Waves -Finn Wolfhard-

31. Little Things.

Narrador:

—¡Finn, si no sales de ahí ahora mismo te dejo aquí! —gritó por décima vez Alex.

—¡Te dije que ya voy! ¡Espérame! —gritó desde el camerino.

—¡Uno! ¡Dos! —alargó las palabras—. ¡Tres! ¡Tres y medio! ¡Y casi me voy!

—¡Ya cállate, Alex! —Alex giró viendo al dueño de la voz, Caleb. El joven se acercaba a ella bastante sonriente a decir verdad.

—Oh, este idiota no, por favor —susurró para sí misma recargando su cabeza en la puerta—. Finn, si no sales ahora el diablo viene por mí.

—¿El qué?

—No me ignores, vamos por la comida, los estamos esperando.

—Estoy esperando a Finn, gracias —rodó los ojos y le dio la espalda—. Ya te puedes ir.

—¿Quién es, Kendy?

—Después te alcanza —tomó su mano y la jaló hacia el comedor.

Alexandra pensó en poner resistencia, pero ya tenía hambre y tenía más de media hora esperando a Finn, además que no había comido en todo el día. Pero sobre todo Caleb la jalaba con fuerza.

—¿Qué quieres de comer, Ale? ¿Ya te dije que hoy te ves radiante? —la chica alzó una ceja.

—En primera, no me halagues tú, no me gustan los halagos de tu parte. En segunda, ¿Es buffet o qué? —preguntó mirando toda la comida que había.

—¿Y entonces de quien sí aceptas halagos? Ah, y es sábado de comida hasta reventar —dijo tomando un plato y extendiéndole otro a la pelirroja—. ¿Quieres cuchara o tenedor?

—No te incumbe. Ambas.

—Gracias por esperarme, creí que era mentira eso de irte sin mí —Finn se acercó a Alex y le quitó su plato a Caleb—. Es increíble que me hayas dejado plantado. Eres increíble, Evans.

—Deja el drama, animal —rodó los ojos y comenzó a servir su comida—. Caleb me jaló y tenía hambre, ¿Qué querías que hiciera?

—¡Ese era mi plato! —exclamó Caleb tomando otro.

—También ella era tuya, pero también pasó a mejor vida conmigo —susurró Finn y Alex le dio un codazo.

—Te oí, imbécil.

—Una broma al año no hace daño.

—¿Qué dijiste, Finn? —preguntó Caleb frunciendo el ceño—. ¿Qué Alex es tuya?

—No sé, depende de que escuchaste.

—Uh, te dijo objeto. Te dijo que eras de él, te trata como objeto, ¿Qué es eso, Ale? —alzó una ceja le moreno.

Alex puso sus ojos en blanco ignorando al muchacho que no dejaba de hablar.

—Perdón, ¿Qué no eres tú el ex posesivo que le dijo indirectamente que si no estaba contigo no tenía derecho a ser feliz? —se cruzó de brazos Finn viéndolo.

—¿Y no eres tú el imbécil que creé tener oportunidades con ella?

—Ya es suficiente Caleb —regañó Alex mirando a ambos—. Deja a Finn en paz, ¿Bien? Nuestros asuntos no son de tu incumbencia. Ya cállate.

—Pero...

—Pero nada —le interrumpió—. Yo me las arreglo, no necesito que me defiendas, yo sé cómo me llevo con él. Y tampoco llames imbécil a mi imbécil —le dio una última mirada para después jalar a Finn junto con ella un poco más lejanos de Caleb.