Waves -Finn Wolfhard-

12. Lost on you.

Alex:

—Hermosa Alexandra, ¿Tienes algo que hacer mañana en la tarde? —alce una ceja viendo a Finn acostarse en mi cama.

Bueno, no era mi cama, era la del hotel. Pero era la mía.

—¿Por qué preguntas? —lo miré confundida.

—¿No te gustaría salir con tu persona favorita?

—¿Y quién se supone que es mi persona favorita?

—¡Tu ex favorito! —rodé los ojos y golpeé su hombro—. Di no al maltrato, lindura.

—No sé por qué crees que quiero salir con Caleb —tomé mi celular en manos—. Prefiero quedarme en mi cama que salir con él.

—¿Ni siquiera por qué la comida será gratis?

—Como sino pudiera pagarme mi propia comida —lo miré—. ¿Por qué insistes en salir con él?

—Es que... le pedí un favor y él me pidió este, así que lo estoy haciendo —sonrió.

—¿Y qué soy yo? ¿Un objeto para ti? ¿Un objeto con el que puedes negociar?

—No, es que no es como crees —hice un ademán con mis manos para que se callará.

—No soy un objeto con el cual tú y Caleb puedan jugar y usarme como un favor. Estoy cansada de tus juegos conmigo, déjame en paz.

—¡No es así! —golpeó su frente—. Te quiero ayudar a que sonrías y le pedí consejos, ¡Y él me dijo que quería salir contigo para decirte algo!

—¿Por qué demonios le preguntas a alguien que me hizo ser infeliz cómo hacerme feliz? ¡Ni siquiera tiene lógica! —me levanté de la cama cruzándome de brazos.

—Porque conmigo nunca quieres hablar de ti — se sentó en la orilla de la cama—. Perdón si fui muy entrometido, pero solo quería verte sonreír más.

Lo miré detenidamente mientras el miraba sus zapatos.

No parecía tener malas intenciones respecto eso, pero no me agradaba la manera en que buscaba las cosas.

Suspiré sentándome a su lado.

—Está bien, saldré para ver que tiene que decirme. Pero, tienes que dejar el tema de Caleb en paz, Wolfhard.

—¡Hecho, gruñidos!

{...}

No sé cómo había terminado aquí pero ahí estaba, sentada frente a mi peor pesadilla. Caleb, quizá no era tanto él, era el hablar con él sobre el pasado.

—Gracias por aceptar venir aquí conmigo —habló mientras me miraba.

—Vine porque Finn me lo pidió y porque no tengo mucho que hacer aquí más que estudiar en línea —me alce de hombros jugando con el servilletero frente a mí.

Caleb estaba sentado frente a mí sin intenciones de despegar su vista de mí.

—¿Estudias igual qué Finn? —asentí mientras tomaba de mi agua—. De todas maneras, te agradezco que hayas venido aquí...

—Mary me trajo así que técnicamente yo no vine por mi cuenta —interrumpí.

—Como decía, sé que quizá te caigo mal.

—De hecho, no me caes mal —sonrió—, te odio —sonreí esta vez yo y borró la suya.

—¿En serio me odias? Sé que lo que te hice fue horrible y sé cómo te sentiste...