El mes de agosto es especial para mí, exactamente el primer día de dicho mes. Es nuestro aniversario, de ambos como pareja. No podía creer que ya habían pasado dos años desde que mis sentimientos fueron aceptados por mi bello ángel, esa noche en la cual todo mi plan para pedirle a Darío ser mi novio se fue a la basura por el regreso de Esteban... Ese día lo festejo, dos años de estar al lado de la persona a la que amo con toda mi alma...
Como sorpresa y regalo, aunque ciertamente no era tan sorpresivo ya que ya le había comentado parte de mi plan tras su llegada de LandDivice en Puebla. Pero no me importaba porque unos días antes, organicé un viaje de 4 días y 3 noches para nosotros solos a las playas de Quintana Roo. Mi bello ángel se sorprendió bastante con la noticia ya que le conté de ello una semana antes del viaje y hasta llego a enojarse por gastar mucho dinero en pases de avión, hotel y varias cosas más.
— ¿Qué le voy a decir a mi padres? — Me dice enojado en frente de mí, estamos en la joyería, parezco un niño regañado, mientras que mi novio se encuentra de pie yo estoy sentado en frente de él en mi silla.
— ¿A mis suegritos? — Me quedo pensando unos momentos. — Que tal si voy y por fin me presentas como tu pareja y... —
— ¡Ni loco! —
— ¿Eh? ¿Por qué no? Darío ya estamos a un poco más de una semana de cumplir dos años de ser novios... ¿Cuándo me presentaras como el oficial? —
— Yo... — Pero lo único que salió de su boca solo fue un exhalación cansada. — Tienes que entender que mis padres son complicados, y si se enteran que su único hijo varón le gustan los hombres, no sé cómo actuaran, sobre todo mi padre. Aunque lo más seguro será que me corran de la casa. —
— Eso no sería problema, en la calle no te quedas. Tú vivirías conmigo, después de todo somos pareja...—
— Damián... — La cara de Darío se ve algo impresionada, no sé lo que piensa pero para mí no es problema que en algún momento viva conmigo, somos novios y la verdad estoy seguro que él es el indicado con quien quiero pasar el resto de mi vida.
— ¿Qué? ¿Acaso no nos ves juntos en un futuro? —
— La verdad... Es que... — Su mirada bajó, estamos teniendo un problema. — Yo nunca he tenido una relación de mucho tiempo... Aunque desde hace algún tiempo... Yo... Bueno... He soñado con... —
— ¿Con que soñaste Darío? — Pregunto más curioso al ver un pequeño sonrojo en el rostro del chico, en verdad me agrada verlo cuando se avergüenza ya que son pocas veces en que siente pena por decir algo...
— Ni... Niños... —
Ahora era yo el impresionado ante esa palabra, yo había pensado en tener una vida, juntos como recién casados pero mi bello ángel había pensado en algo más significativo para mí... "Una Familia" Algo dentro de mi empezó a fluir lo cual hizo que pusiera una sonrisa inmensa en mi cara... Estaba más seguro que él es el amor de mi vida. — Te amo demasiado mi bello ángel. — Lo tomé del brazo y lo acerqué a mí para darle un beso en sus labios, apasionado como nuestro amor, lo aprisioné entre mi cuerpo dejando que nuestros labios hagan su trabajo, sentí sus manos sostener mi rostro, para después entrelazarse alrededor de mi cuello. No nos importó la gente que pudiera vernos al pasar por el local, ambos estábamos enamorados y ese beso no debía ser ocultado...
— Damián yo... — Dijo en un suspiro mientras nos separábamos para tomar un poco de oxígeno.
— Creo que me tomaré la tarde libre... — Sonreímos ambos.
ESTÁS LEYENDO
Cicatriz de Espadas (Historia LGBT/Finalizada)
RomanceDarío Rivero es un chico que va vagando por la vida sin poder comprender su lugar en el mundo, se encuentra casi en la línea límite del quiebre emocional, sin saber a donde dirigirse con miedo en el futuro cercano, se ve envuelto en dudas que le pro...