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Narra Mica:

—A ver... Para un poquito Mora y pensemos ¿Estás segura de eso?— le dije yo. Yo nunca lo ví a Matías tan enganchado como lo esta con Mora y me negaba a pensar eso, o que el era capaz de eso. Yo lo conocía bastante bien y todas sus relaciones anteriores terminaron porque andaba con minas re boludas y el se cansaba de ellas pero me negaba a creer que podía hacerlo. Nunca miró a nadie como miró a Mora, se le forma ese brillitos en los ojos y esas sonrisas de la nada cada vez que la mira, todo esto es muy raro.

—Si chicas...— se sentó en el patio arrancando el pastito seco sollozando y sin mirarnos. Con Nadu nos miramos sin saber que hacer o que decirle. Porque si ella estaba segura y los vio o algo parecido ¿Que podés hacer?¿Decirle que todo va a estar bien, que no es lo que parece, que seguro la flasheo y todo ese puto cliché?

La sinceridad aunque duela es necesaria y acá teníamos que tener un episodio de sincericidio.

Nos sentamos al lado de ella en forma de indiesito. Me agarró la mano a mi y la apretó fuerte mientras se apoyaba en el hombro de Nadu mientras ella le hacía caricias en la cabeza para calmarla.

Esta es la misma situación en la que estábamos cuando pasaba algo con un chabón. En la cama, en el living, en el parque... donde fuera, siempre era la misma posición cuando teníamos el corazon roto y lo único que me calmaba eran los abrazos de estás pibas.

—En realidad tengo dudas pero creo que sí. Estoy casi segura.— dijo ella mirando un punto fijo en la pared.

—¿Pero lo viste?— preguntó Nadia y yo nos separamos de ella al ver que no contesto.—Mo...

—Si y no... Ay no se chicas me voy a volver loca— se tapo la cara con las manos y se puso a llorar ¿Que mierda paso en esa gira?

La abrazamos tratando de que se calme. Porque así se sentía un corazón roto. Te confunde, te hace pensar las cosas dos veces, te hace desconfiar de todos, te destruye y aún así te meten la excusa de que "perdiste el interes"

El interés no se pierde... se lo quitan a uno.

Te cansa que esa persona comenta los mismo errores una y otra vez sabiendo que hasta vos estás dispuesto a ayudarlo. Solo rogaba que Matías no formará parte de ese montón, que el no se dejará llevar porque lo único que le pedí fue que no se lastimaron mutuamente. El es mi mejor amigo y ella mi mejor amiga, no quiero elegir bandos, no quiero estar entre medio de ellos dos decidiendo quien tiene la razón y no quiero tener que dejar de apoyar a uno para apoyar al otro.

Me guste o no, yo estaba comprometida. Se que ambos son buenas personas y que si se sientan a hablar podrían arreglar las cosas pero poner a estos dos a hablar es imposible.

Aparte de que la infidelidad no tiene perdón. El que quiere a alguien de verdad no lo lástima ni aunque lo amenacen con un cuchillo.

Cuando se calmo nos separamos de ella y Nadu fue a buscar unas servilletas de papel que le dimos para que se limpie.

—¿Que fue exactamente lo que viste?— le pregunté calmada aunque por dentro estaba puteando a Matías. Ella se paró y empezó a caminar de acá para allá de nuevo.

Me mareaba de solo verla pero si caminar la calma que lo siga haciendo.

—¿Vieron que fui a la gira?— asentamos— desde que llegamos el se portó muy raro conmigo.

—¿Raro como?— preguntó Nadia.

—Y no se... Raro. Si lo quería abrazar me sacaba de encima, le decía si hacíamos algo porque como se estreso mucho por la gira pensé que le iba a hacer bien salir y relajarse pero siempre me decía que no tenía tiempo. Se la pasaba encerrado en ese estúpido estudio asique salía sola y se enojaba si no le avisaba nada. Dormíamos en habitaciones separadas porque puso la excusa de que "le molestaba la luz de mi celular en la madrugada"— hizo comillas con la mano y una voz rara— o incluso me compraba ropa y cuando llegaba se la mostraba y se me hacía en indiferente.

«Tu mirada» •Wos•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora