Cicatriz de Espadas (Historia LGBT/Finalizada)

Después de la tempestad

Todo comenzó unos meses después de la tempestad, después de nuestro viaje de aniversario las cosas con Damián no fueron bien. Las peleas por alguna razón se hicieron más presentes, aquel tipo Eduardo seguía tras de él. Esteban y sus sobrinos me hablaban con frecuencia, el con su trabajo de abogado y yo con mis tareas y clases comenzamos a distanciarnos bastante en la relación. Fue un momento de furia, ambos habíamos peleado demasiado fuerte, yo dije cosas que no debí haber dicho y él respondió con una infidelidad que me dolió en el alma pero que me lo tenía merecido.

Al final solo acabamos en mal en peor, por lo que decidimos tomarnos distancia y tiempo. Estaba devastado pero entendía que las cosas estaban yendo de mal en peor, lo mejor era dejarlo antes de que acabáramos odiándonos mutuamente.

— Esto es un asco. — Salí con mis compañeros de universidad a ver una película saliendo de la función pasada la media noche, y todo para qué... Para que empezaran con sus peleas de pareja, ya que era el único solterón en un grupo de 7 donde había 3 parejas de novios y yo siendo el pilón en el paquete. Sea de paso me llegaron mensajes donde me invitaban a otras 2 bodas. — "No puede estar pasándome esto" — Pensaba mientras me daba un golpe en mi frente. Tuve que actuar de Laura Bozzo y calmarlos a todos a bases de gritos, y eso que yo nunca casi alzo la voz. Y ahora me encuentro solo en la plaza vacía caminando a la salida para buscar un taxi que me lleve a mi casa...

— Mañana tengo que levantarme temprano a clase... — Dije desganado. Me encuentro a solo unas semanas de acabar mi 5to semestre. Un par de semestres más y por fin acabaría la carrera en ingeniería en Electrónica y Comunicaciones. Sin embargo tengo ya que pensar en un tema de tesis y también en prácticas profesionales y en que rama debo de enfocarme para continuar con mi maestría, sea de paso también tengo que pensar en todo lo que falta en la cafetería y en poner un anuncio clasificado en el periódico para nuestro chef. — ¡Odio ser Darío Rivero! — Grité ante la presión de las responsabilidades que había adquirido en los últimos meses. Sea de paso todo el mundo a mi alrededor empezar a avanzar más en su vida, casamientos, alumbramientos, bautizos, divorcios... ¡Todo el mundo ya está formando su núcleo familiar y yo aún sigo esperando el nuevo comic de DC!

— Esto es un asco... — Repito mientras seguía caminando.

Mientras camino veo mis pies dar pasos y de repente recuerdos vienen a mi mente, Esteban, Damián. Todo aquello que había pasado algunas semanas atrás.

— No, tengo que seguir... No puedo estar recordándolos cada día de mi vida. — Alboroto mis cabellos con mis manos tratando de despejar mi mente de esos recuerdos, los cuales quiero que desaparezcan. Cuando abrí "Luna de café" me prometí de una vez por todas dejar el pasado enterrado y así mismo dejar a aquellos dos hombres como lo que son... Un simple recuerdo. Agaché mi mirada de nuevo mirando al suelo y después noto que la salida está cerca cuando de repente unas voces llaman mi atención, una discusión.

— Entienda que no puede estar a estas horas aquí. — Dijo una voz gruñona.

— Y usted... usted no entiende que solo quiero ir... ir a mi local... El de mis padres. — Me sorprendí al escuchar una voz perfectamente reconocible y más estando ebrio. Corrí de nuevo dentro de la plaza y me dirijo a donde se escuchan las voces cuando llego me sorprendí al ver al guardia forcejear con la persona a la cual conozco perfectamente.

— ¡Julián! — Grité llamando la atención de ambos, serio me dirigí a donde se encontraban los dos hombres. Me dirigí al guardia. — Disculpe las molestias. Yo me lo llevaré enseguida. — En ese momento miré a Julián quien tambalea en frente de mí. — Tú vienes conmigo. —