
Ya haya sido por el temor de pensar lo que podrían encontrar en aquel lugar o la ansiedad provocada por el estruendo que causo la bestia aun desbocada en algún punto de la isla, el grupo de jóvenes estaba casi perdido en sensaciones conforme se acercaban lentamente a la costa.

El sonido de las olas ahora en calma, ademas de aquel peculiar olor a pescado mezclado con el hedor de llamas consumiéndose.
Ya en paz todos pudieron notar que desde que Aela soltó aquel llanto las cenizas se esfumaron sin regresar nuevamente.

Cuando la embarcación toco tierra Cat y Jake fueron los primeros en bajar, sin embargo cada paso resultaba mas pesado que el anterior.
No estaban heridos, en su lugar era el latente temor de encontrar a Black Jack en aquel desolado y pequeño lugar.

Todos se pusieron en guardia al ver una silueta que se asomo de entre las cenizas y escombros de la instalación, aunque todos se relajaron al distinguir la femenina figura de aquella persona.

Jake—. Levan... estas bien?

Que paso?

Kaede—. No lo recuerdas?

Se que Lili me tenia tirada en el suelo, pero... ay mi cabeza...

Siéntate... creo que hay que hablar... —comento la gata negra sin apartar la vista del chamuscado horizonte, estando lista para actuar o al menos intentarlo, de ser necesario—. Por cierto... sentiste su presencia?

Esa que se parece a Black Jack? si... de hecho fue por eso que creo que reaccione...

Kaede—. De que hablas? es el.

Lana—. Black Jack? El hombre mas peligroso de mundo?

Ese no era Black Jack.

Jake—. Por que estas tan segura?

Conozco muy bien esa presencia... no era Black Jack...

Janette—. Entonces quien era?

Hermano... —susurro la espadachín al ver la sombra del payaso acercándose lentamente hacia el bote, llevando consigo un pequeño bulto entre sus brazos y una mirada desoladora en dirección al grupo.
A pesar de verlo a la distancia todos distinguieron aquella extraviada mirada en el inventor que parecía perder fuerzas con cada paso.

Sin movimiento ni sentimiento, la ídolo cayo de rodillas al ver a su hija acercarse cada vez mas en las manos del payaso, un punzante dolor en su pecho acabo con su poca vitalidad hasta el punto que por momentos deseo ocupar el lugar de su bebe.
Solo contemplo el suelo mientras escuchaba las pisadas del kala rakta en la grava, sin fuerzas para reaccionar o moverse, su único pensamiento y anhelo era escuchar una ultima vez la voz de su hija.

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