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1/hasta que termine la fic. Lo escribo y juro que ya estoy llorando.
Narra Mica:

—Tranqui, ya van a llegar— me estremeci cuando sentí las manos y la voz de Valentín atrás mío. Me recorrió un escalofrío en todo el cuerpo cuando apoyo su cabeza en mi hombro sonriendo.

No podés ser tan hijo de puta y hacerme eso wacho rico hermoso de mierda.

Hace media hora miraba a él reloj mientras amasaba un slime chiquitito verde que hizo Ale para calmarme ¿Porque mi mamá y Agustina tardan tanto?

—Si lo se es que...— saqué sus manos de mis hombros y cuando me di vuelta para mirarlo estaba muy cerquita de mi asique di un pasito para atrás tosiendo y mirando para cualquier lado. Dios esos ojos, me distraen.— quiero terminar con esto lo más antes que se pueda.

¿Porque tengo tanta saliva en la boca? No puedo parar de tragar la concha de su madre.

—No te preocupes, va a salir todo bien— no cuando te enteres de lo que dice ese vídeo. Ya me había puesto como meta decirle que sigo enamorada de él y no cagonear. Después de todo tiene derecho a saber, yo tengo derecho a descargarme y solo me queda una semana para irme otra vez a Cataluña porque se terminan las vacaciones y tengo que volver.

Va a pasar un año hasta que lo vuelva a ver asique ¿Que tengo que perder?

—Hola, tierra llamando a Mica— empezó a chasquear los dedos enfrente de mi cara.—¿Tengo un moco?— preguntó riendose.

—¿Q-q-ue?— tartamudee como buena pelotuda que soy. Sigue teniendo ese puto efecto en mi que hace que me ponga nerviosa. Ya basta Mica! Cálmate mujer, sos fuerte... Podés resistir a esos ojos por dos conchudos minutos.

Esos ojos hermosos que son un viaje de ida del que no volves perdiendote en ese azul y su boca, su mandíbula, su piercing, su pelo...

¡BASTA YA! concéntrate mujer.

—Digo porque te me quedaste viendo, capaz que tenía un moco.— dijo acercándose mientras se revolvia el pelo y a mí el corazón ya se me paro y me volvió a latir como 5 veces.

Agarré un pedacito de slime y se lo pegue en la nariz para que el lo mire y se ponga bizco haciendo una cara muy rara que me encantó y me saco una sonrisa.

Se va a quedar virolo.

—Ahora si lo tenes...

—¿Que mierda es está poronga?— preguntó sacándosela de la nariz riendo y empezando a jugar con ella como un nene chiquito.— es re adictiva.— sacaba la lengua cuando se le pegaba en los dedos y a la vez se le achinaban los ojos.

—Es slime bobo— El se sentó en la silla y siguió con el slime sin darme ni cinco de pelota.—¿Y Mati?— mire para todos lados y no había nadie. Solo nosotros dos.

—Se fue a comprar para hacer unas pizzas ¿Te jode si vienen los chicos?— preguntó. Negué con la cabeza pero no me vio porque seguía boludeando con el slime.

—No llamalos, ya sabes dónde está el teléfono.— señale la pared donde estaba colgado.—Dame mejor lo guardo porque sino lo vas a terminar tragando.— le quite el slime viendo cómo me sacaba la lengua cruzado de brazos como todo niñito encaprichado con el ceño fruncido. Yo hice lo mismo y le saque la lengua haciendo que se ria un poquito.— si estás enojado no te rías.— le dije y empezó a aguantarse la risa apretando los labios pero aún así tenía una mueca en su cara.

Me fui arriba, aproveche y me bañe. Cuando termine me puse la bata de mi mamá que me quedaba gigante y me tapaba entera. Tenía manchas de lavandina, estaba desteñida... Un desastre pero bueno, todavía servia.

«Tu mirada» •Wos•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora