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Narra Valen:

No sabía que decir.

—Para algunos si, pero no para todos lo días. Es mucho, tengo que pagar la colegiatura de Alejo, los medicamentos de mi mamá, los gastos de la casa, la comida... Y no puedo— dijo entre sollozos.

La miré preocupada, no sabía que hacer.

—¿De cuanto es el tratamiento de los medicamentos?— pregunté.

Me miró raro.

—$ 10.000 ¿Porque preguntas eso?... — se quedó un rato analizando mi cara hasta que entendió el "porque" preguntaba— ay no, no, no Valentín... Es un rotundo NO.

—¿Porque no? Yo quiero y tengo plata. Perfectamente puedo pagarle el tratamiento.

—¿Querés razones? 1: no te lo conté para dar pena y así pagarás el tratamiento. De hecho no te lo debí haber dicho, 2: no es tu deber hacerlo, yo me las voy a arreglar para conseguir la plata. Soy su mamá y para eso estoy y 3: es tu plata y deberías gastarlo en algo que quieras vos.

—Y yo la quiero a Mica. Y la quiero ver bien— dije mirándola fijamente, va a ser duro convencerla de que me deje poner plata.— solo digame cuanta plata necesita.

—No me trates más de "usted" Valentín. Me hace sentir que soy una vieja boluda— dijo riéndose— y la respuesta es no.

Ya sé de dónde saco Mica su manera irónica de contestar.

—Esta bien— dije fingiendo estar desanimado—¿Quiere un café o un te?

—Valentin...— me retó.

—Bueno— dije girando los ojos— ¿Querés un café o un te? Yo invito.

—¿Que problema tenés con querer pagar las cosas?— preguntó riéndose sarcásticamente.

—Ninguno, solo tengo la necesidad de ayudar a la gente que quiero y amo— dije con la sonrisa más sincera que pude.

Ella me miró con ternura.

—Un te— respondió— asenté con la cabeza y fuí a buscar unas facturas para tomar con el té y el café ya que era medio día.

Cuando fuí al negocio de la esquina donde se encontraba el hospital me dirigí a la parte en dónde estaba la cafetería y pedí lo que debía que llevar: te, café y 4 facturas.

—Ya te los hago— dijo el chico que me atendió y me dió risa porque era chino.

¿Quién pensaría que los chinos además de estar en los supermercados están el las cafeterías?

El pibe me miraba con la ceja levantada a modo de decir "¿De qué te reís boludo?" Pero no le di importancia asique me puse a mirar el lugar.

Era linda las paredes estaban pintadas de color café y crema con asientos blancos adentro y afuera. Se sentía un olor a limón... Debe de ser el aromatizante de ambiente.

Entre tanto mirar y mirar, ví un manojo de pelos rubios: Agustina ¿Me está acosando o qué esta piba?
Sin pensarlo dos veces me di vuelta para irme. Con café o sin café no quiero tener a esta mina al lado.

—Valentin!— gritó como loca y yo solo quería cerrar los ojos y que me abduzca un ovni.

La ignore, capaz así no jodia más.

—Eu, Valen— dijo tocándome el hombro ¿Qué mierda me tocas flaca? Re confite la piba éstá.

¿Y que le voy a hacer? Me di vuelta para saludarla. No me quedo de otra, si ya me había visto.

«Tu mirada» •Wos•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora