Waves -Finn Wolfhard-

71. New year's day.

Narrador:

Esta noche no era una noche cualquiera, para ninguno de los habitantes de la casa. Scott pediría matrimonio y eso era lo más importante de la noche.

Probablemente la más emocionada era Alex, deseaba con todo su corazón ver de una vez a su padre y a Charlie uniéndose en matrimonio. A pesar de no ser gran fan del matrimonio en sí, le hacía feliz como ellos dos encontraron a su otra mitad justo a tiempo y en el momento correcto.

Recordaba con cariño las palabras de su abuelo sobre el matrimonio, a él le parecía algo hermoso, le gustaba la idea de unirte con una persona por el resto de la vida.

Aquel fallecimiento que había marcado un antes y un después en la vida de Alex, aquel hombre era su protector de toda la vida, siempre buscaba la manera de solucionar todos los problemas, consentía mucho a su única nieta, a su pequeña niña adorada. La protegía de todos, incluso de su propio hijo. Pero al momento de partir ya no pudo hacerlo más.

A pesar de que Alex solía ser muy cercana a ambos, era demasiado obvio que prefería a su abuelo, él fue el primero en enseñarle sobre la vida y sobre todo, en cambio su abuela era una persona un poco más dura, conservada y hasta cierto punto nunca podías satisfacerla del todo.

Cuando el abuelo Kendall murió, Alex y Katherine tomaron distancia, era difícil para ambas estar unidas y convivir con normalidad, algo faltaba. O más bien, alguien faltaba.

Y saber que después de un largo tiempo la vería la ponía nerviosa, le aterraba la idea de saber que tendría que presentarle a Finn pues sabía que su abuela no era fanática de las relaciones jóvenes. Ni siquiera le había agradado su antigua pareja, pero esperaba que le agradará la actual.

—Keny, ¿Me pones mis zapatos? —preguntó con ternura Cody dándole en sus manos los zapatos.

La pelirroja sonrió con alegría y tomó en sus manos los zapatos para atar las agujetas cuidando de que lucieran perfectas.

—¡Qué lindos mis niños! —exclamó Charlie entrando a la habitación—. Gracias por vestir a Cody.

—No es nada, mi bebé luce guapísimo —sonrió.

—¿Por qué no le has dado like a la foto que subí de ti y Finn? ¡Es preciosa!

—No la vi —mintió.

—Te etiqueté, maldita mentirosa —le apuntó—. Hasta tu padre le dio like y tú no, niña grosera.

—Porque le dije a Finn que no me cargara y me cargó, casi me tira y me mata —rodó los ojos divertida.

—Ajá —resopló—. En la cena tomaré más fotos, pon tu mejor cara porque van para mi Instagram.

—¿Por qué eres así?

—Y déjame decirte que tengo muchos seguidores —dijo como diva.

Algo característico de Charlie es que amaba tomar fotografías a todo el mundo, le gustaba captar los rostros felices de los demás cuando estaban distraídos para mantener por siempre un momento feliz, además de que amaba subirlas todo el tiempo y más y Alex se veía graciosa.

—¿Por qué sigues en pijama? Ya deberías haberte cambiado —Charlie le miró de pies a cabeza—. Esto no pinta bien.

—Porque debo buscar qué ponerme —cruzó sus brazos—. Podría estar cómodamente en ropa interior en mi habitación eligiendo mi vestuario de hoy, pero Finn invadió mi espacio y no puedo gozar mi libertad.

—Desventajas de compartir habitación —miró divertido—. Pero no te preocupes, no tienes porque buscar qué ponerte.

—¿Por qué?