64. There's nothing holdin' me back.

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Narrador:

Hoy era el último día de grabación en el set de Stranger Things, cosa que ponía bastante alegre a Finn, pues sentía que así ya tendría más tiempo libre para poder concentrarse en su banda y en su familia.

—¿A qué hora terminarás hoy, baboso mío?

Finn se giró en sus talones para ver a la chica adormilada que tenía como acompañante, quien portaba enrollado en su cuerpo su cobija y le miraba con los ojos achicados por el cansancio. Sonrió inconscientemente viendo la manera tan tierna en que lucía ante sus ojos.

—Cuando te dije que me hablaras románticamente no me refería a eso, Kendall.

—¿No te parece lo suficientemente romántico que te llame baboso mío?

—¿Qué tiene de romántico?

—Que te dije "mío." Nadie más tiene ese privilegio —guiñó.

—Ponle un poco más de sentimiento, ámame bien.

—¿A qué maldita hora terminas de besarte con tu amante la ex pelona, animal?

—A las dos. Termino de ¡Trabajar! A las dos —rodó los ojos.

—¿Trabajo por ponerme los cuernos?

—Sabes que soy tuyo —guiñó—. Trabajo para que dentro de diez años tú me mantengas, mi amor.

—No —bostezó abriendo la puerta del auto—. ¿Qué es gracioso? —le miró con los ojos aún más entrecerrados al escuchar a sus espaldas las risas del chico.

—¿Te he dicho lo tierna que luces en las mañanas? —acarició su mejilla.

—¿Estás seguro de eso? ¿Con todo y pijama? —asintió energéticamente—. ¿Y mi cabello despeinado y enredado? ¿Y con pantuflas? —asintió—. ¿Incluso con mi cobija de Hello Kitty?

—Me encanta.

—¿Incluso con mi cara de drogadicta y voz ronca de las mañanas?

—Incluso con eso, Evans —sonrió—. Pero ya vete a cambiar, ya nos vamos o se hará tarde.

—Así me voy a bajar, si te da vergüenza lo siento mucho, son las seis y yo necesito dormir doce horas diarias.

Finn le miró burlonamente creyendo que era una broma, pero al ver como Alex se subía al auto exactamente igual que antes dejó de reír acercándose a ella.

—¿No estabas bromeando? —asomó su cabeza dentro del auto.

—No —respondió recostándose sobre todo el asiento trasero—. ¿Creíste que estaba bromeando? ¡Son las seis de la madrugada, Wolfhard! ¡No me pienso cambiar!

—Luego no estés lloriqueando porque mis otras novias te hacen memes, babosa.

—Tenemos dos cosas que aclarar —levantó la cabeza para verle con los ojos entrecerrados—. Tu única novia, amante y lo que sea soy yo —sonrió—. Y en segunda, si me vuelves a hablar con ese tono, cuando me despierte te haré un drama del tamaño del mundo.

—¿Y tú por qué si puedes tener de novia a Ayla y de amante al vecino?

—Para empezar Ayla es mi esposa, no mi novia. Y el amante eres tú.

—Tienes a semejante bombón de novio y no lo aprovechas, Evans —se señaló a sí mismo—. Estoy enojado.

—Me parece que no me importa. Súbete o cierra la puerta, tengo frío.

—¿Te caliento?

—¡Finn!

—No lo dije en doble sentido, tú lo pensaste.

Waves -Finn Wolfhard-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora