65. Your love.

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Narrador:

Las épocas navideñas estaban dando inicio finalmente, estas épocas eran las favoritas de Finn y de toda la familia Wolfhard, sin duda alguna. Aunque por otro lado para Alex no era lo mismo. Siempre terminaba estresada por buscar regalos y después terminaba enojada cuando las personas no estaban lo suficientemente feliz con su regalo.

—Mueve tu flojo trasero que solo Finn quiere y ponte a decorar la maldita casa, elfo —ordenó Nick lanzando sobre Alex unas cuantas esferas golpeándola justo en la cabeza.

—Con mi trasero no te metas —amenazó tirando la esfera en el piso para que rodara hasta Nick—. A mí me tocó decorar las puertas y, ya terminé —comentó para después tirarse sobre el sofá—. Yo de aquí los veo sufrir, inútil y mi amor.

—Está claro que el inútil es Finn.

—¿Estás diciendo que tú eres su amor? —Finn alzó las cejas divertido—. Pedófilo.

—¡Qué asco! ¡No, no!

—¿Asco? ¡Estoy divina! —guiñó.

—Da igual. Finn, ¿Cómo es que no limpias tu cuarto pero si te pones a decorar la casa? —preguntó Nick a su hermano quien tarareaba al ritmo de las canciones navideñas alegremente.

—¿Para qué lo limpio? Si de todas maneras Kendy se mete y lo limpia —se alzó de hombros como si nada.

—Sí, porque parece que vive un cerdo ahí.

—¿Cuánto me cobras por limpiar el mío? —preguntó Nick.

—¡Yo no soy sirvienta de nadie! Ya están grandes como para limpiar su cuarto, no son niños de cinco años.

—¿Y si fuera Cody?

—¡Ay, a mi bebé sí! Pero es diferente, él literalmente tiene cinco años.

—Creí que odiabas a los niños pequeños —apareció Eric con otra de las cajas llenas de esferas.

—¿Por qué todos me dicen lo mismo? Además, si ya quise a Finn, ¿Cómo por qué no querría a Cody? Finn es como un niño de tres años.

—¡Eso no es cierto! ¡Tú te la pasas haciéndome berrinches porque quieres que te compre flores! —replicó el muchacho—. Llorona.

—¿Quieres que me las compre el vecino, mi amor?

—Que se joda el vecino.

—Como sea, mentiroso que no me compra rosas nunca ni me quiere —rodó los ojos—. ¿Por qué tantas esferas, Eric? Estos inútiles ni siquiera pueden con las que tienen ahí.

—Oh, estas son para el jardín de atrás... pero no sé cómo ponerlo ¿Me ayudas, Alex?

—Vamos.

—¿Es en serio, Evans? ¡Yo te dije que me ayudaras y me dijiste que no! —reclamó Finn—. Maldita.

—¡Cállate pulpo!

—¡Calva!

—Literalmente, tienes el cabello más corto que yo, Finn.

—Ah, cierto.

La pelirroja le miró divertida y se acercó a él para besar su mejilla con una pequeña sonrisa.

—Cuando termine de ayudar  a Eric te ayudo a ti, dramático —guiñó yéndose junto al mayor en dirección al jardín.

—Quita tu cara de baboso, después zorreas a tu novia la infiel, ahora lo que importa es terminar de decorar el maldito árbol, Finn.

—Hay prioridades, y ella es la mía. Con permiso, voy por otro beso.

Waves -Finn Wolfhard-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora