— ¿Te encuentras bien? — Preguntó Fabián mientras de reojo veía a su hermano sobarse la mejilla y tentar su costado. — Vaya que ese chico si te dio una buena putiza.
— Jamás pensé que la loca fuera tan bueno golpeando. — Gruñó el mayor de los abogados. — ¿Cuándo tardaremos en llegar a donde esta Daniela? —
— Como en 4 horas, más o menos a las 2 de la tarde estaremos en Hidalgo. —
Los hermanos Morales Ponce de León estaban en camino a Hidalgo en busca de Daniela y una solución para que sea Damián quien pueda adoptarla en conjunto a niño Damián, sabía que iba a ser un poco difícil debido a la situación en la que fue llevada, ya que una familia había hecho un papeleo de mucho por su adopción ya que llevarse a un menos huérfano entre orfanatos en distintos estados, era algo muy complicado.
Si bien Damián le dolía dejar a su pareja en el hospital, sabía que esto lo tenía que hacer para que fueran felices, el abogado desde ese día que los conoció a ambos niños, algo movió dentro de él, un sentimiento, al chocarla con el mayor y sentir el abrazo de la pequeña...
"El instinto paternal solo se nota en la mirada de un hombre." Fue entonces que recordó aquellas palabras de Josué en la fiesta de cumpleaños de Daniela. Dudaba un poco acerca si se trataba de eso, pero tampoco era tan descabellado, desde hace tiempo cada vez que veía a un padre con su hijo o hija, el abogado se quedaba pensativo en como seria ser padre, él sabía que nunca podría tener sus propios hijos debido a su orientación. Pero desde esa vez simplemente una esperanza creo al ver a esos dos niños, al enterarse que su bello ángel estaba en busca de la adopción de ambos, aquel sueño de poder tener una familia completa no parecía tan imposible.
— Damián, ¿Comprendes todo esto? — Preguntó su hermano mejor mientras seguía conduciendo.
— ¿Qué dices? — Preguntó extrañado.
— Son muchas responsabilidades en corto tiempo. Tu compromiso con Darío, y ahora serán dos niños que estarán a su cargo. Una familia. ¿Sabes lo que significa? —
— Claro que lo entiendo. Pero no sé si es por mi edad, pero desde hace tiempo tengo la ilusión de una familia propia... —
— No me refiero a ti idiota, estoy hablando de Darío. 25 años, apenas saliendo de su carrera, joven, de un momento no solo va a tener esposo, sino que también tiene la responsabilidad de cuidar a dos niños y criarlos. — Dijo con cierta fuerza el serio de ambos. — Sé que él tiene el deseo de adoptar a los niños, pero yo creo que está tirando muchos momentos de su juventud a la basura por responsabilidades que tal vez aun no sea tiempo de tener. —
— ¿Estas preocupado por él? — Con una pequeña sonrisa el mayor miraba a su hermano mientras veía como el rostro del otro reflejaba su sentir.
— Claro que estoy preocupado por él, por ti. Diablos... Jamás pensé que tendría emociones así por alguien, es todo un problema. —
— Jajajaja, me alegra tanto haber tenido la idea de que vivieras con mi bello ángel. Sabía que Darío te haría cambiar para bien. En verdad, me deja más tranquilo. — Reía alegre el mayor.
— ¿A qué te refieres con eso? — Preguntó un poco molesto Fabián.
— Pensaba que, por tu forma de ser de antes, nunca podría empatizar con alguien... Ciertamente tenía miedo de que te quedaras solo... Pero cuando vi la oportunidad que tú y Darío convivieran tan cercanamente no lo dude... Darío es un chico que se involucra con la gente y no sé qué tiene que hace que la gente cambie, creo que es un don o simplemente su forma de ser. —
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Cicatriz de Espadas (Historia LGBT/Finalizada)
RomanceDarío Rivero es un chico que va vagando por la vida sin poder comprender su lugar en el mundo, se encuentra casi en la línea límite del quiebre emocional, sin saber a donde dirigirse con miedo en el futuro cercano, se ve envuelto en dudas que le pro...