Pareja

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Las cosas entre Damián y Darío estaban tensas un poco, ninguno habló en el carro del abogado quien se dirigía a la joyería. Cuando llegaron, simplemente el chico esperó a que abriera la puerta, ambos entraron en silencio hacia la casa. El silencio era insoportable.

— Mi bello ángel yo... — Trató de decir algo, pero para su sorpresa lo que recibió fue un beso por parte del chico quien se aferraba a su cuello. Uno profundo beso que rápidamente el abogado aceptó abrazando el cuerpo de Darío con fuerza durante varios segundos de repente la respiración les hizo falta separándose, las manos del chico comenzaron a acariciar las mejillas del mayor mirando sus labios y profundamente respirando cerca. — No me importa si todo fue manipulado para que viniera aquí... No me importa... Yo te amo, mis sentimientos no fueron manipulados. Quiero casarme contigo, vivir a tu lado. —

— Damián... Yo tampoco quiero. Te amo demasiado. — Fue entonces que ambos comenzaron de nuevo a besarse con pasión, aferrándose al cuerpo del otro como su vida dependieran de ello. Sus sentimientos eran mutuos ninguno quería dejar al otro. No ahora que sabían que ambos debían estar juntos porque ellos lo querían, se amaban y eso se demostraba en el beso. — Realmente cuando me enteré de todo simplemente estaba enojado y frustrado porque pensar que todo esto es por el extraño plan de tu padre. —

— Pero tus sentimientos... ¿Crees que tus sentimientos fueron también manipulados? — Damián preguntaba con nervios acariciando la espalda del chico suavemente.

— Por supuesto que no, te acabó de decir que te amo. Además, no por nada no tuve nada que ver con nadie durante los últimos dos años, tal vez uno que otro desliz. — Dijo con una sonrisa.

— ¿Julián? Tengo entendido que él estuvo detrás de ti, y también este Anthony Deligiannis quien autoproclamó nuestro padrino de bodas... — Bromeando Damián hizo que Darío empezara a reír levemente.

— No me recuerdes, tengo que hablar con ellos después. — Preocupado el chico comenzó a empezar pensar en todo lo que tenía que hablar con ellos después, Anthony lo podría hablar en su cubículo, pero Julián no sabía dónde se metía para hablar con él.

— Eso sí solo voy contigo. No quiero que me roben a mi prometido. — El chico escuchó lo que dijo el mayor y simplemente comenzó a reír.

— Idiota, eres un celoso. Oye espera... — Dijo de nuevo pensando el joven con una tierna sonrisa. — No escuché que mencionaras a Fabián, tengo entendido que, según tú, él también está detrás mí. —

— Bueno, todas mis dudas se esfumaron cuando te abrazó la última vez en la cafetería. Cuando te arrebato de los brazos de Deligiannis. La forma en la que te abrazó es la misma forma sobreprotectora que Fabián abrazaba a Beltrán cuando estaban en la escuela, el buen Fabián siempre ha sido el hermano sobreprotector. —

— ¿En serio? — Preguntó sorprendido.

— Si. También tendrás que hablar con él, se quedó muy dolido por cómo le hablaste en el departamento, te aprecia mucho eso no es mentira. —Sonriente el abogado dijo.

Darío se separó del cuerpo del mayor yendo a sentarse al sillón más cercano donde paso sus manos por su rostro mirando a la nada, mientras Damián se sentaba a un lado de él.

— ¿Qué pasa mi bello ángel? — Preguntó preocupado.

— Sé que no debe importa nada porque, aunque quieran o no, tú y yo seguimos juntos. —

— Y nos vamos a casar. — Recalcó.

— Si, pero... Hay muchas personas con quien hablar, sobre todo tu familia. — Mencionó preocupado.

Cicatriz de Espadas  (Historia LGBT/Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora