Inocencia destruida

123 17 3
                                    





El ambiente en el auto se sentía pesado, la cara seria de Damián era demasiado evidente que estaba enojado por lo que había ocurrido en la cafetería. Y es que por alguna razón Gael, el hermano de Tony me hizo reír como idiota al verlo. Bueno, si sabía la razón, pero necesita romper el hielo para llegar a eso, cosa que no podía hacer. parecía un peso muerto el que sentía sobre mi con el silencio de mi esposo.

Al final llegamos a la casa donde nos estaban esperando nuestros hijos. Al ver que ambos veníamos peleados, bueno con una cara sería ambos se fueron al cuarto del chico a jugar con su consola. Ellos sabían que necesitábamos nuestro espacio para hablar.

Damián se preparó un café para después sentarse en comedor metido en su celular. Mientras yo me senté en frente de él con preocupación.

— Oye Damián. Acerca de lo que paso en la cafetería. —

— No importa eso, es normal que pongas esos ojos con alguien que te gusta, aunque a mí no me veas así. Si quieres puedo teñirme el pelo y ponerme lentes de contacto para ser un poco más atractivo para ti. — Comentó enojado.

— Pero no tienes que estar celoso. — Reí levemente al ver el berrinche del mayor.

— Yo no estoy celoso, simplemente me enoja que veas a otros hombres con esos ojos brillantes y tu sonrisa linda cuando a mi... — Gruñó sin acabar su oración reí al levantarme para sentarme en las piernas de mi esposo como siempre me pedía. — Esto no funcionará. —

— Tal vez, pero lo que tengo que decirte es la verdad. Tienes razón, mis ojos brillaron al ver a Gael, es muy guapo tienes que admitirlo. — Un gruñido salió de entre sus labios. — Otra cosa que tienes razón, es que cuando alguien me gusta tiendo a verlo mucho, eso ha pasado con Julián, Teo, Anthony, el mismo Tony, Fabián, Anthony... Pero a ellos los veo porque me gustan, su imagen, su forma de ser... — Miré como la cara de Damián se ponía de color rojo mientras más se enojaba. — Pero a ti te veo con ojos distintos, porque ellos me gustan, pero a ti te amo. Tal vez no seas el más guapo de todos los hombres que nos rodean, pero eres el único que tiene toda mi atención simplemente por tu forma de ser, no por tu imagen. Eres quien hace que mi corazón quiera explotar sin tener que pasar algún susto o shock impresionante. — Comencé a reír tomando su rostro en mis manos. — ¿Lo entiendes? Tu eres especial, por eso no te veo como a los otros, porque a ti te amo. —

— Aun estoy enojado, mi bello ángel. — Dijo mientras escondía su rostro en mi pecho, sus brazos comenzaron a abrazarme mientras yo comencé a acariciar el cabello de su nuca.

— Estoy dispuesto a aceptar las consecuencias. — Alcé su rostro dándole un beso tierno en los labios.

*

Las semanas fueron pasando, Diana me tenía al tanto acerca de cómo empezaban los preparativos para la fiesta con Ximena. Por su parte la niña un día llegó de nuevo llorando esta vez fue porque se había enterado de que ni Damián ni yo seríamos sus padrinos por decisión de su madre. Pero después de una larga platica, ella pudo comprende que accedí a esa decisión por ella. Para que tuviera su fiesta soñada. Por su parte Gael vino unas cuantas veces más a la cafetería donde estuvimos platicando acerca de muchas cosas, de la vida y también de Tony. Era un buen hombre por lo que nos hicimos amigos.

Mientras pasaban los días, mi corazón tenía secuencias de dolor más seguidas que antes, e incluso se podría decir que estaba empeorando, por eso hice algo importante en caso de que me pasara algo algún día. Y le pedí a Beltrán que trabajara en ello.

Cicatriz de Espadas  (Historia LGBT/Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora