25

2K 117 86
                                    

Narra Mica:

—Hola enano!— grité abriendo mis brazos para que me abracé.

Ale vino hacia mi apretandome fuerte causando que mi cara haga un gesto de dolor por el pinchazo que se me hizo en mi torso.

Miré a Valentín y a mi mamá que estaban a punto de retarlo a Ale pero levanté un mano para que se callarán. Hace 1 mes y medio que no veo al pequeño diablito. Ya lo extrañaba y lo quería abrazar, aparte no me dolía tanto.

Mi hermano se separó de mi mirándome.

—¿Cómo te sentís?— preguntó.

Estoy para el orto.

—Mejor ahora que viniste vos ¿Porque no viniste antes?— dije haciéndome la enojada.

—Tenía escuela—dijo girando los ojos— además mamá me dijo que no podias recibir visitas los fines de semana.

Me reí.

—¿Y la escuela?— pregunté.

Empezamos a charlar y el enano me hacía reír con todas la boludeces que decía. De tanto en tanto miraba a Valentín que me miraba con ternura y me sonreía.

Flaco sonreime así una vez más y te rompo toda la boca a besos.

Después de unas horas hablando con mi mamá y mi hermanito nos interrumpió la chica rubia que saludo a Valentín en el pasillo e inmediatamente, como si fuera un reflejo, puse cara de orto ¿Qué hace esta mina acá?

—Disculpen, es la hora de almorzar de la paciente. Tengo que pedirles que se retiren.— hablo mirándolo a Valentín un largo rato.

¿Que concha miras pelotudita? Es lindo ¿Viste? Y ESTA CONMIGO...¿o querés que te lo deletree?

Valentín me miraba solo a mi porque seguramente sabía que me había puesto celosa y me daba el voto de confianza. La rubia solo agachó la mirada.

Si nenita, baja la mirada porque este pibe hermoso está conmigo!

—Se puede quedar alguno si lo desea— aclaro la rubia.

—Se queda el— dije mirándolo a Valentín y el solo me sonrió y se mordió el labio divirtiendose con mi comentario— solo si querés, obvio.

—Obvio que quiero—dijo dándome un beso en la frente provocando que la rubia me deje la bandeja entre las piernas con la comida. Al retirarse paso sus manos por el brazo de Valentín estando yo AHÍ AL LADO!

Hay un sorteo para hundir a patadas un orto y está piba se está llevando todos los números.
Ya la voy a ubicar a la pendeja está.

—Joya entonces, mamá ¿Le traerías a Valentín algo para que almuerce conmigo?

Ella asentó y se fue a buscarle algo. Y cuando volvió se lo dió para dejarnos de nuevo solos.

Cuando se retiraron todos yo empecé a comer lo que me trajeron: pollo, con ensalada y una gelatina. Todo sin sal, un asco para ser sincera pero tenía un hambre tremenda asique no me queje.

Mientras yo comía Valentín me miraba y se reía.

—¿Tengo un payaso en la cara?—pregunté.

Negó.

—Es que me encanta verte comer.

—¿Desde cuándo ver comer a alguien es divertido?— dije.

—Desde que lo haces vos...

Uh wacho vení y chapame ahora o me muero de lo tierno que sos.

Cuando terminamos de comer vino la taradita de la rubia a retirar la bandeja mientras lo miraba a Valentín.

«Tu mirada» •Wos•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora