Cicatriz de Espadas (Historia LGBT/Finalizada)

Una noche mal planeada (1ra Parte)

Cuantas veces me encontré con él, fueron pocas las veces... Nunca he tenido una buena memoria pero por alguna razón a pesar de que no recuerdo las veces que lo vi, le pude hablar, besarle, sentir su cuerpo con el mío, puedo visualizar cada momento que pasé a su lado... Cada noche y cada plática que pude tener con ese hombre, como me divertí con él, como mis lágrimas cayeron por él, como inclusive lo llegué a odiar... Pero al final me di cuenta que desde un principio me enamoré por primera vez.

Aunque no lo crean soy un chico de lo más normal, tengo 19 años apenas, soy un bicho raro en los estándares normales que hay acerca de los chicos gay jóvenes, ya que me gusta mucho el rock de los 80's y 90's, amo los comics, me gusta la comida chatarra, soy flojo, odio a Lady Gaga y toda cantante Pop de la actualidad excepto Madonna... Madonna siempre será la reina.

Tampoco me agradan mucho las citas o los encuentros casuales que son de moda en la comunidad gay, nunca he ido a eventos gay y para mí, un día ideal es estar en cama con unas Sabritas y estar viendo series en internet algunas series anime y escuchar mis gustos...

¿Cómo soy físicamente? Bueno, puedo decir que entro en los estandares normales de un chico que mido 1.70m, peso 62kg. Tengo mi cabello oscuro y en si nunca me peino porque mi cabello es del tipo rebelde chino por más que haga peinarlo jamás se queda quieto, por lo cual lo tengo algo esponjado, soy medio moreno, tengo ojos cafés y mi cuerpo pues no es ni muy flaco ni tampoco estoy gordo, se podría decir que soy pachoncito o mejor dicho panza plana y musculatura media. Así era en ese entonces.

Recuerdo que era un chico que no estudiaba, trabajaba en una empresa de seguridad y yo me encargaba del mantenimiento de cámaras de seguridad en circuito cerrado. A pesar de que tal vez sea flojo, comelón y un completo desordenado, soy serio en mi trabajo. Pero aún tenía la esperanza que algún día iba entrar a una buena universidad, tenía muchas dudas y siempre invadían mi cabeza, no conseguía la suficiente confianza para decidirme aun... Era muy diferente a lo que soy ahora, mucho.

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— Lo siento bebé, es que de repente Gabriela llego y dijo que fuéramos al cine... Perdóname. —

Y así es como comenzaba toda esta odisea, era plantado por una de mis mejores amigas en una de las primeras noches del mes de Octubre. Me llegué a enojar un poco porque hacia frío, era temprano por la noche y ahora estaba solo esperando en un pequeño bar de la ciudad donde vendían cervezas preparadas, micheladas como se les conoce.

— ¡No me jodas Marcela! ¿¡Y ahora qué voy a hacer solo!? ¡Tengo una noche libre, sin trabajo al día siguiente y lo único que quería es beber con mi mejor amiga lesbiana! — En verdad estaba enojado pero en el fondo la comprendía. Su novia pesa más en la balanza, y ciertamente era la única que me aceptó la invitación a salir. Todos los demás tenían otras cosas que hacer, otras cosas con sus amigos en turno.

— En serio, lo siento Darío. — Aun cuando me dejo plantado y me avisó a última hora por teléfono, no podía enojarme con Marcela, por lo cual mi única resignación era irme a mi casa o eso pensaba antes de que me dieran un nuevo rumbo. — ¿Darío? ¿Darío sigues ahí? —

— Si, aquí estoy... — Decía mientras mi cabeza baja miraba pasar unas pequeñas hormigas negras en fila. ¿Quién lo diría? Hasta las hormigas tienen mejores planes que yo esta noche... Pensaba deprimido, frunciendo el ceño mientras empezaba a mirar la calle en la espera de un taxi.

— Gaby dice que acabando el cine iremos a Moons, que puedes acompañarnos ya que irán varios amigos. —

— ¿A Moons? — El segundo antro gay más popular de la ciudad, era conocido por sus precios accesibles, gran ambiente y su mezcla de música. Pensé en silencio un momento, ir a estar un rato solo en ese antro o ir a casa. La respuesta era obvia pero yo opté por la otra opción. — Está bien, que tengo que perder, las esperaré allá. De paso aparto una mesa, ya ves que se llena en poco tiempo.