Waves -Finn Wolfhard-

67. Seventeen.

Narrador:

—¡Buenos días, hermosura! —exclamó Finn alegremente mientras se acercaba a Alex.

Ella le miró tratando de lucir lo más seria e indiferente posible.

—¿Qué tienen de buenos?

—¿No sabes qué día es hoy? —frunció el ceño mientras cruzaba sus brazos—. ¡Debes de saberlo!

—Hmm... ¿No sé?

—¡Alexandra! —regañó—. ¡Usa un poco tus memorias!

—¡Oh! —sonrió—. Hoy se cumple un día más de miseria a mi vida.

—¿Qué?

Alex rió sin dejar de mover su cabeza a los lados ganándose una mirada confusa del chico frente a ella.

—¡Feliz cumpleaños! —exclamó abriendo sus brazos para recibirlo cálidamente—. ¡No lo olvidé!

—¡Gracias, linda! ¡Esto es un milagro!

La pelirroja se apartó de él cruzando sus brazos y alzando sus cejas con cierto fastidio.

—En mi cumpleaños todos fingieron no saberlo, me ignoraron, me dejaron encerrada, me dormí llorando, me abandonaron con Nick y lloré más de medio día —entrecerró los ojos—. ¿Y te atreves a quejarte?

—Cállate, es mi cumpleaños y no puedes reclamarme nada hoy.

—Bien, comenzaré a hacer una lista de todas las cosas que te voy a reclamar mañana en la mañana.

—No, no puedes hacerlo porque es mi cumpleaños —besó su mejilla—. Ahora, ¿Dónde está mi regalo? ¿Y mis rosas? ¿Y mi desayuno en la cama con besos y felicitaciones?

—¡Uy, todo quieres! —rodó los ojos—. Para empezar, yo te doy tu regalo cuando yo quiera. Y para terminar, no te mereces unas rosas porque tú no me compras a mí.

—Mira amor, mi cumpleaños es el único día en que recibo regalos, ¡Y debes consentirme! ¡Soy el amor de tu vida, trátame como tal! —alzó sus manos sonriente—. Y no me hables feo o lloro.

—Cállate —amenazó—. La amenaza de llorar es mía, tú solo lloras por mí.

—¿Quién dijo que he llorado por ti? —cruzó sus brazos—. Guácala llorar por ti.

—Ibas llorando con Mary cuando me extrañabas, llorabas con Nick porque te rechazaba, llorabas con...

—¡Es mi cumpleaños y te ordeno no decirme eso! —gritó cubriendo sus orejas con sus manos—. ¡Cállate.

—¡Bien! Maldito.

—¿Y cuándo me das mi regalo? —alzó las cejas.

—En la noche te lo doy, pero deja de joder —sonrió.

—¡Alex! —gritó Nick—. ¡Eso fue muy inapropiado! Ya todos sabemos que eres la activa, pero reserva tus comentarios por favor —Alex rió por lo bajo para después golpear su brazo con brusquedad—. ¡Auch! Es mala la violencia, ¿Sabías, maldita compulsiva?

—Bueno, que a ti te digan "te lo doy en la noche" e inmediatamente pienses en sexo no es mi culpa. ¿Así te educó mi mamá, maldito bastardo?

—¡Esa es mi novia! —Finn la abrazó por los hombros.

—¿Te enorgullece que tu maldita novia me haya llamado bastardo? ¡Y le dijo mamá a mi mamá!

—Mi maldita novia puede hacer lo que quiera. Déjala en paz.