Familia lejana

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— Papá Darío, tu primo y tu tío tambien están casados con otros hombres como tú y papá Damián. — Miraba mientras conducía como Daniela estaba emocionada.

— No, bueno... Mi tío Roberto no sé si está casado. Pero yo creo que sí, después de todo él ya es un adulto mayor de 57 años. Mi primo Paco está casado con una bella señora y tienen cuatro hijos, en la casa tambien vive mi otro primo que es su hermano llamado Jacinto con su hija Isabela y su esposo de ella, todos viven bajo las órdenes de la señora Concepción quien es esposa de mi tío Eduardo Rivero, que en paz descanse. — Expliqué el árbol genealógico cuidadosamente, pero Damián grande solo miraba a varios lados como si quiera ordenar el árbol.

— Mi bello ángel entonces ¿Aquí en donde entra tu tío Roberto? — Preguntó mi pareja y solo comencé a reír.

— No es tan difícil. El tío Eduardo y el tío Roberto son hermanos, ellos son primos de mi padre, los hijos del tío Eduardo son mis primos Jacinto y Francisco, y los hijos de ellos son mis sobrinos. —

Daniela estaba viendo el paisaje de la ciudad de México, el joven Damián no paraba de ver su celular y las redes sociales, al parecer estaba interesado en alguien y mi esposo pues... Solo recargó su cabeza en la ventana.

— Me confundo. — Dijo cansado.

— Tonto. — Fue lo que respondí. Desde temprano ese día habíamos llegado a la ciudad de México a visitar a mis parientes, la razón de esto. Es que quería que lo niños conocieran más de la familia Rivero. Y que tienen más familia además de sus abuelos y sus tíos. Primero llegamos con a la casa de mi tío Eduardo, al llegar y tocar fuimos recibidos por mi primo quien alegremente nos dio un abrazo.

— ¡Primo Darío! ¡Al fin llegaron! ¿Cómo estuvo la carretera? — Preguntó alegremente mi primo Paco quien solo comenzó a abrazar a todos. — Damián, es un gusto conocer al esposo de mi primo, por favor dame un abrazo, somos familia. — Mi pareja estaba un poco nerviosa riendo, pero al final acepto el abrazo mirándome con los ojos abiertos. — Vengan, les presentaré a mi familia, por aquí pequeños. — Todos caminamos por la casa mientras veíamos lo grande que era a pesar de la pequeña entrada. — ¡Mamá, Jacinto! ¡El primo Darío ya llegó! —

Llegando a la sala, vimos a 8 personas esperando por nosotros en la sala de estar, fue entonces que la anciana mujer y el hombre más mayor.

— Miren ambos Damián, Daniela. La señora mayor es mi tía Concepción, y el señor es mi primo Jacinto. — Los niños y el abogado saludaron cordialmente después de eso Paco estuvo presentado su esposa e hijos, igual Jacinto. Todos nos saludaron, los chicos se fueron a jugar un poco de videojuegos y otros en el jardín. En la sala solo nos quedamos mis primos, mi tía, mi esposo y yo, estábamos platicando acerca de la vida de ambas partes, ellos siendo oficinista y carpintero, mientras yo tenía las cafeterías, el trabajo de planta, todo eso mientras tomábamos un refresco.

— Es un gusto ver que los chicos se lleven bien. Pero primo, ¿Por qué no vino el tío Martin? — Comencé a reír un poco avergonzado, al escuchar la pregunta de Jacinto.

— La verdad es que se le olvidó que tenía una cirugía con el dentista ayer, le quitaron todos los dientes de arriba que ya tenia flojos y le pusieron una placa provisional. La verdad es que el doctor le prohibió el viaje ya que tenía una infección muy fuerte en las encías por lo que le tuvo el dentista que abrir y le pidió reposo absoluto por 5 días. Mandó sus disculpas. — Y era verdad, mi padre había amanecido con toda la boca inflamada, parecía sapo.

— Que mal. —

— Si es una pena. Pero yo noté que falta alguien, Paco me dijo que tenía 4 hijos, pero solo están 3. —

Cicatriz de Espadas  (Historia LGBT/Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora