Habían pasado unos meses, durante todo ese tiempo pasaron cosas y simplemente no entendía como mi corazón pudo aguantar tanto. Desde soportar la visita de Carlos unas cuantas veces más una noche llevándose a Damián a tomar unos tragos, la sorpresa y ternura de una foto del bebé de Camila, quien me hizo feliz saber que había sido un niño. De igual forma también ocurrieron cosas con Javier y Fabián que me mantuvieron al tanto unas semanas, y después se vino un plan que fue tendencia a nivel mundial donde mis primos fueron los héroes del día.
Había cosas buenas y cosas malas, como siempre salí adelante fue entonces que la fecha se estaba acercando, tanto Diana como yo estuvimos viendo todo lo de la fiesta. Se hicieron pruebas del banquete, de vestido, incluso de sonido. Los valses se ensayaron y los chambelanes fueron compañeros de la escuela de Ximena, entre ellos Damián, mi hijo. A quién escogieron como el chambelán principal. Tenia la sospecha que ellos tal vez habían iniciado algo en secreto, pero no me iba a entrometer.
Faltaban escasas semanas para el día prometido, casi todo estaba listo, sin embargo, necesitaba hacer algo antes de todo aquello. Era mejor en ese momento que esperar más tiempo ya que mi salud no era la mejor en ese momento.
— Darío ¿Para qué nos citaste? — Julián se sentó en una mesa donde no estaba solo. Julián, Teodoro y Fabián también estaban allí. Damián y yo estábamos parados pero mi esposo tampoco comprendía la razón de que ellos tres estuvieran allí.
— Mi bello ángel ¿Qué pasa? — Preguntó mi esposo y solo negué con la cabeza. — Aún no puedo decirles, necesito que Beltrán llegué primero. —
— ¿También Beltrán? — Asentí seriamente, pasaron unos minutos en los que estuve preparando tazas de café mientras tanto. Los serví cuando en eso entró el menor de los abogados con prisa.
— Buenos días, siento la demora Darío solo que tuve que hacer unos cambios de ultimo minuto como me pediste. — Sonreí y negué.
— No hay problema Beltrán, ¿Podemos empezar? — Pregunté.
— Claro, ve explicando lo que les tienes que decir. —
— Bien, no daré mucho rollo por lo que comenzaré con el principio. Hace meses atrás le pedí a Beltrán que viera una forma de poder mantener la cafetería a salvo en caso de que yo no estuviera aquí, en caso de que me vaya de viaje, me retiré o me muera. — Todos se quedaron petrificados al escuchar eso. — Como saben mis problemas en el corazón no han estado tan bien y pues lo más seguro es que en algún momento necesitaré una cirugía. Y como saben esas son delicadas, por lo que quiero dejar en orden muchas cosas, pero sobre todo quiero proteger mis cafeterías, por eso los cité aquí. Les daré a firma una especie de contrato con carta poder para que ustedes puedan tener control sobre estas. Mínimo hasta que Damián, mi hijo, terminé sus estudios. —
— Espera un minuto. — Teo se levantó confundido mirándome con enojo. — ¿Nos estás dando tus cafeterías? —
— No Teodoro. — Respondió Fabián enseguida. — Lo que Darío esta haciendo es que en caso de que él llegue a faltar, nos está dando el poder para decidir sobre la cafetería, pero ¿Por qué cuatro? ¿Por qué no solo uno? — Me quedé en silencio unos segundos.
— Eso es porque como a ustedes los estoy dejando el poder legal sobre la cafetería. Voy a dejar a alguien a cargo en la cafetería como tal, porque yo sé que todos ustedes ya tienen sus trabajos y sus vidas. Julián, debes de prometerme como el otro fundador de esta cafetería, que cuando sea el momento tu mismo le darás el cargo a Leonardo. —
— ¿Eh? ¿Por qué Leo y yo? — Preguntó mi exsocio.
— Tú amas tanto este lugar como yo. Y sabes que Leonardo también, estoy seguro de que en sus manos la cafetería saldrá adelante. Y si estoy escogiendo a 4 personas para tener el poder es simple: Es por sus opiniones, entre ustedes podrán debatir y decidir que es lo mejor para la cafetería, decirle a Leonardo y de él dependerá que la idea o modificación sea buena o mala decisión. Sé que es mucho alboroto para lo que es, pero necesito que me apoyen. En el contrato vendrán las clausulas de lo que pueden y no pueden hacer, la relación con el encargado y el dinero que recibirán por esto, la carta poder determina que los 4 serán los que tenga el poder de las decisiones en el establecimiento, los 4 deben estar de acuerdo unánimemente para dar marcha. Tienen que firmar ahora porque necesita ser notariado. —
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Cicatriz de Espadas (Historia LGBT/Finalizada)
RomanceDarío Rivero es un chico que va vagando por la vida sin poder comprender su lugar en el mundo, se encuentra casi en la línea límite del quiebre emocional, sin saber a donde dirigirse con miedo en el futuro cercano, se ve envuelto en dudas que le pro...