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Narra Valentín:

No sé como no choque o no me paró la policía en el auto de mi viejo porque iba lo más rápido que podía al hospital pensando en como estarán los chicos.

Dios, le llega pasar algo a Mica y yo me muero.

Tengo que hablar con la pelotuda de Valeria para que le aclaré las cosas a la Mica y le diga que ella me besó y yo la rechace. Que fue un malentendido porqués mí no me va a creer ni en pedo.

CONCENTRATE VALENTIN! Ahora no pienses en eso. Mica, pensa en Mica.

Llegué al hospital y había una chica en recepción, rubia y adelante del mostrador donde ella está a había una fila de la concha de su madre para los reclamos o consultas. La puta madre, no puedo esperar tanto.

Me adelante a la fila y me dirigí a la chica.

—Disculpame, necesito saber sobre dos personas recientemente internadas: Matías Ignacio Spallatti y Micaela Juliana Gonzáles.— dije preocupado.

—Ahora lo reviso lindo— me dijo guiñándome el ojo ¿Porque me tengo que topar con todas las minas locas hoy? La ignore mientras ella seguía revisando la computadora que estaba adelante de ella y mirándome de reojo de vez en cuando. Gire los ojos con desesperación.

¿Que miras wacha?¿Podés apurar el trámite un toque? Quiero ver a la chica que más amo en el mundo, gracias.

—Joven estábamos nosotros antes— dijo una pareja de ancianitos que eran los siguientes atendidos antes de que interrumpiera.

—Lo de él es más urgente. Espere un momento señor y ya lo atiendo— le respondio al anciano y este hizo un chasqueo con la lengua en modo de desaprobación.

Por fin la cara me sirve para algo.

—Estan en el 4 piso habitación 13 y 22 ¿Lo acompaño?— preguntó mirándome de arriba a abajo.

Flaca me estás violando con la mirada básicamente asique NO GRACIAS.

Aunque solo negué con la cabeza y me subí al acensor que parecía siglos en llegar. Piso 1... Piso 2... Piso 3... Hasta que llegue al bendito piso 4 buscando la habitacíon 13, la de Mati.

Cuando salí del ascensor estaba los padres de Matías hablando con un médico.

—Hola— salude— ¿Está bien?¿Le pasó algo?— dije apurado... Necesitaba saber algo de ellos.

El médico saludo a los papás de Mati.

—Bien, no está... Pero por suerte mucho no se hizo solo golpes externos, un ojo hinchado y una costilla rota. Mica recibió la mayor parte del golpe— hablo mientras abrazaba a la esposa que estaba sollozando.

—¿Puedo pasar a verlo?— pregunte. Y mi mente no podía dejar de pensar en Mica, quería verla pero ya! Pero uno a la vez: primero Mati y después Mica.

—A-ahora no Valen, e-el me-medico dijo que ti-iene que descansar— dijo como pudo para ocultar su llanto. Se nota que está preocupada.

—¿Necesita algo?— le pregunté.

Ella negó con la cabeza.

—Si no te molesta ¿le traerías un te de tilo?— me dijo susurrando su papá.

Yo asenté con la cabeza. Siempre que yo iba a su casa ellos eran muy buenos conmigo, seria de egoísta y caradura no apoyarlos ahora. Al menos sabía que Mati estaba bien, solo me faltaba ver a Mica.

Cuando baje, le pregunté a la enfermera donde podía conseguir el te, pero me dijo que si no es para los pacientes, no podían dármelo, asique salí a un café que había en la esquina y le compre un té. Regresé se lo di y marche para la habitación donde estaba Mica.

«Tu mirada» •Wos•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora