Aniversario (2da. Parte)

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Era un nuevo día en nuestra semana de aniversario. Darío y yo fuimos de paseo en lancha a ver el gran arrecife Maya, el segundo arrecife de coral más grande del mundo después del de Australia. Nos quedamos maravillados por la belleza de aquel lugar, juntos buceamos juntos, fue increíble el hecho de compartir tan maravilloso momento con la persona que amo.

— ¡Los corales, los peces...! ¡La gran gama de colores! ¡Todo estaba hermoso! — Darío estaba más que maravillado por el paisaje que acabamos de ver.

— Me alegra haberte traído mi amor. — Dije sonriente.

— Damián en serio gracias. Jamás pensé que pudiera conocer un lugar así. Pero tú no parecías emocionado. —

— Bueno es que yo ya vine varias veces antes, con unos amigos y mis hermanos. — Dije feliz.

— ¿Amigos? Tus hermanos... —

— Amigos... — Una mirada seria recibí de Darío quien siguió caminando dejando atrás. Me quedé un poco shockeado ante su indiferencia pero después de pensarlo un poco mi sonrisa se agrando. — No me digas que te pusiste celoso. Solo eran amigos, de la universidad, del trabajo e inclusive mis hermanos. No pienses mal. —

— No estoy celoso. Solo tengo curiosidad de tus hermanos, nunca hablas de ellos. — Dijo molesto mientras seguía caminando a paso veloz. Yo por mi parte estaba más que gustoso de recibir sus celos.

— Claro que lo estas, porque de tener curiosidad de mis hermanos ya me habrías preguntado de ellos desde hace mucho. Son celos y eso me hace feliz. — Reí tiernamente.

— Idiota. — Gruñó.

— Pero soy el idiota al que amas. Como yo te amo a ti pequeño... — De repente Darío se detuvo, su mirada seria ahora era una mirada de tristeza.

— Te prohíbo que me digas así. — No quería empezar de nuevo una pelea pero descubrir del porque sus palabras me enojaba porque de nuevo él se entrometía.

— ¿Qué no te diga cómo? ¿Pequeño? Solo porque él se refiere a ti así, ¿Por qué yo no te puedo decir así? —

— Porque no... Tú siempre me dices mi bello ángel o cosas como melosas como mi amor y así... —

— Tal vez prefiera llamarte "Pequeño" — Darío volteo a verme y una batalla de miradas daba inicio. No era sano, Esteban no era sano para nuestra relación pero Darío siendo mi novio aun siente cosas por él. ¿Acaso mi amor no era suficiente? — Será mejor ir al hotel. —

Dije empezando a caminar, quería evitar otra pelea y simplemente también estaba perdiendo los estribos. Mis celos son grandes cuando se trata de ese hombre, yo solo quería que sus ojos me miraran a mí, solo a mí.

Ambos llegamos al hotel y de nuevo peleados, en ese momento pensaba que lo mejor sería regresar ya que ese viaje estaba resultando un completo desastre. Darío directamente se fue a acostar y yo salí de la habitación, esperado encontrar al chico al que le encomendé preparar una sorpresa para nuestro aniversario. Cuando lo encontré en el lobby del hotel y le dije que iba a cancelar la sorpresa éste sorpresivamente se notó triste ante la noticia.

— ¿Por qué? ¿Qué paso señor? — Era un chico tal vez de apenas 18 años quien seguía preguntándome de las razones por la cual cancelaba todo.

— ¿Qué puedo decir amigo? Tuvimos una pelea y todo se fue a la mierda. Ambos tenemos cosas que aún no aceptamos del otro completamente. — Dije desanimado mientras acariciaba mi nuca.

— ¿Puedo decirle algo? Así de lo más sincero. —

— Pues creo que si... — Acepté que llegué a desconfiar de aquel chico quien simplemente me vio con seriedad.

Cicatriz de Espadas  (Historia LGBT/Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora