82. Bad kind of butterflies.

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Alex:

—¡Hola! Te traje chocolate caliente para que tengas un excelente día —Chris extendió un termo frente a mí muy sonriente.

—Gracias por el detalle —tomé el termo con una sonrisa—. Pero no voy a ir a la fiesta, igual aprecio tu detalle —acaricié su mejilla y seguí mi camino.

—¡Eres tan difícil! —me siguió con pasos apresurados—. Por favor, vamos.

—Sabes que iría encantada, pero tengo tarea —mentí.

—¡Mentirosa!

—¿No dejarás de insistir nunca?

—No, apenas es miércoles y eso significa que tengo dos días más para convencerte. ¿Te cargo tu mochila? —negué—. Anda Ken, acepta ir conmigo.

—Bien, haremos algo. Si termino mi proyecto antes de las cinco, voy contigo, pero sino, pues no —Chris me miró dudoso y después asintió.

—Eres la primera chica que me dice que sí a una cita.

Abrí los ojos paniqueada, ¿Eso cuándo lo acordamos?

—No es una cita, ¿O si? —reí nerviosa.

—Es el inicio de nuestra tóxica relación, guapa —rió—. No, no es una cita, ya puedes dejar de verme tan asustada. O, ¿Quieres que sea una cita? ¿O te aterran los compromisos?

—No sé, dime tú —alcé la ceja—. ¿Eh?

—En ese caso, te veo después, cita —rió y se dio la vuelta para seguir su camino.

¿Ese rubio algún día dejaría de ser tan alegre? En este tiempo jamás lo he visto triste y te contagia toda su alegría, eso me gustaba mucho en él. Siempre te brindaba una gran sonrisa y muchos detalles, supongo que eso siempre me hacía sentir tan bien.

Sonreí y seguí mi camino hasta el salón para mi siguiente clase.

No me entendía a mí misma últimamente, mis emociones eran contradictorias entre sí y no lograba descifrar lo que quería.

—¿Y esa sonrisa? —centré mi atención en Keily quien me miraba con las cejas alzadas.

—¿Cuál sonrisa?

—Desde que entraste al salón tienes sonrisa de estúpida —rió—. ¿Quién te hizo tan feliz hoy?

—Vete a besuquear con Tom —la rubia sonrió ampliamente al oír el nombre de su novio y asintió enérgicamente.

—Más tarde —guiñó—. ¿Ya le dijiste que sí a Chris?

—Algo así.

—Uy, por fin. ¿Ya puedo comenzar a buscar los vestidos para ser tu dama de honor en tu boda? —reí y negué.

—Vamos como amigos, tonta.

—Yo no estoy muy convencida de que Chris te vea así —se alzó de hombros.

—Mejor ponte a estudiar que hoy tienes exámenes —recordé.

—¡Me hubieras recordado ayer en la noche! —golpeó mi hombro.

—Oye, si me dolió.

—¡Pásame un libro, algo! —la rubia comenzó a estudiar quien sabe qué con quien sabe qué.

Me sorprendía lo olvidadiza que a veces podía ser.

—Un día de estos se te va a olvidar respirar.

—¡Ayúdame a estudiar!

{...}

—¡Keny, Keny, Keny! —gritó Cody entrando a mi habitación.

Waves -Finn Wolfhard-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora