68. Blame it on the mistletoe.

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Finn:

—Lo digo en serio, no me dejes sola.

Alce la cabeza para poder verla directamente a los ojos, apenas nuestras miradas chocaron me hizo un puchero y se pegó más a mí jalándome del saco.

—Me da miedo la gente desconocida.

—Es solo mi familia, Kendall —recordé acariciando su cabello.

Extrañaba su cabello largo. Con cabello corto se miraba jodidamente hermosa, pero con el largo era otro nivel. Desgraciadamente, le entran sus momentos alocados y casi me quedaba con una novia rapada.

—Ajá, solo familia —imitó mi voz—. Ya te dije que si me dejas sola te arrancaré....

—¡Hey! Horario familiar —pasé mi mano sobre su gran bocota—. Contrólate, niña. ¡Alexandra estúpida! —grité quitando mi mano.

¡La estúpida me mordió! ¡Es una salvaje!

—¡No me gusta que me calles!

—¡A mí no me gusta que me muerdas! ¡Duele!

—Uy, eso no dices cuando la salvaje te muerde el labio...

Ambos miramos con disgusto al recién llegado, Nick.

—Mejor vete a ocultar el chupetón que te dejó Scarlette, todavía se te nota —comentó Kendy, le miré divertido y chocamos nuestros puños.

—¡Ya me lo tapé, estúpida! —exclamó cubriendo su cuello—. Y cállate, mi madre sigue creyendo que soy un bebé en pañales.

—Te recuerdo que el único que puede decirle estúpida a mi Evans estúpida soy yo —apunté—. Déjala.

—Me gustabas más cuando no me insultabas. Ese es mi trabajo en esta relación —rodó los ojos.

—¿Gustabas? —crucé mis brazos—. Si quieres te presento como mi ex novia, tonta.

—Hazlo. Nadie quiere salir contigo, basura.

Cruzó sus brazos mientras se paraba justo frente a mí. Entrecerré mis ojos viéndola fijamente.

Aww, es una cosita hermosa cuando me mira "enojada."

A veces la hago enojar a propósito solo porque se ve hermosa molesta. Luego me arrepiento cuando comienza a gritarme.

—No te preocupes Alex, cuando conozcas a nuestros primos te darás cuenta de que escogiste al Wolfhard más feo.

Giré mi cabeza para mirar a Nick y mostrarle mi dedo medio acompañado de una sonrisa disgustada.

—Feo si es, pero de rubio se miraba guapísimo —sonrió coquetamente mientras enredaba sus dedos en mis rizos.

Aquí va de nuevo.

—No me voy a dejar el cabello de rubio, caprichosa.

Rodó los ojos y me soltó bruscamente.

—¿A qué venías, Nick? —preguntó viéndolo.

—¡Ah, cierto! Mamá me mandó a avisarles que ya nos vamos —sonrió alzando sus pulgares.

—¿Y por qué no nos dijiste eso desde hace rato? —fruncí el ceño—. ¡Esta babosa ni siquiera se ha puesto el vestido! —apunté a su vestimenta la cual era su bata. Manchada de mi delicioso chocolate, por cierto.

—¿Para qué le quitabas el vestido? Aún ni siquiera empieza la cena. ¡Qué urgido eres, Finn!

—En primera, no me deja —alce mis hombros.

Waves -Finn Wolfhard-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora