63. Like to be you.

2.5K 210 234
                                    

Alex:

—Finn, hazme caso inmediatamente —ordené mientras caminaba detrás de él.

Abrió la puerta de la casa y se detuvó analizándome unos segundos, sonreí creyendo que finalmente me estaba esperando o que se dignaría a decirme algo. ¡Y el maldito me cerró la jodida puerta en la cara! ¡En la cara! ¡Solo me esperó para cerrarme la maldita puerta!

Abrí la puerta con fuerza y busqué con la mirada al maldito jirafón que se había atrevido a ilusionarme para luego joderme en segundos.

—Gracias por el portazo en la cara, era justo lo que necesitaba —comenté con molestia cruzada de brazos.

El chico posaba acostado en el sofá de la sala alzó la mirada bastante serio hacia mí parecía que buscaba algo que decirme.

—¿Me puedes dejar en paz? Creo que ya hablamos lo que teníamos que hablar, mentirosa.

Maldita sea, estaba hasta el cansancio.

Sabía a la perfección que debíamos hacer las paces, y en verdad me lastimaba que estuviese portándose tan grosero. Y no digo que no me lo merezca, pero me dolía.

Comprendo que lo que hice estuvo mal, pero si las cosas seguían así terminaría llorando, y no quería ni podía hacerlo.

Porque si lo hacía él podría creer que solo lo hacía para que me perdonara, y no quería eso. Estoy harta de siempre verme débil.

Quería solucionar las cosas, pero no quiero llorar. Y si seguíamos de ésta manera es todo lo que lograría.

—Bien, lo que digas —murmuré dándome la vuelta para ir a mi habitación.

—Al fin.

Odiaba esto. De verdad.

{...}

—Hey... —abrí los ojos lentamente tratando de adaptarme a la luz proveniente de la ventana.

Parpadeé encontrándome con un vagabundo quien solo me miraba detenidamente.

—Hey, ya despertaste, mugrosa.

—¿Qué mierda haces, Nick? ¡Estaba dormida!

—¿En serio? —dijo sarcástico—. ¿Se puede saber por qué no estás compartiendo saliva y manoseos con Finn como siempre?

—Está enojado conmigo —me alcé de hombros tratando de pretender que no me importaba pero haciéndome ganadora de una horrible mirada por parte de Nick—. Te ordeno que dejes de verme así.

—¿Y por qué no levantas tu flojo trasero y vas a pedirle perdón?

—¿Y qué te hace creer que soy yo quién la cagó? —levanté mi ceja.

—Porque si hubiera sido Finn te aseguro que estaría detrás de ti como perro callejero pidiéndote perdón mil veces.

—Touché —reí desganada—. Pero no puedo hacer nada, me ignora de todas maneras.

—¡Levántate de una vez, mocosa! —jaló mi cobija—. ¡Arriba, flojonaza!

—No, le pedí perdón, me dijo que no, no tengo ganas de nada, no quiero levantarme y fin de la historia.

—¿Y qué te dijo cuando le pediste perdón? —cruzó sus brazos.

—Ay, no sé. Déjame dormir, solo dormí una hora —me volví a recostar y él volvió a jalar mis mantas—. ¡Nick, esto no es un juego!

Waves -Finn Wolfhard-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora