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Narra Mica:

Llegamos a mi casa y con Mati llamamos a los pibes para comer algo, va algo no. Lo de siempre: Lomos.

Pasaron como dos horas y no llegaba el pedido ni los chicos tampoco.

—¿A qué hora llega la comida?— me queje. Pareciera que esperamos horas y horas.

—No sé, espera que llamo, capaz le pasó algo al pibe que trae la comida...— agarró el celular y la tarjetita que tenía el número del delivery para llamar— Emmm hola si. Pedí 10 lomos para las 3:00 y todavía no han llegado porq...— se quedó callado un minuto para después asentar con la cabeza y golpearse la cabeza con la mano— si, si, perdón ¿Anotas?

Le pasó la dirección de la casa. Y después de un "gracias...chau" cortó y me miró.

—¿Que pasó?— pregunté.

—Que hice el pedido y no les di la direccion— dijo riéndose.

—Ah, pero vos sos un pelotudo importantísimo— dije riendome.—¿Y los chicos?— pregunté levantándome y dirigiéndose a dónde estaba el.

—Dijeron que venían más tarde ¿Vemos una peli mientras esperamos?—pregunto cuando lo abrace.

Negue con la cabeza.

—Quiero dormir Mati— hoy nos habiamos levantado super mega hiper temprano y estabamos cansadisimos, o por lo menos yo que nunca me levanto temprano.

—Ok, vamos...— dijo empezando a caminar. Se detuvo cuando vio que no lo segui.—¿que pasa ahora?

—Llevame forro, ni ganas de caminar— dije estirando mis brazos para que me alce.

Se rió un rato mirandome y mordiendose el labio para evitar soltar una risita. Despues me agarro y me subio a su hombro mientras me llevaba a mi pieza.

—Igual que cuando teniamos 6 años, solo que ahora estas mas gordita— dijo mientras subiamos las escaleras y me apreto la panza.

—Ey!— me queje.

Me acostó en mi pieza y no paso mas de dos minutos que me dormi al toque. Estaba muy cansada.

Me movi cuando senti que algo me molestaba.

—Princesa, despertate— senti la voz de Valentin y despues senti como me dejaba un monton de besitos en la cara. Cuando me refregue los ojos para sacarme todas las lagañas y para despertarme ví los ojos de Valentín, pero estaban rojos. Seguro estuvo fumando un porro antes de venir con los chicos.

Le devolví el beso para que pare de darme besitos. Lo quiero y todo pero... Wacho deja dormir.

—Dale levántate que están todos abajo.

Me acomode en la cama boca abajo porque la luz de mierda de la tarde me pegaba en la cara. Y con la cara metida en la almohada le negué con la cabeza.

—Quiero dormir...— dije abrazando la almohada. Ni se cuantas horas dormí, capaz dormir como 4 hs pero todavía seguía cansada.

Me sacudió de los hombros un rato para que me moviera y al ver que no logro nada me pegó con la mano en el culo haciendo que me dé vuelta y lo mire mal.

—No volvas a hacer eso porque te garcho ahora ¿Me entendés?— lo jodí.

Me dió un besito chiquito en la boca y se hizo para atrás cuando lo quise intensificar.

—Por más que quiera... No puedo.

—¿Que te lo impide?— dije sentandome en la cama quedando frente a el y moviendo mis cejas.

«Tu mirada» •Wos•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora