Finn.Era hermoso.
Despertar y ver el hermoso rostro de mi chica a mi lado, su cuerpo cubierto por las mantas, sus ojos cerrados y en completo silencio siendo su respiración lo único audible.
La había visto dormir múltiples veces a lo largo de los años, pero despertar junto a ella ésta vez, era una sensación incomparable. Amaba tenerla junto a mí al despertar, el como su olor permanecía en la cama todo el tiempo, y el sentir de su piel con la mía.
Las yemas de mis dedos jugaban en su espalda desnuda acariciándola lentamente en movimientos circulares una y otra vez sintiendo el tacto de su suave piel.
Amaba saber que a partir de éste día, jamás volvería a despertar solo. Ella siempre estaría durmiendo a mi lado.
—Buenos días, esposa —susurré al notar que sus ojos comenzaban a abrirse, parpadeó varias veces intentando acoplarse a la luz de la mañana proveniente de la ventana.
Una sonrisa se escabulló de mis labios al verla adormilada tallando sus ojos con sus manos.
—Apaga la luz. Tengo sueño —gruñó estirando sus brazos y piernas.
—Es de la ventana, no me eches la culpa porque amaneció —dije divertido sin quitarle la mirada de encima.
—No tengo ganas de nada. ¿No nos podemos quedar en cama todo el día? —volteó su rostro viéndome con un puchero adorable en su rostro.
—¿Solo acostados todo el día, cariño?
—Películas, palomitas, comida que para nada es nutritiva y en unos días te obligaré a bajar junto conmigo corriendo por las mañanas, tú y yo.
—Sería un gran plan, pero debemos ordenar un poco nuestro armario, acomodar las cosas que faltan, y debemos hacer la despensa para no morir de hambre.
—¿Y qué te parece si lo haces solo? —sonrió coqueta y negué con mi cabeza acariciando sus mejillas con las yemas de mis dedos.
—A ti no te gusta como ordeno las cosas, sería trabajo en vano, porque tú lo terminarías cambiando todo el lugar.
—Triste realidad. Cinco minutos más y hacemos las cosas pendientes —asentí y besé su cabeza antes de levantarme—. Finn... —sonreí.
Algo tenía su voz soñolienta de las mañanas que me transmitía tranquilidad y me encantaba escucharla. Era una mis debilidades cuando hablaba de esa manera.
—¿Qué pasó? —asomé mi cabeza desde la puerta.
—¿Por qué te vas de la cama? —hizo un puchero alzando su cabeza de la almohada—. Ven aquí ahora mismo.
—Iba a bañarme —dije divertido—. ¿No quieres que me bañe?
—Sí —respondió obvia—. Pero primero dame el amor que me merezco. Quiero mis besitos y cariñitos matutinos.
—Nunca los quieres —fruncí el ceño divertido cruzando mis brazos—. Cada vez que despertábamos juntos e intentaba hacerte cariñitos me dabas un manotazo porque querías seguir dormida.
—Pues ya me desperté, ven y dame amor —volvió a recostar su cabeza.
—Eres una berrinchuda —rodé los ojos y decidí regresar junto a ella..
Kendall inmediatamente me cubrió con las sábanas y me abrazó apoyando su cabeza en mi pecho.
—Así está mejor —dijo cerrando sus ojos al mismo tiempo que me brindaba una bella sonrisa prolongada—. Te amo.
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Waves -Finn Wolfhard-
Fanfic❝ Me hiciste sentir como si el mundo fuera mío y ahora no importa lo que digas, sin ti el cielo está siempre gris. ❞ {TERMINADA}