Javier Miramontes a sus 18 años después de estudiar como loco durante las vacaciones estaba completamente nervioso por su examen de ingreso a la universidad, Física, Matemáticas, Ciencias, Biología, todo lo que había aprendido de 3 años en la escuela media superior había repasado para poder tener idea de lo que iba a contestar en el examen de conocimientos generales. No se acordaba de mucho después de todo la mayor parte de su estudio fue en el área de Fisicomatemático que era lo que venía en el examen de admisión que había presentado hace días atrás pero ese otro examen era de igual importancia ya que a pesar de contar con preguntas sencillas de lógica y conocimientos de primaria, secundaria y preparatoria, de sacar baja calificación en el primer examen, la calificación de ese segundo examen tal vez sería su pase a la universidad. Tenía que darlo todo.
— Muy bien se acomodarán conforme a su número de registro en su ficha, tengan en cuenta que el número es de manera general y no por carrera así que si no ven algún conocido de su examen anterior no se asusten. — Dijo el profesor al frente de la sala de cómputo donde se impartía el examen, el cual era vía internet. Javier había tomado asiento y estaba listo para empezar, recordaba todos los consejos que le habían dado sus amigos mayores que estaban ya en la universidad, empezar por la ultimas que eran de Química, sociales y Geografía. — Muy bien, su tiempo empieza ahora, y mucha suerte a todos.
Todos comenzaron a responder su examen, rápidamente Javier empezó con las ultimas mientras veía que no eran tan difíciles, se respondían con solo leer la pregunta. Pero de repente notó como unas hojas y un lápiz caía al suelo a su lado. Como buen compañero el chico se agachó a recoger las cosas al otro aspirante al lado.
— Lo siento, estoy muy nervioso. — Dijo con voz baja el joven quien tenía una cara de miedo y sus manos temblaban al mirar de nuevo al monitor.
— No te preocupes... — Javier miró que el chico a lado estaba contestando una pregunta de matemáticas que eran acerca de escalas y algebra en sus hojas se veían las operaciones que estaba haciendo. — Un consejo, empieza por las ultimas ya que son las más fáciles y puedes responder rápido, son las de Química, Geografía y Sociales. Porque si no entre tanto calculo no podrás responder las 150 preguntas que son del examen. —
— Gracias. —
— ¡Ustedes dos atrás! ¡Si quieren hablar pueden apagar la computadora y salirse! — Dijo el profesor con voz potente haciendo que ambos volvieran a poner su mirada al frente de su computadora, haciendo reír a ambos.
— Me llamó Darío. — Dijo susurrando el chico a lado de Javier.
— Javier. — Dijo sin más, ambos continuaron con su examen pasaron las dos horas y media que tenían y al salir parecían derrotados a pesar de todo.
— ¡Me faltaron cinco, no puede ser! — Dijo en un alarido el joven Darío quien solo agachó la mirada con tristeza.
— A mí solo me faltaron 2. — Dijo orgulloso el otro chico. — Ojalá pasemos. ¿Cómo te fue en el otro examen? — Preguntó curioso, pero solo escuchó un sorbido de la nariz de su compañero quien se veía más deprimido que un momento anterior.
— Ojalá haya una rosa blanca en mi casa cuando regrese, le rezaré a la virgencita de camino a casa. — Javier comenzó a reír un poco apenado por el chico, pero de cierta forma estaban en la misma situación. Solo quedaba esperar los resultados, después de despedirse ambos no se volvieron a encontrar hasta que comenzaron las clases encontrándose sorpresivamente en el mismo salón. Ambos comenzaron una amistad desde ahí pasando de ser buenos compañeros a buenos amigos, Javier le contó casi todo de él, todo excepto un pequeño detalle y eso era su escondida homosexualidad. No se avergonzaba de ello, pero tenía que ser realista, en una división de ingenierías sacar a relucir tu orientación era una condena, ya que toda la carrera se la pasarían haciendo la vida imposible.
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Cicatriz de Espadas (Historia LGBT/Finalizada)
RomanceDarío Rivero es un chico que va vagando por la vida sin poder comprender su lugar en el mundo, se encuentra casi en la línea límite del quiebre emocional, sin saber a donde dirigirse con miedo en el futuro cercano, se ve envuelto en dudas que le pro...