Decepción amorosa

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Después del fallecimiento de mi padre, la vida continuó. Darío y yo comenzamos a llevar una relación más amistosa, hablábamos por teléfono más seguido y cuando nos veíamos era una mayor platica entre ambos. Poco a poco fuimos siendo tan solo amigos que platicaban e incluso podrían beber un café. Me hice a la idea de que tal vez, ya no habría una reconciliación a nuestra relación. Me dolía en el alma pensar en ello, pero al mismo tiempo creía que era lo mejor.

— Si de plano ya renunciaste a Darío. ¿Por qué no buscas a alguien más? — Escuché de la voz de mi amigo Richard quien me veía un tanto preocupado.

— ¿Citas a mi edad? No lo sé. — Contesté algo avergonzado, sin embargo, parecía que mi amigo no iba a quitar su dedo del renglón.

— ¿Y que tiene? Hay muchos allá afuera mucho más grandes que tu que aun están de citas buscando el amor. — Seguía parloteando.

— Además, Daniela está pasando por una etapa difícil. Y se acercan sus quince años. No creo que sea buena idea que esté en citas y que me vea con hombres por aquí y por allá. — Me excusé en eso para parar la plática, Richard siguió de testarudo.

— Debes de darte cuenta de algo, Daniela se va a ir en cualquier momento. El primer paso es la universidad, después se va a casar y tu te vas a quedar solo. ¿Te quieres quedar solo el resto de tu vida? — Entre todas esas palabras había algo de razón.

— No, pero no creo que sea un buen momento. — Seguí en mi postura ya que, si lo pensaba bien, en donde iba a conocer a alguien. Deje de ir a antros y bares después de casarme con Darío.

— Darío incluso podría encontrar a alguien ya demostró que puede seguir adelante sin ningún problema. Vamos hombre, no te quedes estancado, solo Inténtalo, unas cuantas citas y ya vez si continuas o esperas otro tiempo más. —

¿Darío con alguien como pareja? ¿Gael? No me agradaba para nada pensar en eso. Más por el hecho de que eso le daba la razón a Richard, Darío ha sabido salir adelante sin mí, las cafeterías están mejor que nunca, ha hecho grandes amigos en esa ciudad, incluso extranjeros. Se ha ido de viaje con Maximilian unas vacaciones donde el parecía bastante feliz.

Mientras tanto yo...

— De acuerdo trataré, pero no prometo nada. — Respondí con molestia.

— Si quieres podemos ir a Jhonny's con Rubén. — Rubén y Diana, perdimos contacto con ellos después del preinfarto de Darío, a veces no lo encontrábamos por la calle y platicábamos poniéndonos al día, sé en este momento que ellos ya tienen 3 niños y se aliaron con Iván para que poco a poco el viejo hombre se vaya haciendo como nuevo dueño, ya que ellos quieren salirse del negocio para poner una más formal. — ¿Qué dices puedo pasar por ti? —

— Bien, bien le diré a Daniela que saldré y que la dejaré con sus tíos o sus abuelos. — Mi madre después de que papá muriera se fue a vivir con Beltrán a petición de este. No queríamos dejarla sola en esa inmensa cada y yo traté de traérmela a vivir conmigo, pero al final no quiso. Su decisión fue quedarse con Beltrán y eso respeté. Recordé de repente que ellas dos se llevaban muy bien, Daniela tenía una confidente en mi madre y con ella puedo saber que piensa mi hija. — Mejor será decirle que se quedará con Beltrán, le hará bien hablar con mi madre. —

La relación con mis hermanos era normal, no como antes, pero ya mínimo me dirigían la palabra debido a los cuidados de nuestra madre... Llegó el sábado y simplemente estaba pensativo mirando al techo, iba vestido normal, una playera en v color blanca, un saco oscuro, pantalón de mezclilla y zapatos cómodos, no era la gran cosa, pero tampoco iba a ir a destacar. Daniela se había ido con su tío Beltrán desde temprano, así que solo me encontraba esperando la llegada de Richard. En ese momento escuché mi celular sonar en un mensaje.

Cicatriz de Espadas  (Historia LGBT/Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora