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Narra Mica:

Marquitos, Dam, Lit, y Dani me vinieron a ver entre la semana. Lit trajo a Nadia (su novia) para presentarmela y la chabona es re buena onda, me cayó re piola. Hasta le preguntó al médico que si me podía maquillar cuando en una charla le confesé que me sentía horrenda y demacrada.

«No digas eso... si sos hermosa. Mirá como lo tenés a Valentín»

Recordé que dijo y me maquilló. Lo cual me agradó, ya necesitaba pasar tiempo con una chica y no escuchar tantas boludeces de los pibes. Charlamos de banda de cosas: entre tantas como eran los chicos a la hora de cojer. Me reí al recordár nuestra conversación.

«Mauro es muy tierno, pero a veces me da gracia como actúa cuando vamos a tener relaciones, por ahí te tira unos comentarios re bizarros jajaja¿Y Valen?¿Qué onda?»

«Es muy bueno jajaja, solo que odio cuando me hace esperar»

«Es lo peor cuando te hacen esperar "el estúpido juego de la provocación" igual con Mau no hace falta... se le para de la nada o por casi todo jajaja»

«jajaja»

«Igual me refería a que onda.. ¿Son novios?»

Su pregunta me quedó rodando en la cabeza por varias horas...¿Qué somos con Valen?

Aparté esa pregunta de mi mente, hay algo más importante todavía. Hoy viene a verme Matías. Desde el accidente que no lo ví y lo extrañaba, quería saber cómo estaba.

Mis pensamientos se interumpieron cuando lo ví entrar por la puerta con un ramo de flores y un chocolate.

—Al fin lali... Una enternidad para verte.— dijo girando los ojos simulando cansancio.

—¿Lali?— me reí.

—Lali...siada ahre— dijo burlandose de mi. En otra situación ya lo hubiera cagado a piñas pero lo extrañaba.

—Cerra el culo y vení a abrazarme— dije abriendo mis brazos.

Se acercó a mí para darme las flores y el chocolate Águila para luego abrazarme.

—Lindas— dije mirando y oliendo las flores, son muy hermosas— uh... Aguila— dije abriendo el chocolate, pero me lo quitó.

—No lo abrás, todavía no se si podés comerlo. Espera a que venga el medico y me diga.

Frunci el ceño ¿Para que bosta me lo da entonces?

—No me mires así. Es solo para asegurarnos.—aclaró—¿Como te sentís?— preguntó cambiando de tema.

—Soy Robocop básicamente, pero mejor. Harta de estar acá para ser sincera.— dije señalando la habitación.

Se rió.

—Por lo menos estás mejor, no sabes el susto que me pegué— dijo acariciándome la cara.— Fué mi culpa, perdóname por favor— dijo soltando una lágrima.

No Spallatti, no te permito que hagas eso.

—Ignacio Matías Spallatti, cortarla. No fué tu culpa, fué del pelotudo que nos chocó. Además estoy mejor.

—Si, pero...¿Qué pasaba si te...?

No alcanzó a terminar la frase, pero se entendió perfectamente lo que quiso expresar.

—No me voy a morir Matías y menos por un pelotudo que no sabe manejar. Todavía tengo que romperte bastante los huevos antes de tomarme el palo de acá.— dije abrazandolo y el soltó una sonrisita que me alegro el día.

«Tu mirada» •Wos•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora