No quería hablar, o realmente no estaba seguro de poder hacerlo.
- Bienvenido – Le dijo Rey notoriamente emocionada
Los ojos de Ben se llenaron de lágrimas y notó que los de Rey también. Tiró suavemente de su mano para acercarla y ella se abalanzó sobre él con cuidado, abrazándolo mientras hundía la cabeza en su pecho. Él correspondió su abrazo, llorando silenciosamente junto con ella.
Estaba abrumado, era real. Había vuelto.
Se quedaron largo rato en esa posición mientras él le acariciaba suavemente la cabeza y disfrutaba de todas sensaciones que le producía. Nunca había estado tan cerca de ella, lo que le produjo una extraña sensación. Sentía las manos y el cuerpo agarrotado, pero no le importaba, no ahora.
No fue capaz de saber cuánto tiempo estuvieron así, pero de pronto la puerta se abrió y una mujer entró a la habitación con una bandeja de comida. Leda abrió los ojos de par en par y se detuvo, dudando un momento.
- Maestra Skywalker, perdone mi intromisión sin avisar es que... debo controlar al paciente y... - Dijo dubitativa y mordiéndose el labio incómoda.
Rey se separó de Ben y sonrió a Leda con un movimiento de cabeza para indicarle que estaba bien. Monitorearon sus signos vitales y aunque estaba débil, estaba mejorando. Escuchar eso lo alivió profundamente.
Los días que estuvo en la cueva, Ben maldijo una y otra vez, pues no esperaba que el lugar fuera tan inhóspito. No había pensado en esa posibilidad, al parecer nadie lo había hecho. Desesperado, había intentado buscar a Rey con su mente más de una vez, pero sin éxito.
No podía perder esta oportunidad, no solo por el hecho de volver junto a ella, sino por todo lo que esto implicaba.
Se volvió a sentar en el lugar que se había transformado en su cama esos días y se abrazó a sí mismo intentando contener el poco calor corporal que le quedaba. Temblaba de pies a cabeza y comenzaba a perder las esperanzas. Una voz en su cabeza resonó fuerte y clara:
- Deja que la fuerza te guíe a ella, hijo
Él se sentía cada vez más débil, pero hizo un esfuerzo en olvidar el hambre, la sed y el frío y respiró profundamente buscando a Rey con calma por lo que le parecieron largos e interminables minutos. De pronto sintió su conexión y la vio.
Era ella, no tenía ninguna duda.
Dormía vestida en algún lugar de la galaxia. Se concentró aún más, pero no sabía muy bien qué hacer ahora que la había encontrado, entonces sintió la fuerza de su madre recorrer su cuerpo y proyectar algunas imágenes en su mente, que él se apresuró en transmitirle a Rey mientras ella dormía.
La conexión se rompió y tomó una fuerte bocanada de aire frío que le hizo estremecer. Solo le quedaba resistir.
Ben salió de sus recuerdos al notar que Rey se alejaba de la camilla para hablar con la mujer en voz baja. No alcanzaba a oír lo que decían y eso le preocupó, pero luego se calmó al ver que ambas se abrazaban.
Rey se le acercó con una bandeja de alimentos, mientras se quedaban solos nuevamente. El intentó tomar la cuchara, pero se le resbaló de los dedos. Frustrado, lo intentó otra vez, pero ella lo detuvo, tomando las riendas de su alimentación. Él no se quejó, de hecho se dio cuenta que no había dicho ni una sola palabra desde que perdió el conocimiento en la nave.
- Gracias – le dijo cuando terminó de comer y se dio cuenta que sentía un profundo dolor en su garganta. Su voz sonaba extraña.
- Te pondrás bien – Le contestó Rey con una dulce sonrisa – Leda me recomendó que no te dejara hablar aún, pues tu garganta está dañada, pero se recuperará. Me preocuparé de eso.
Cuando Ben terminó de comer, Rey se levantó de su lado y fue a uno de los muebles médicos que había al costado y sacó un envase cuadrado de metal verde. Volvió a sentarse junto a él.
- Este es un ungüento que ayudará a tus quemaduras, es de rápido efecto y absorción por lo que en unos días estarás mejor - Rey enrojeció de pronto y Ben no entendió por qué – Los días anteriores te lo hemos estado aplicando las dos, pero le he pedido a Leda que me deje hacerlo.
Ben se dio cuenta que estaba nerviosa, pero asintió con la cabeza en silencio. Ella abrió el envase y se acercó a él, muy cerca. Ahora él estaba nervioso.
Rey fue muy suave con su tacto mientras repartía el ungüento por su rostro. Era delicada y pausada al hacerlo, pareciendo que prestaba atención a cada detalle que tocaba. Él respiró de forma entrecortada cuando notó que se acercaba un poco más cuando las yemas de sus dedos pasaron por sus labios. Rey se detuvo unos segundos y le miró a los ojos, haciendo que Ben no pudiera evitarlo y se acercara lentamente a ella, quien retrocedió.
- Lo siento, aún estás débil y no quiero hacerte daño – Le dijo Rey sin dejar de mirarlo – Pero cuando te recuperes... - No terminó la oración y carraspeó avergonzada por lo que acababa de decir.
Ben no pudo evitar sonreír ampliamente y eso le causó dolor en las mejillas. Ella no volvió a mirarlo, intentando disimular su encendido rostro, pero esto no era lo más incómodo que pasaría hoy.
Rey desajustó la bata médica que Ben tenia atada al cuello.
- Tengo que aplicarlo en todas tus quemaduras – le explicó Rey justificándose.
Ahora entendía por qué estaba tan nerviosa y avergonzada. Él también se avergonzó, pero volvió a asentir con su cabeza.
Rey movió el género de la bata y le dejó la espalda y el torso completamente descubierto. Comenzó por la parte de atrás de su cuerpo con mucho cuidado y lentamente, para no hacerle daño. Ben cerró los ojos para disfrutar la sensación en secreto. Ella siguió con sus brazos, sus manos y continuó con su pecho, temblándole ligeramente las manos cuando bajó cerca de su ombligo. Ben se movió inquieto y ella reculó al instante.
- Lo lamento – Dijo nerviosa – Seguiré con tus piernas ¿De acuerdo?
Ben tragó saliva y volvió a asentirle rápidamente con la cabeza. Rey volvió a atar la bata médica en su cuello y eso relajó un poco el ambiente entre ambos. Continuó con la aplicación del ungüento en sus piernas y ella le prestó especial cuidado a sus pies, que por lo que Ben podía notar, estaban un poco morados.
- Bien, he terminado – Dijo aliviada – Agradece que esto es solo una vez al día
- Hubieras sido una buena Sanadora Jedi – Le contestó Ben atragantándose con la sequedad de su garganta y tosiendo efusivamente, sintiendo que se le agarrotaba todo el cuerpo.
- ¡No hables! - Le dijo Rey mientras le acercaba rápidamente un vaso de agua y esperó preocupada a que se aliviara.
Cuando se recuperó, ella se sentó en la camilla mirándole el rostro y acomodando un poco su pelo. Ben la atrajo hacía él con cierta torpeza y ella se recostó a su lado abrazándolo. La envolvió en sus brazos y así se quedaron largas horas.
------------------------------------------
Hola 😁 ¿Qué tal va la lectura?
No me odien, pero mañana por compromisos personales no subiré capitulo, así que nos vemos el lunes 😘

ESTÁS LEYENDO
Yuanfen
Fanfiction-EN PAUSA Y PROCESO DE EDICIÓN- ⚠️🔞 || Un Fanfic de Star Wars // Reylo || Los sucesos de esta historia se llevan a cabo 7 años desde el fin del Episodio IX (¡Si no la has visto no sigas adelante!) "Rey ha procurado continuar el camino que sus Mae...