Alex:
—Amor, mira es que... —decía Finn inclinándose a mí.
Negué con la cabeza lentamente sintiéndome abrumada. Me apoyé de los barrotes de las escaleras para sentarme en el piso sintiendo como todo se me venía encima.
No podía prestarle ni la más mínima pizca de atención a lo que Finn me decía, no escuchaba nada por más que lo intentara. Me sentía tan asqueada y aturdida.
Estoy tan cansada de esto.
Miré de nuevo el sobre y lentamente lo dejé caer de mis manos hasta el piso. Me estaba costando mucho el habla, así como la respiración. Me sentía atorada en mi propia respiración, cerré los ojos intentando controlarme de lo que sea que me estuviera invadiendo.
—Cállate —susurré débilmente apoyando mis manos sobre mi cabeza—. Cállate, por favor.
—¿Estás bien, Kendy? —preguntó preocupado tomando mi rostro en sus manos obligándome a verle.
En lugar de sentirme aliviada de verlo, me sentía... no sé, diferente. No me sentía bien, nada lo estaba.
Después de tantos años me sentía débil de nuevo. Quebrada.
—Solo déjame —pedí apartándolo de mí—. Encargate de que los niños se vayan a dormir, hablamos cuando estén dormidos —indiqué levantándome.
Me sentía mareada, así que me aferré a la pared.
—¿Y qué hago con Cameron?
—Le dije a su mamá que lo llevaría antes de las once, lo haré —suspiré.
Intenté calmarme, pero no podía. Ni siquiera podía controlar mi respiración, y cada vez me sentía más mareada.
—No te ves bien, cariño —negué con la cabeza intentando pararme estrecha, pero no podía hacerlo.
—Tonterías —resoplé. Bajé un escalón tambaleándome, volví a detenerme cuando Finn me tomó en sus brazos—. Puedo hacerlo sola.
—Yo lo llevo —susurró tomando con firmeza mi cintura—. Por favor, deja de ser tan terca.
Me quedé callada. Jamás me había sentido tan vulnerable en sus brazos. Jamás me había sentido tan asqueada de que me tocara.
Puse mis manos sobre su pecho apartándolo de nuevo, y mis ojos se clavaron en los suyos que me miraban implorando perdón, pero no me hacían sentir absolutamente nada.
No sentía nada más que dolor.
—Llévalo a su casa —ordené dándome la vuelta para subir a nuestra habitación.
Apenas me giré, escuché al escuchar el crujido el papel siendo levantado y guardado probablemente en sus bolsillos, me detuve girándome de nuevo y tendí mi mano frente él para queme lo diera.
Me miró negando aferrándose a el.
—Dámelo —ordené tendiendo mi mano de nuevo.
—¿Para qué lo quieres?
—Dámelo —repetí.
—No... puedo —susurró mirándolo.
—Bueno, espero que lo que tenga esa carta valga más de lo que vale tu matrimonio para ti, Wolfhard.
No escuché ningún tipo de respuesta de su parte, por lo que mantuve la mirada fija en él esperando el más mínimo movimiento.
—¿No? —ladeé la cabeza—. Bien, disfrútalo.
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Waves -Finn Wolfhard-
Fanfiction❝ Me hiciste sentir como si el mundo fuera mío y ahora no importa lo que digas, sin ti el cielo está siempre gris. ❞ {TERMINADA}