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Narra Mica:

Ya pasaron dos semanas desde que empecé la fisioterapia y me dolía el cuerpo como los mejores.

Y ahora estoy encerrada en el baño esperando a que el maldito test de embarazo dé el maldito resultado.

Dejé la prueba en el espejito del baño una vez que la hice y empecé a caminar de acá para allá esperando a que pasaran los minutos para ver qué decía el Evatest.
Mientras caminaba miraba la prueba cada tanto. Quería saber que decía pero no me animaba a mirarla.

Me pare en cierto punto y lo miré a Valentín que estaba mirando un punto fijo en el piso con las palmas de sus manos pegadas y apoyadas en su boca... Como si estuviera rezando.

Estabamos sumergidos en un silencio que más que incómodo...era nervioso.

Me acerqué a él y lo agarré por los hombros haciendo que me mire con sus hermosos ojos celestes. Estaba aterrado y se notaba demasiado ¿Quién no lo estaría?

—Sea lo que sea que diga esa pelotuda prueba de embarazo te prometo que vamos a estar bien ¿Si?— lo miré y era más que obvio que estaba nervioso.

Y yo estaba aterrada ya que había estado con muchas náuseas la última semana. Yo no me tenía fe, pero no quería amarrarlo a Valen en esto. El era un pibe demasiado bueno, no se merecía esto.

«¿Y yo si?»

Aparte ese pensamiento de mi cabeza antes de que mi subconciente me jugará una mala pasada y volví mi vista a Valen.

El trato de sonreírme pero solo le salió una mueca muy tensa. Luego asentó.

—¿Ya pasó el tiempo?— preguntó el con la voz entrecortada. Quería abrazarlo con todas mis fuerzas. Debí haberme dado cuenta de que no nos cuidamos... Soy una tarada importantísima.

Unas ganas de llorar tremendas, no por el embarazo sino al ver a Valentín tan preocupado... Ambos sabíamos que en el fondo no queríamos y no estábamos listos para ser padres.

Saqué mi celular para ver la hora y ya habían pasado los cinco minutos asique asenté.

—¿La querés ver vos o querés que lo haga yo?— preguntó Valen parándose del inodoro en el que estaba sentado.

Me acerqué y lo besé. Me encantaba cuando en momentos como estos el seguía teniendo esos detalles de ternura conmigo.

—Los dos juntos— dije acunando su cara entre mis manos para después entrelazarlas con las suyas y agarrar la prueba de embarazo.

Sacamos la tapita del test y había una rayita sola... Yo me quedé con la boca abierta.

—¿Que significa eso?— preguntó al verme paralizada.

Lo mire para después sonreír.

—Significa que no estoy embarazada Valentín!— dije casi gritando, pero con la suficiente emoción como para que se notará.

Salté encima de él enredando mis piernas en su cadera. Él por instinto me agarró de los muslos abrazándome.
Sentí como el pecho de Valentín de desinfló por todo el aire que contenía.

Gracias Dios, te debo una.

—Dios que cagaso que tenía la concha del mono.— dijo Valentín bajandome sin separarme de él.

—Y yo ni te cuento. Si hace falta la próxima vez me haces el orto para que no haya bendi y nos asegurarnos bien— dije bromeando.

—Puta que oferton— dijo mirándome y nos entramos a reír.

«Tu mirada» •Wos•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora