Alex:
Sinceramente, este último año había estado... demasiado extraño. Fue un año lleno de cambios. Emocionalmente quizá había sido el peor, pero ahora todo parecía ser mejor de lo que solía ser.
Aún seguía teniendo muchas inseguridades y todos mis malos recuerdos seguían impregnados a mí, jamás podría borrarlos completamente, estarían en mí por siempre, pero tenía muchas cosas en que distraerme y enfocarme.
Todavía no podía dejar de pensar en algo, y ese algo me mataba por noches. Sabía que mi madre ni siquiera merecía ese título, pero deseaba saber dónde estaba, con quién, cómo se encontraba, me mataba la jodida intriga de ello.
Tenía tantas preguntas en mi cabeza, pero ni siquiera Scott podía darme una respuesta a ellas.
Y hoy era una de esas noches en las que parecía que dormir no era algo que planeaba hacer pronto.
Me enrollé en mi cobija y me levanté de mi cama. Si seguía en la habitación Finn se despertaría, y ese chico con sueño en una tremenda pesadilla.
Caminé por la sala observando las fotos que estaban por todo el lugar, desde fotos mías de bebé hasta fotos actuales. Una de ellas me atrapó por completo.
Era una foto preciosa, papá, Cody y Charlie posaban en ella felices, como una familia perfecta. Quería sentirme parte de esa familia, pero no podía hacerlo por completo.
Estaba tan acostumbrada a estar sola con mi padre, y ahora ya no estaríamos solos nunca más. Seattle y él habían sido mi hogar toda la vida, pero ya no era así, ya no.
Solía creer que jamás me iría de Seattle, que viviría para siempre ahí, pero mi enfoque estaba siendo otro.
Vivir y viajar con los Wolfhard me había dado otro enfoque en la vida, me daba otras aspiraciones, pero ahora que había encontrado a Cody las cosas se tornaban claras. Quería educar y crecer al lado de mi niño, lo quería demasiado para dejarlo.
Pero no sabía si estaba dispuesta a dejar la otra parte de mí que los Wolfhard habían tomado.
La luz encendida proveniente de la oficina de mi padre había captado mi atención casi que por completo, así que decidí acercarme para averiguar qué hacía despierto a estas horas.
—¿Qué haces despierta tan tarde, Alex?
Terminé de abrir la puerta para permitirme a mí misma el paso, mi ceño se frunció levemente mientras iba avanzando por la oficina acercándome a la silla frente al escritorio.
—¿Cómo sabías que era yo?
—Charlie duerme como tronco y Cody le teme a la oscuridad. Ninguno de ellos despierta hasta el día siguiente. Y tú eres una bestia de la noche —comentó sin dejar de escribir sobre el papel en sus manos.
Eso tenía lógica. Sonreí satisfecha y continué navegando por las paredes del lugar, donde aún colgaban decoraciones navideñas y muchas fotos mías con él.
—¿Te perdiste la semana de la moda? —volteé viéndolo algo confundida—. Tu cobija Alex.
Apuntó con su pluma a mi peculiar atuendo para dormir, el cual era cómodo y la cobija había sido un regalo de mí para mí misma.
—Se parece a las cobijas de Cody, de cuando era bebé —dijo en tono de burla.
—Estaba en descuento —defendí.
—Hace rato fui a tu habitación y estabas dormida.
Volví a posicionarme frente a él, pero esta vez sentándome en la silla, subí mis pies sobre el escritorio esperando un regaño, el cual repentinamente no llegó.
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Waves -Finn Wolfhard-
Fanfic❝ Me hiciste sentir como si el mundo fuera mío y ahora no importa lo que digas, sin ti el cielo está siempre gris. ❞ {TERMINADA}